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La historia de la animación en México esconde un universo lleno de relatos, anécdotas y descubrimientos. Sin embargo, hablar de animación en un país tan lleno de folclor y una cultura tan enriquecedora, no implica únicamente hablar sobre ciertos lanzamientos que marcaron la historia del cine mexicano, sino también acerca de sus autores, historietistas y directores que dejaron una huella imborrable en la industria de la cinematografía. 

Debido a lo anterior, hemos escrito esta nota para que nos acompañes a descubrir el encanto de la historia de la animación en México y conozcas todo sobre ella, desde sus primeros matices en blanco en negro hasta el auge de la animación 3D en tiempos modernos.

Además, te contaremos cuáles fueron y son los animadores mexicanos más importantes de todos los tiempos y cuáles fueron sus aportes a la industria de la animación en México. ¿Todo listo?

¡Oh, no! ¡Faltan las palomitas!

Antecedentes de la animación en México

Hagamos un pequeño paréntesis. Cuando piensas en la historia de la animación, ¿cuál crees que fue la primera película animada que salió a la luz? Probablemente, tengas en mente que la primera película de animación pertenece a Disney, pues además de ser nuestro primer referente en esta técnica cinematográfica, es una compañía que cuenta con uno de los mejores estudios de animación en todo el mundo.

Sin embargo, la respuesta está más lejos de lo que imaginas, debido a que estamos hablando de una producción que se llevó a cabo en un país de nuestra región. El primer largometraje animado de la historia corresponde a “El Apóstol”, una película hecha en Argentina que fue escrita por Federico Valle y dirigida por Quirino Cristiani en 1917.

La película requirió de aproximadamente, 55.000 dibujos para su desarrollo. Todo un ejemplo de un excelente trabajo de animación cuadro por cuadro.

primera película de animación

Imagen: NeoStuff

Lo cierto es que, más allá de este dato que probablemente no conocías, esta película animada influyó en gran medida en la historia de la animación en México, pues sirvió de inspiración para que artistas y directores empezaran a explorar nuevas técnicas de animación que dieron vida a personajes que, más adelante, marcarían la historia del país.

Posteriormente, arribaron los primeros cortometrajes de Disney y diferentes libros de animación que los directores y creativos estudiaban para fortalecer todos sus conocimientos y así poder empezar a producir sus propios productos animados.

Inicios de la historia de la animación en México

Hay muchas especulaciones acerca de cuál fue el primer producto audiovisual en la historia de la animación en México, pero algunos expertos afirman que uno de los pioneros de la animación mexicana fue Juan Athernack, un artista reconocido por sus historietas y sus técnicas de pintura que, en 1919, animó una secuencia visual como parte de un proyecto titulado “El Rompecabezas de Juanillo”.

El mismo Juan Athernack actuó en el papel protagónico del metraje, conocido como El Bruja. En dicha producción, se veía al personaje desplazándose con ciertas letras del abecedario que colocaba hasta formar la palabra “Excelsior”.

Aunque actualmente es difícil encontrar fragmentos de esta película de animación mexicana, en internet puedes echarle un vistazo a ciertos fotogramas que pudieron ser rescatados. Aquí te compartimos uno de ellos:

historia de la animación en méxico

Imagen: IMDB

Por otra parte, algunos afirman que el cortometraje de ocho minutos llamado “Mi sueño” (1916), basado en el escrito homónimo del general Salvador Alvarado, es la primera producción animada hecha en México. Aunque no se tiene mucha información al respecto.

Otro dato importante acerca de la historia de la animación en México es la contribución de Miguel Acosta, quien realizó las primeras animaciones en México alrededor de 1927, con una duración de treinta segundos aproximadamente. Acosta terminó produciendo más de doscientos proyectos de animación en este tipo de formato.

El Festival Internacional de cine de Morelia menciona en su página web que la animación mexicana ha sido completamente independiente desde un principio. Películas animadas que aportaron a la historia de la animación en México datan de la década de 1930. Estamos hablando de Salvador Pruneda, quien dirigió el primer corto de animación mexicano llamado "Don Catarino y su apreciable familia", en 1934. 

Después de eso, la historia de la animación mexicana tuvo una pausa, puesto que los animadores de aquella época se limitaron solo a la producción de publicidad. Hasta que en 1976 se estrena el primer largometraje de animación hecho en México. Se trata de “Los tres reyes magos”, de Fernando Ruiz, una historia escrita por la novelista Rosario Castellanos acerca de los Magos de Oriente.

Luego, el mismo director continúa nuevamente en 1987 con la producción animada “El pequeño ladronzuelo”, un largometraje animado cien por ciento mexicano basado en la obra de la literatura clásica "Oliver Twist" de Charles Dickens.

Animación mexicana Oliver Twist El pequeño ladronzueloImagen: youtube.com

Un total de 56 películas de animación mexicanas se produjeron entre 1934 y 1994, las cuales aportaron una gran dosis de creatividad a la historia de la animación en México. Pero ya te contaremos más adelante acerca de ellas cuando hablemos de la “era dorada de la historia de la animación en México”.

Primeros estudios de animación

En 1935, un grupo de 3 conocidos unieron sus talentos y formalizaron una iniciativa para crear lo que sería el primer estudio de la historia de la animación en México: Producciones AVA.

Este primer estudio de animación mexicano fue fundado por Alfonso Vergara, un reconocido médico otorrinolaringólogo que se juntó con talentosos dibujantes de la época como Antonio Chavria o Francisco Gómez, diseñó y lanzó el primer corto en la historia de la animación en México, titulado Paco Perico.

El metraje de Paco Perico pudo rescatarse en su totalidad, convirtiéndose en un tesoro invaluable dentro la historia del cine mexicano. Aquí te lo compartimos para que le eches un vistazo:

Desafortunadamente, llegaron malas noticias para la animación en México, pues Producciones AVA tuvo que cerrar sus instalaciones y detener sus producciones por problemas económicos. 

Sin embargo, el estudio de animación regresó un año más tarde bajo el nombre de AVA-Color y, con las baterías recargadas, dedicó gran parte de la década de los 30 a lanzar diferentes cortometrajes icónicos para la historia de la animación en México.

Algunos de ellos pudieron ser rescatados y conservados, pero otros, como el caso de Noche Mexicana (1936), quedaron en el olvido sin dejar rastro alguno, salvo algunos fotogramas que se pueden encontrar navegando por la web. Este es uno de ellos:

historia del cine animado en méxico

Captura de Noche Mexicana - Imagen: Morelia Film Fest

Pero no todos son malas noticias para la memoria de la animación en México, ya que aún es posible encontrar otros cortometrajes de AVA-Color, como Los 5 Cabritos y el Lobo, estrenado un año después de Noche Mexicana y convirtiéndose en un metraje de culto para el país que impulsó la técnica de la animación 2D. 

AVA-Color fue perfeccionando sus técnicas de animación en México con el paso de los años hasta lograr que sus producciones se vieran cada vez más naturales. 

Un claro ejemplo de ello lo podemos notar en Una Noche de Posada (1935), otro de los metrajes más importantes en la historia de la animación en México y una evidencia de cómo el estudio de animación logró mejorar su capacidad para el dibujo y la animación de personajes.

Aquí te lo compartimos:

Años más tarde, en 1940, los talentosos dibujantes Carlos Sandoval y Bismarck Mier fundaron el segundo estudio en la historia de la animación mexicana: Don Quijote.

Aunque no se conoce mucha información acerca de este estudio de animación, se intentaron desarrollar un par de cortometrajes que, debido a la falta de presupuesto, nunca llegaron a terminarse. Lastimosamente, no fue posible rescatar algún fotograma o una imagen que nos pudiera dar una aproximación sobre el aspecto visual de estos cortometrajes mexicanos.

Tres años después y luego de haber identificado el impacto de la animación en México, Santiago Richi fundó Caricolor, otro importante estudio de animación para el país. En él se empezaron a incorporar personas de Estados Unidos que quisieron aportar su grano de arena a la historia de la animación en México.

1943 estrenaron “Me Voy de Cacería”, un corto animado que se proyectaba como un producto pensando en términos comerciales, pero el estudio de animación mexicano tuvo que frenar sus producciones debido a que la mayoría de los animadores fueron llamados a combatir en la Segunda Guerra Mundial.

 

La era dorada de la historia de la animación en México

Luego de muchas pruebas, ensayos, errores y un sinfín de lecciones, la animación mexicana entró en una etapa en donde se empezaron a desarrollar producciones con mayor presupuesto, con diferentes tipos de animaciones y con la mirada puesta en el comercio.

En 1947, un grupo de talentosos animadores como Claudio Baña, Ignacio Sandoval y Carlos Sandoval, fundaron Caricaturas Animadas de México, uno de los estudios de animación mexicanos que trazaron el camino hacia el éxito y el reconocimiento en la industria de la animación.

Fueron los encargados de producir El Noticiero Cómico, una parodia de los noticieros de la época influenciada por el estilo de animación de los clásicos de Disney.

Te compartimos dicho cortometraje de animación mexicano:

En 1952, la historia de la animación en México comenzó a formar alianzas con Estados Unidos y creó el estudio Dibujos Animados de México, mejor conocido como DASA. Este estudio comenzó a desarrollar animaciones publicitarias en 2D durante años, llevándolo a formarse como una organización muy bien estructurada que podía ser parte de una industria en crecimiento.

Te compartimos Mucho Macho, uno de los cortometrajes de animación más populares de este estudio:

A partir de ese momento, la historia de la animación en México estuvo altamente influenciada por las alianzas que los estudios nacionales forjaron con Estados Unidos.

Fueron más de 10 años en los que las productoras norteamericanas buscaban animadores mexicanos para desarrollar sus proyectos. En 1957, por ejemplo, el ingeniero Gustavo Valdéz y el arquitecto Jesús Martínez García crearon el estudio de animación mexicano Val-Mar y, dos años más tarde, firmaron un acuerdo con la productora de televisión Producers Associates of TV Inc. para optimizar las animaciones de Rocky, la ardilla voladora.

A principios de la década de los 60, Val-Mar cambió su nombre a Gamma y la historia de la animación en México comenzó a llenarse de experiencia internacional. México empezó a ser un punto de referencia para animar proyectos extranjeros como King Leonardo and His Short Subjects (1961) o Underdog (1964).

El estudio Gamma cerró de forma inesperada en 1967, pero los animadores mexicanos ya tenían suficiente experiencia como para realizar series de animación que podían adaptarse a las necesidades de los espectadores.

Una de las primeras series de animación en México fue Cantinflas Show, un show animado basado en el personaje de Mario Moreno y producido por Televisa en 1972. 

Esta serie tuvo un gran impacto en la historia de la animación en México, no solo por ser un gran ejemplo de una buena creación y conceptualización de una serie animada, sino también por ser uno de los primeros programas educativos para los más pequeños.

La Revista Open Edition Journals menciona que en 1972 entra a formar parte de la historia de la animación en México el estudio Kinemma. En ese entonces habían conseguido un contrato con el estudio de Hanna-Barbera para maquilar "Josie y las melódicas". 

Según la revista, “el concepto 'maquila' (animada) hace referencia a un proceso de producción en el que una entidad inversionista, productora o capitalista, envía a otra entidad cierta parte de la producción industrial (normalmente la más complicada o que requiere de más personal) para abaratar sus costos y, con ello, percibir mejores ganancias”.

Gracias al éxito que tuvieron los primeros episodios de Josie y las melódicas, el estudio de Hanna-Barbera decidió seguir contratando los servicios de animación de Kinemma. Fue entonces cuando se le encargó trabajar en The Flintstones, el cual fue un súper éxito. Pero, ¡no te emociones! No fue la serie animada de Los Picapiedra con la que todos nos encariñamos, sino una de las tantas versiones que se produjeron.

Con el tiempo, Kinemma recibió más proyectos animados como The Jetsons, Scooby Doo, Aquaman, The Shmoo, The Gallopin’ Ghost, Foody Doody Ranch, Superfriends, ciertos especiales de Jana de la selva, y más. ¿Imaginaste alguna vez que estas series harían parte de la historia de la animación en México? Si no te son familiares, ¡chécalas en YouTube!

Primeros largometrajes animados de México

En 1976, los directores Fernando Ruiz y Adolfo Torres Portillo marcarían la historia de la animación en México lanzando el primer largometraje animado del país: Los 3 Reyes Magos.

A partir de ese momento, la industria de la animación en México comenzó a florecer por sí misma luego de tantos años de dependencia, convirtiendo a esta película en un emblema de transformación para la historia de la animación mexicana.

La película se encuentra disponible en YouTube por si quieres darle una mirada:

El próximo éxito cinematográfico de Fernando Ruiz en la historia de la animación en México fue Katy, La Oruga, una colaboración fílmica entre México y España a cargo del director José Luis Moro en 1984.

Esta película mexicana de animación es considerada como el primer éxito comercial del país, pues arrasó con las taquillas y recibió muy buenas comentarios por parte de la crítica

La trama del largometraje cuenta la historia de Katy, las aventuras de una oruga que debe enfrentar situaciones hasta convertirse en mariposa. Esta película de animación mexicana fue destacada por su narrativa, su carisma y el diseño de personajes.

Te compartimos la película completa:

Con su as sobre la mesa, la historia de la animación en México se robusteció con el tiempo y aprendió a superar el bloqueo creativo para desarrollar películas animadas que obtuvieron importantes reconocimientos internacionales. Por ejemplo, el reconocido y galardonado director de animación mexicano Carlos Carrera, dirigió en 1994 el proyecto más importante de su trayectoria: El Héroe.

Se trata de un cortometraje animado con una duración de 5 minutos, pero ese tiempo fue suficiente para ganar la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cine de Cannes en el año de su lanzamiento.

Lo puedes ver aquí:

El Héroe fue la pieza audiovisual que revolucionó la historia de la animación en México, pues gracias a ella el resto del mundo empezó a observar a la industria cinematográfica mexicana desde otra perspectiva y fue toda una motivación para los animadores nacionales.

Ánima Estudios y el éxito de sus animaciones en México

En el 2002 salió a la luz el estudio que cambió el rumbo de la animación mexicana. 

Ánima Estudios es actualmente uno de los estudios de animación más importantes de Latinoamérica con un gran respaldo y más de 25 películas en su catálogo.

Desde su lanzamiento, el estudio comenzó a utilizar diferentes programas de animación 2D y 3D para darle una identidad a sus películas y poder cautivar al mundo con sus historias.

estudios de animación en México

Imagen: Ánima Estudios

Los inicios de este estudio de animación mexicano fueron complicados, pues sus primeras películas no lograron llamar la atención del público infantil y algunas personas llegaron a catalogarlas como aburridas.

Sus dos primeras películas, Magos y Gigantes (2003) e Imaginum (2005), recibieron críticas negativas por no contar con una identidad propia y por tratar de imitar algunos estilos internacionales.

Sin embargo, Ánima Estudios quería ser parte de la historia de la animación en México y continuó trabajando en diferentes técnicas para generar ideas creativas que lograran darle el despegue que tanto necesitaban.

Televisa le dio un empujón a este estudio de animación mexicano y desde el 2006 fue el encargado de desarrollar los 135 episodios de El Chavo Animado. Su éxito logró que esta serie pasara a la historia de la animación en México como una de las series más comercializadas de todos los tiempos. ¡Sabemos que tuviste que haber visto un episodio!

Luego de muchos años de intentos y lanzamientos, en 2011 el estudio desarrolló Don Gato y su Pandilla, convirtiéndose en una de las películas animadas más taquilleras de México. La evolución en el estilo de animación es evidente. Sus colores fueron tan llamativos que de inmediato llamaron la atención de todo tipo de público.

 

Un año más tarde, Ánima Estudios lanzó una producción que llevaría al estudio al éxito internacional. La serie “Leyendas”, publicada oficialmente por Netflix, entró a ser parte de la historia de la animación en México convirtiéndose en una de las series animadas más vistas de latinoamérica. Cada uno de los largometrajes están basados en las leyendas populares más importantes de la cultura mexicana. 

La antología está conformada por La Leyenda de la Llorona (2011), La Leyenda de las Momias de Guanajuato (2014), La Leyenda del Chupacabras (2016) La Leyenda del Charro Negro (2018) y Las Leyendas: El Origen, cuya fecha de estreno aún está por aunciarse.

La excelencia y la calidad de Ánima Estudios han hecho que el estudio participe en colaboraciones con otros países como Australia e Irlanda. El más reciente trabajo del estudio de animación mexicano se titula Space Chickens in Space, una serie distribuida por Disney en más de 15 países.

Pioneros de la animación en México

Vamos a aprovechar esta sección para mencionar, resaltando en una breve reseña, la labor de los grandes artistas que contribuyeron a la historia de la animación en México. Así, los nombres de la historia de la animación mexicana no se perderán con el tiempo.

Carlos Sandoval Bennett

Nuestro primer gran artista de esta sección de pioneros de la historia de la animación mexicana es Carlos Sandoval Bennett. Nacido en 1917 en la Ciudad de México, dedicó gran parte de su vida a la animación mexicana.

Participó en todas las etapas de producción de los dibujos animados que se hicieron en México durante casi 60 años. Las principales caricaturas en las que trabajó el señor Sandoval fueron Rocky y Bullwinkle, Underdog, Los Picapiedras, Superman, La Mujer Maravilla y Smokey Stover.

En sus últimos años, este incansable animador mexicano hizo ilustraciones para materiales de la Escuela Dominical de niños en la Iglesia Presbiteriana Berith, iglesia a la que asistía. Su aporte a la historia de la animación en México fue más que valiosa. Lamentablemente, falleció en el año 2005.

Fernando Ruiz

En el segundo puesto, tenemos al gran animador mexicano Fernando Ruiz. Graduado de la Universidad Iberoamericana y posteriormente de la Universidad de California, fue el fundador de la compañía Producciones Omega en el año 1961.

Ya habíamos mencionado al señor Ruiz por su gran aporte a la historia de la animación en México por sus largometrajes animados como “Los Tres Reyes Magos”, que se estrenó en 1976, y “El pequeño ladronzuelo” (1987).

Sin embargo, también es reconocido por participar en animaciones mexicanas tales como “El duende y yo”, de Tin tan, la cual mezclaba elementos de la animación con la acción en vivo.

Asimismo, el artista mexicano tuvo también la oportunidad de participar en el filme “La espada en la piedra”, producción de Disney.

También, Ruiz fue convocado por la UNICEF para trabajar una de las diez partes de la serie “Los diez derechos del niño”.

Después de eso, el animador mexicano decidió seguir desarrollando el proyecto de una serie animada llamada La oruga Pepina. Pero, como resultado de los problemas con la guionista, el proyecto se detuvo. Poco después la obra se lanzó en España en 1981 por los animadores Santiago y José Luis Moro. Esta vez con el nombre de “Katy, la oruga”.

Alfonso Vergara Andrade

Un pionero de la historia de la animación en México, cuya profesión era de médico otorrinolaringólogo, apasionado por el dibujo y el cine: Alfonso Vergara Andrade. Esto lo llevó a fundar Producciones AVA en 1935, el primer estudio de animación exitoso en la Ciudad de México.

¿Cómo contribuyó a la historia de la animación mexicana? Produjeron dibujos animados mexicanos muy populares en su época como “Paco Perico en Premier“, “Una noche de posada“, “Los cinco cabritos y el lobo“, “La cucaracha“, “La vida de las abejas“, “El jaripeo” y “El tesoro de Moctezuma“ (dos versiones). Estas obras fueron las primeras producciones reconocidas realmente como animaciones mexicanas.

Salvador Pruneda

Gran ilustrador y caricaturista mexicano, proviene de una casta de artistas mexicanos, su padre, el caricaturista Álvaro Pruneda, y su hermano, del mismo nombre.

Como habíamos mencionado, su aporte a la historia de la animación en México está sucedida nada más y nada menos que por la creación de “Don Catarino y su apreciable familia”, una tira cómica cuyo guión fue elaborado por Hipólito Zendejas. Publicada por primera vez en El Heraldo de México, se popularizó después en Últimas Noticias de Excélsior en 1936.

Antes del éxito de “Don Catarino”, en 1934, Salvador Pruneda colaboró en un “corto” animado mexicano del director ruso Arcady Boytler con algunas de sus piezas.

Carlos Carrera

El siguiente de nuestra lista de pioneros de la historia de la animación en México es Carlos Carrera, quien ganó uno de los premios más destacados en el mundo del cine, la Palma de Oro de Cannes, con el cortometraje animado “El héroe”, en 1994. Es animador, guionista y director de cine mexicano.

Estudió en el Centro de Capacitación Cinematográfica, en la Ciudad de México. Sin embargo, fue un apasionado por la animación desde que tenía doce años. Desde entonces, ha dirigido nueve cortometrajes animados y siete películas de largometraje de acción viva, entre ellos:

  • “La Mujer de Benjamín” (premiada en todo el mundo)
  • “Sin Remitente” (Premio Ariel por la mejor dirección y la mejor película)
  • “Un Embrujo” (Premio Ariel a la mejor dirección)
  • “El Crimen del Padre Amaro” (nominada al Oscar a mejor película extranjera en 2002, una de las películas más taquilleras en la historia del cine mexicano)

En 2004, consiguió nuevamente el Premio Ariel a mejor cortometraje animado con la producción “De Raíz”. 13 años después, estrenó la película animada “Ana y Bruno”, considerada la película animada más cara en la historia de la animación en México y del cine mexicano.

Asimismo, con esta producción se hizo ganador a los Premios Canacine como Mejor Película de Animación en 2019; ganador de los Premios Quirino como mejor largometraje de animación americana, y también fue ganador en la edición 61 de los Premios Ariel.

 

Esperamos que hayas disfrutado de este repaso por la historia de la animación en México. Como pudiste notarlo, ha sido una travesía llena de altibajos que han motivado a los animadores para seguir adelante.

Actualmente la animación mexicana se encuentra a la altura de cualquier estudio internacional y estamos convencidos de que cada vez estará en la búsqueda de mejorar sus resultados. 

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¡Nos vemos pronto!