A todos nos sucedió alguna vez. Estamos a punto de comenzar con esa gran idea que venía navegando por nuestra mente, y ¡pum!, de pronto nos ponemos en blanco. Pasa en muchos momentos, al escribir un artículo (como este por ejemplo) o cuando te dispones a iniciar con tu ilustración, pieza gráfica, tu propia web u otro proyecto profesional.
¿Pero por qué tenemos estos bloqueos? Toda actividad involucra un proceso creativo y muchas veces una parte del proceso también involucra el no tener nada que decir o hacer. No siempre estarás lleno de ideas ni preparado para empezar en algo que es completamente nuevo para ti, mucho menos si se entromete algo de estrés o ansiedad.
¡Pero nada de qué preocuparse!, existen varias salidas para estos momentos.
Bien lo saben nuestros profesores, ellos manejan diversos procesos para encontrar la gran idea, el punto de inicio y/o cómo llegar a darle fluidez a un proyecto en los momentos de bloqueo. Hoy los hemos recopilado en 5 herramientas para que puedas llevarlas a la práctica y seas imparable. ¡Vamos a comenzar!
Inspírate
¡Primero lo primero! Para poder arrancar, sobre todo en la elaboración de tu gran idea, es muy importante que te intereses por conocer otros proyectos, culturas y tendencias. Incluso será necesario que hagas viajes en el tiempo para reconocer qué ideas se veían antes y cuáles vemos ahora. Estas idas y vueltas ayudarán a tu mente a encontrar la gran idea.
Recuerda que puedes generar una pizarra de inspiración, en la que coloques, todas las imágenes, videos y palabras que se acerquen a lo que deseas conseguir. En el caso de creación de textos también podrás tener una bibliografía o referencias claves que te ayuden a dar los primeros pasos, como nos lo cuenta Nelly Acosta en su curso de Redacción.
Crea una lluvia de ideas
¡Deja ir todo sin control! A veces somos quienes manejamos qué decir y qué no, qué se ve mejor en nuestra mente y qué no. Pero es momento de apagar un poco este lado y conducir cada una de tus ideas sobre un papel o en tu apartado de notas favorito.
Las ideas siempre tendrán algo que aportar y a partir de ellas podrás seleccionar las que vayan mejor con lo que intentas comunicar, crear o hacer. Recuerda que pueden ser palabras sueltas o párrafos, lo que venga mejor para ti y el proyecto que estés armando. Luego visualiza todo lo que colocaste y quédate con las que se acerquen más a tu objetivo.
Genera conversaciones
Conocer la opinión de otros, sean tus colegas o clientes, es siempre una gran alternativa de conocimiento. Te ayudará a poder establecer qué ideas son las que funcionan mejor, cuáles no se entienden, cuáles puedes pulir, etc.
Meterte un poco en la mente de quienes verían tu trabajo final es una herramienta de gran utilidad y que no puedes desaprovechar. Siéntate con amigos y comparte con ellos tu proyecto, escucha, apunta y selecciona lo que pueda nutrir más tu idea o proceso. Verás como los momentos en blanco se irán yendo poco a poco.
Es momento de comenzar
La primera palabra o el primer trazo es lo que más cuesta, pero si no te sientas para hacerlo realidad y comenzar, la intención de hacerlo solo será eso, una intención.
Adelante, no temas quedarte unos minutos mirando la temida hoja en blanco. Tenerla al frente es un proceso inicial habitual. Además, siguiendo nuestras herramientas y estando automotivado de realizar el trabajo darás el primer paso en cualquier momento. ¡Y luego de este todos los que hagan falta!
¡Borrador, borrador, borrador!
Recuerda que todo proceso tiene sus primeros bocetos y la intención de comenzar cualquier trabajo es llevarlo hacia una mejora constante. Puedes comenzar con una idea y esta irá evolucionando. Que no te genere ansiedad terminar ni mucho menos le des grandes expectativas al primer intento.
El camino del bocetaje es necesario sobretodo para proyectos en áreas como la ilustración o el dibujo. Nuestras profesoras Suupeer Girl y Caribay te recomiendan ir paso a paso y tomarte el tiempo necesario para realizar tus bocetos. En este proceso encontrarás muchas fortalezas para llevar adelante tu ilustración y también qué ideas son las que funcionan y cuáles no.
Espero que hayas disfrutado esta guía, recuerda que para toda creación es importante un proceso creativo y que los momentos en blanco pueden trabajarse. Ahora ya estás preparado para dejarte llevar y transformar tu idea en realidad. ¡Adiós bloqueo creativo! Nos vemos del otro lado.