Conversamos con Diego del Pino, postproductor y alumno de Crehana, quien nos cuenta una nueva historia de impacto.
¿Hace cuánto conoces a Crehana y cómo llegaste a nosotros?
Yo estudié cinematografía en el extranjero, tengo 19 años y estudié a la par del colegio. Hubo cosas que sí me mantuvieron distante a la postproducción. El año pasado quise empezar a trabajar en una empresa de Perú, específicamente en una productora que hace cortometrajes, sin embargo, presenté todos mis papeles, proyectos que tenía y me dijeron que no valían.
Eso me decepcionó y me alejó totalmente de la postproducción y en ese tiempo pude desprenderme fácilmente porque en paralelo estudiaba mi segunda pasión: ser piloto porque quería trabajar en una línea aérea. En ese momento, decidí darme una pausa en el cine.
Quitando miedos
Un día cambió todo, estaba viendo YouTube y vi un aviso de “únete a Crehana, clases online”, me llamó la atención pero lo dejé pasar. Meses después por Facebook me salió otro aviso: “Crehana: certificate en post producción”, algo a lo que siempre le he tenido miedo, estaba mentalizado en no ser bueno, porque tuve una mala experiencia anteriormente sobre cómo manejar After Effects y Premiere.
Después volví a ver estos anuncios y me animé por comprar la certificación de postproducción y el primer curso que llevé fue Edición en Premiere con Lorena Fassioli, jamás me voy a olvidar de mi primera experiencia con Crehana, lo que ha marcado toda esta trayectoria.
Me gustó mucho la dinámica dentro de los cursos y ese ambiente que se transmite en Crehana. También tuve la oportunidad de ir a un Meetup junto a Mr.Lemonade, que fue increíble, hasta me dieron ganas de ilustrar y diseñar. Ahí fue cuando decidí hacer algunas animaciones con lo que sabía de postproducción. En diciembre del año pasado hice el proyecto del CV animado con Israel Peralta, y poco a poco potencié mis conocimientos en el software After Effects. También aprendí corrección de color en Da Vinci, Dirección de Arte y más.
Luego de llevar todos los cursos en Crehana, sentí la seguridad de dedicarme más al cine y de verdad me ha abierto la posibilidad de conseguir clientes y trabajar en una casa realizadora, “ PUNTO APARTE”. Además, pude dedicarme a proyectos como “Mamalili” en la Universidad del Pacífico. Actualmente, tengo un proyecto con Arcor.
¿Cómo sientes que Crehana ha impactado en tu vida?
Mucho, el primer curso me marcó mucho. He probado en otras plataformas, pero sus cursos no han llamado mi atención. Después de todo lo que he pasado con todos ustedes, los meetups, los proyectos, esas frustraciones que te matas haciendo tu proyecto para que salga perfecto pero tienes que hacer correcciones a pedido de tu mentor o profesor y piensas “¡Venga, sí se puede!”.
Ese compromiso, esa seriedad que ustedes tienen con los alumnos es lo que más me agrada, es lo que me hace decir somos una familia, todos somos un equipo y gracias a ustedes muchos aprenden y cumplen sus sueños.
En mi pensamiento todos deberíamos tener una carrera de ciencias y una carrera creativa, soy piloto y trabajo en audiovisuales.¡No hay límites! ¡Todo es posible!
Sobre mi carrera como piloto.
Lo empecé pero aún no la termino, debido a mis prácticas me he dado una pausa para dedicarme a lo que hoy en día hago: Postproducción y no me arrepiento, estoy aprendiendo cada día. En enero volveré a retomar mis prácticas.
¿Qué rescatas de toda tu experiencia en Crehana?
En mi caso, amo mucho los videojuegos, en mi tiempo libre me dedico a jugar pero últimamente antes de comprarme un juego veo si hay alguna promoción en Crehana y comparó el precio del juego y pienso: Prefiero pagarme un cursos en Crehana que pagarme por el juego.
Me considero embajador de Crehana, a todos los que me preguntan: "¿donde debería estudiar?" o "me voy inscribir en un instituto para aprender, ¿qué opinas?". Les respondo: inscríbete aquí, tu manejas tus tiempos, aprendes mejor, tienes asesoría constante y eso vale más. Si me consultan: "¿Qué tal es Crehana?", les comento: es lo mejor, será la mejor decisión que puedes tomar.