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Estilo de Vida

¿El arte imita a la vida o, por el contrario —como creía Oscar Wilde—, es la vida la que imita al arte? El hiperrealismo nos ofrece una respuesta frontal ante esta disyuntiva. 

Las obras de arte hiperrealistas producen una reacción inmediata en los espectadores. Nadie se queda indiferente ante esta propuesta artística: la amas o la odias, no hay punto medio. Por un lado están aquellos que se quedan cautivados, sorprendidos o intrigados ante el despliegue de las habilidades de las técnicas contemporáneas de los creadores y, por el otro, quienes critican cierta frialdad o falta de sensibilidad e intencionalidad en las obras y se cuestionan incluso si eso puede ser considerado arte. 

Para que puedas elegir tu postura y para comprender el desarrollo de este particular estilo artístico, hagamos un recorrido por el hiperrealismo: su historia, sus características, su importancia y algunos de sus principales exponentes.

 

Índice

  1. Historia del hiperrealismo
  2. El hiperrealismo como arte mimético
  3. Hiperrealismo: técnica y tecnología
  4. Los hiperrealistas: fragmentos de la vida cotidiana
  5. La belleza de lo mundano

 

Historia del hiperrealismo

Los orígenes del hiperrealismo pueden ser rastreados hacia finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo pasado. Por lo tanto, podría decirse que se trata de un arte joven que, sin embargo, en poco más de medio siglo ha tenido un gran desarrollo que le ha dado un lugar preponderante en la historia del arte contemporáneo

Fuente: Franz Gertsch, Johanna I, 1983-1984. Acrílico (Museum Franz Gertsch).

 

Antecedentes

  • El realismo 

Como corriente artística, el realismo —surgido en la Francia de mediados del siglo XIX en franco rechazo al romanticismo— revolucionó el mundo del arte occidental. Por primera vez los artistas pusieron el foco de atención en los hombres y mujeres de las clases medias y bajas, y los representaron en escenas de la vida cotidiana, tal como los observaban y sin idealizarlos; es decir, como eran en realidad.  

  • Arte pop

En un intento renovado por desacralizar el arte en el siglo XX, el arte pop halló su inspiración en la cultura de masas y la sociedad de consumo, “es por eso que en sus obras aparecían celebridades, productos empaquetados, comics, afiches publicitarios, etc”. 

  • Fotorrealismo

El fotorrealismo fue un estilo pictórico que buscaba remover la injerencia de los artistas en sus obras. De acuerdo con la galería Tate Modern, “el fotorrealismo rechazaba las cualidades pictóricas por las que los artistas individuales podían ser reconocidos”

En su búsqueda de objetividad, los fotorrealistas se inclinaron hacia temas más cotidianos y banales, de ahí que se les relacione con el arte pop. Crearon obras con una gran atención a los detalles y precisión fotográfica —al grado de que usaban fotografías como modelos para sus pinturas.

Don Eddy Volkswagen

Fuente: Don Eddy, Untitled (Volkswagen), 1971. Acrílico (mumok.at).

 

Orígenes

El término hiperrealismo fue usado por primera vez en 1973 por Isy Brachot, quien lo acuñó para darle título a una exposición colectiva en su galería de Bruselas que reunía la obra de pintores del llamado fotorrealismo, tanto de los Estados Unidos (Ralph Goings, Don Eddy, Chuck Close, Robert Bechtle, Richard McLean) como de Europa (Domenico Gnoli, Gerhard Richter, Konrad Klapheck y Roland Delcol).

A partir de entonces se llamó hiperrealistas a los artistas influenciados directamente por el fotorrealismo. Por esa razón, hoy en día se considera al hiperrealismo como una tendencia radical de la pintura y la escultura que evolucionó directamente del estilo fotorrealista.

Sin embargo, debido a su contexto histórico y sus temáticas, se considera también al arte pop como un antecedente directo del hiperrealismo.

 

 

Hacia una definición de hiperrealismo

Como es evidente, el concepto ‘hiperrealismo’ está conformado por dos elementos: el vocablo ‘realismo’ y el prefijo ‘hiper’, lo cual nos llevaría a definirlo como un exceso de realismo o una superación del mismo; en síntesis, un realismo de alta fidelidad.

En este artículo sobre tipos de dibujo se define al hiperrealismo como un estilo artístico cuya principal característica es un nivel técnico profundo y preciso; es decir, un realismo que se encarga de replicar hasta el más mínimo detalle de algo en particular, al grado de que puede parecer una fotografía.

Por su parte, en su curso de ilustración, el artista visual Alex Boyd nos dice:

El hiperrealismo busca lograr una precisión y minuciosidad en el nivel de detalle lo más semejante a la realidad. Es una técnica que ha ido creciendo exponencialmente, sobre todo a partir de finales del siglo pasado. Y ha tenido diferentes usos comerciales en las últimas décadas.

Richard Estes Nedicks

Fuente: Richard Estes, Nedick's, 1970. Óleo (Museo Thyssen).

 

El hiperrealismo como arte mimético

En el corto tiempo que tiene de vida el hiperrealismo, este estilo artístico ha evolucionado notoriamente. Los artistas hiperrealistas se han esforzado cada vez más por alcanzar la mayor fidelidad posible al representar escenas, personas y objetos del paisaje moderno y el imaginario de las sociedades contemporáneas.

En la actualidad se ha alcanzado un virtuosismo tal que las obras de arte hiperrealista adquieren un halo extraño y llegan a parecer, en ocasiones, incluso más reales que los objetos del mundo, como si estas piezas hiperreales inventaran una nueva realidad, paralela a la nuestra, una realidad simulada.

Aristóteles creía que el fin del arte era imitar a la naturaleza. Este papel imitativo se llama mímesis, y desde la época clásica las manifestaciones artísticas se han caracterizado en cierto modo a partir de su nivel de acercamiento o su distancia con la naturaleza y la realidad. Así, por ejemplo, el cubismo, el surrealismo o el expresionismo abstracto estarían en el extremo opuesto del hiperrealismo en cuanto a sus intenciones y a su enfoque para representar el mundo.

Sin duda el hiperrealismo es un estilo artístico con el que Aristóteles se sentiría complacido. Se trata de un arte enteramente mimético, en el sentido de que su objetivo primario consiste en realizar una representación fiel del mundo o, para decirlo de otro modo, en imitar minuciosamente la realidad.

Vija Celmins Eraser

Fuente: Vija Celmins, Pink Pearl Eraser, 1967. Escultura (National Gallery of Arte, Washington).

 

Hiperrealismo: técnica y tecnología

Desde la aparición de la fotografía se ha cuestionado la función y el valor de las artes visuales, en especial de la pintura. El hiperrealismo es una respuesta ante estas cuestiones y por eso está ligado al desarrollo tecnológico. 

 

Fotografía e hiperrealidad

El hiperrealismo ha evolucionado a gran velocidad y su popularidad se extendió ampliamente durante los últimos años debido, en gran medida, a los cambios tecnológicos. La fotografía ha avanzado a pasos agigantados desde su surgimiento, y estos avances y cambios se han reflejado también en las obras hiperrealistas de nuestros tiempos. 

En lugar de limitar al hiperrealismo, la aparición de las cámaras de alta definición y el desarrollo de la fotografía digital y de los softwares que hacen posible su manipulación, le permitieron a los creadores hiperrealistas refinar sus técnicas y llevar aún más lejos sus propias creaciones. 

Pero, a diferencia de los fotorrealistas —que se esmeraban por hacer que sus obras parecieran fotografías hasta el punto de que el espectador no pudiera discernir entre la fotografía y la pintura—, los hiperrealistas usan la foto sólo como referencia o punto de partida para crear nuevas realidades y, al mismo tiempo, para cuestionarse (y cuestionarnos) sobre los límites de la subjetividad, la originalidad, la autoría y la forma en la que percibimos el mundo.

Robert Bechtle 61 Pontiac

Fuente: Robert Bechtle, '61 Pontiac, 1968-1969. Óleo (Whitney Museum of American Art).

 

Técnicas hiperrealistas

No deja de llamar la atención el hecho de oponer una técnica artística a una tecnología. Hoy en día todos tomamos fotografías y llevamos una cámara en nuestros teléfonos móviles: hacemos y consumimos imágenes de manera automática. En oposición a esto, las obras de arte hiperrealistas nos confrontan con la contradicción que encarnan: la creación de una pintura o una escultura hiperrealista suele tomar meses, mientras que las fotografías son instantáneas. Es como si nos invitaran a ver las cosas de otro modo y como si las cosas adquirieran otro sentido al ser transfiguradas a la manera hiperrealista.

Más allá del virtuosismo, algunas de las técnicas hiperrealistas más comunes son el uso de proyectores sobre el lienzo, cuadrículas (que permiten pintar una obra por pequeños fragmentos que en conjunto forman la imagen hiperreal), la grisalla (que da la ilusión de profundidad en un medio bidimensional) y el uso de moldes para la creación de esculturas. 

Sin embargo, para hacer una obra hiperrealista la única tecnología que realmente se necesita es un lápiz

Diego Fazio Sensazioni hiperrealismo lápiz

Fuente: Diego Fazio, Sensazioni. Dibujo a lápiz (My Modern Met).

 

Aunque pueda parecer paradójico, una de las técnicas más usadas en el arte hiperrealista es la ilustración de retratos con lápices. Para lograr un buen retrato a lápiz —afirma el artista visual y profesor de arte argentino Martín Palottini— “la clave está en comprender cómo funciona la luz y la naturaleza de las formas”. 

 

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Los hiperrealistas: fragmentos de la vida cotidiana

En El fin de la modernidad el filósofo italiano Gianni Vattimo escribió que la historia de la pintura y de las artes plásticas de las últimas décadas “no tiene sentido si no se pone en relación con el mundo de las imágenes de los medios de comunicación de masas o con el lenguaje de ese mismo mundo”. El hiperrealismo es una confirmación de esa idea.

Desde sus comienzos, los hiperrealistas se esmeraron en plasmar fragmentos de la vida cotidiana de la sociedad postindustrial. Escenas urbanas, vehículos y artículos de consumo forman parte del catálogo de sus temas recurrentes; entre los materiales, vemos aparecer una y otra vez vidrio, plástico y metal. La manera en que éstos producen reflejos o reciben la luz obsesionaron a los pintores hiperrealistas. 

Las instantáneas de la clase media de Robert Bechtle y Jack Mendenhall, los diners y las vidrieras de Richard Estes, la obsesión con los automóviles en las primeras obras de Don Eddy, las latas de refresco de Pedro Campos y las marquesinas de Robert Cottingham así lo confirman.

Y de ahí a la figura humana. Desde los retratos de Chuck Close y Franz Gertsch hasta el impactante tejido epidérmico en las esculturas humanas de Ron Mueck.

A medio siglo del hiperrealismo, el enfoque sigue siendo el mismo y los resultados siguen siendo asombrosos.

 

 

La belleza de lo mundano

Como hemos visto, el arte hiperrealista cuestiona la experiencia visual y los alcances del ojo humano. Con sus obras, los artistas exploran los límites y posibilidades de la pintura, de la imagen y de la escultura (del lugar de los objetos en el mundo).

La obsesión hiperrealista por el detalle le brinda un papel protagónico a algunos elementos de la composición, como la textura, la incidencia de la luz, las superficies, las sombras. Esto provoca un efecto de extrañamiento en el espectador que lo obliga a mirar el mundo dos veces, a prestar más atención y a cuestionarnos el potencial estético de la realidad: la extraña belleza de lo mundano.

Pero ahora es momento de dar un paso más y pasar de la teoría a la práctica hiperrealista...

Ron Mueck hiperrealismo detalle

Fuente: Ron Mueck, Pareja debajo de una sombrilla (detalle). Escultura. Fotografía: Thomas Salva (El País).