Las pinturas clásicas son parte de la vida. ¿Quién no ha oído hablar de la enigmática sonrisa de la Mona Lisa? ¡Casi cualquiera! No es necesario que seas un amante del arte para conocer algunas de las pinturas clásicas más famosas de la historia.
Y es que hay obras de arte que trascienden en la historia, basta con escuchar las palabras pinturas famosas y se formarán en tu cabeza imágenes de pinturas famosas, de las que tal vez no sepas nada pero has visto alguna vez en tu vida. ¿Por qué? Puede ser por la historia que se esconde detrás de cada una de estas grandes pinturas clásicas, su originalidad, el contexto en el que fueron creadas o tal vez por su naturaleza misma.
El arte es indescifrable, no importa qué tanto lo analicemos nunca sabremos la intención de su autor (a menos que él nos lo diga), y ahí radica su belleza, su subjetividad. Una misma obra de arte puede tener millones de interpretaciones.
Si no puedes esperar más para saber si reconoces las pinturas clásicas más relevantes del mundo del arte, quédate aquí y pon a prueba tu conocimiento artístico. Prepara tu sentido artístico y ¡comenzamos!
La pintura como obra de arte visual
Las pinturas son las obras de arte preferidas para expresar de forma visual emociones e ideas. ¿Y qué son las obras de arte?
Una obra de arte es una producción única creada por un individuo con fines estéticos. Es el resultado de su creatividad e imaginación mediante el cual expresa un sentimiento, emoción o un mensaje social.
Entre las obras de arte famosas puedes encontrar:
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Esculturas.
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Obras de teatro.
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Pinturas.
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Música.
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Cortometrajes.
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Danza.
Existen tantas modalidades porque una obra de arte puede ser material o inmaterial.
Piensa, ¿cuántas veces has escuchado decir a alguien o incluso tú mismo lo has dicho: ”esa canción es una obra de arte ”? Bastantes, ¿cierto?
Una canción no la puedes tocar, pero la puedes sentir. Es una obra de arte donde la melodía, cada acorde, la letra, la emoción en la voz del cantante… se unen para expresar un mensaje o un sentimiento que percibes y lo traduces de acuerdo a tu interpretación.
Con las obras de arte en pintura es la misma dinámica, sólo que en lugar de escuchar, las vemos. Los trazos, los colores, la composición, las sombras, la luz forman una imagen en conjunto que nos expresa algo.
Las pinturas clásicas se caracterizan por causar una emoción o interés que las vuelve inolvidables, ya sea por el misterio que rodea la intencionalidad del artista o lo que logran transmitir en cada persona.
Fuente: Wikimedia commons
Características de las obras de arte
No todo lo que brilla es oro ni todo lo que impacte a un espectador es una obra artística. Hay detalles y elementos que separan a una imagen visual interesante de una auténtica obra de arte. ¿Quieres saber cuáles son?
Según establece el Ministerio de Educación del Gobierno de Guatemala, quienes se dieron a la labor de realizar una gran investigación al respecto, algunas de las características de las obras de arte son las siguientes (aplicables tanto a las pinturas clásicas como al resto de obras):
1. Su origen
¿De dónde surge una obra de arte? ¿De la inspiración del artista? Quizás, aunque hay más factores que influyen en la creación de una pintura o de cualquier otra creación artística.
Esencialmente, una obra de arte proviene de dos factores arraigados en el artista:
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La percepción de la realidad del creador de la obra.
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La imaginación del artista.
2. Conocimiento y placer
Una obra de arte cautiva y maravilla a los espectadores, no sólo por ser majestuosa. También influye mucho el conocimiento que transmite a una persona con respecto a una época determinada
Los elementos que conforman una pintura clásica, por ejemplo, pueden ayudar a entender más sobre el comportamiento y las costumbres de una sociedad en específico. Además de generar un placer estético en las personas que contemplan el mundo de esa época, bajo la óptica actual.
Una obra artística no se concibe sin el contexto histórico que la enmarca, ya que este marco es lo que la representa en el mundo de hoy.
3. Interpretaciones
Las obras de arte siempre están abiertas a nuevas interpretaciones, constantemente, ya que el mensaje que ofrece esta representación artística nunca es explícito.
En muchas ocasiones, las pinturas clásicas y demás obras llevan consigo mensajes implícitos que pueden ser interpretados si aprendemos a hacerlo. Pero también le podemos dar un significado propio, con base en nuestros conocimientos y experiencias.
Una obra de arte ayuda a mejorar la sensibilidad y a adquirir nociones más exactas y precisas de la vida.
4. Valor
Una obra de arte tiene un valor incalculable. ¿Por qué crees que obras tan famosas también tienen precios altos y exorbitantes?
Aunque cuando hablamos del valor no nos referimos a dinero precisamente. El valor cultural que encierran las obras artísticas no es medible en dinero, ya que se trata de objetos realmente irrepetibles.
Además, no existen obras de arte idénticas, por lo que su originalidad queda fuera de toda duda y se trata de algo irrepetible y único.
Pinturas famosas de la historia
Ahora que has comprendido lo que es una obra de arte y por qué las pinturas clásicas son obras de arte, hablemos un poco de las pinturas famosas y sus autores.
No te preocupes si no sabes algunos nombres de pinturas famosas, lo importante es tu interés por conocerlas. Nunca es tarde para aprender y conocer las referencias artísticas que te ayudarán a desarrollar tus propias técnicas de pintura.
Existen tantas obras de arte históricas en el ámbito de las pinturas clásicas, que elegir las mejores puede ser reduccionista.
En el arte, todo es cuestión de gustos, por ejemplo, entre las pinturas famosas que seguramente has visto se encuentra La Pesadilla de Johann Heinrich Füssli de 1781. Esta pintura no es común encontrarla entre las listas de las más famosas (aunque lo es), a pesar de que es realmente interesante.
Fuente: Wikimedia commons
Esta pintura clásica muestra a una mujer dormida sobre la cual se posa un íncubo, un demonio asociado con sueños de tipo érotico, mientras en segundo plano vemos a un caballo de aire fantasmal mirando la escena.
Una razón por la que tal vez esta obra de arte de pintura no es del gusto de todos, es porque plasma una escena oscura, tenebrosa, que produce terror. Tan es así que es comúnmente utilizada para ilustrar artículos o documentales sobre la parálisis de sueño.
Independientemente de si es una de las pinturas clásicas preferidas o no, no podemos negar que logra transmitir miedo, el cual fue uno de los temas preferidos del autor.
Esta obra es una de las pinturas famosas consideradas como antecedentes del surrealismo, debido a su atmósfera de ensueño, su alusión al mundo de los demonios de la tradición inglesa y su aire de un erotismo de pesadilla.
Este es sólo un ejemplo de cómo los gustos influyen al momento de elegir las pinturas clásicas más trascendentales. Sin embargo, eso no cambia el hecho de que existen algunas pinturas de pintores famosos que, definitivamente, se han quedado en la memoria colectiva.
¿Listo para ver cuáles son?
Grandes pinturas clásicas que vale la pena conocer
Si has llegado hasta aquí, es momento de que conozcas las pinturas más famosas de la historia. Conocer un poco sobre ellas puede ser un gran paso para que te animes y emprendas tu camino en el gran arte de la pintura.
Tal vez algún día tus pinturas sean tan reconocidas como las pinturas clásicas de la siguiente lista. Y esto puede ser cada vez más una realidad, si optas por realizar nuestro curso online de Dibujo y pintura: Técnicas contemporáneas. De la mano del profesor Ricardo Celma, aprenderás lo que debes saber para representar una figura humana y cambiar tu visión con respecto a lo que te rodea.
Aquí te presentamos 14 de las pinturas clásicas más emblemáticas de la historia:
1.La Mona Lisa
Seguramente habrás escuchado de la Mona Lisa, también conocida como La Gioconda, la más famosa entre las obras de arte de Leonardo da Vinci, pintada a comienzos del siglo XVI.
Como mencionan desde el medio especializado National Geographic, quizá la obra artística más conocida y parodiada de toda la historia, que hasta el día de hoy sigue cautivando a espectadores de todo el mundo. Sobre esta pintura clásica todavía hay muchos datos e incógnitas de exactamente cuándo fue pintada y terminada.
Curiosamente, la historia de la Mona Lisa no advierte lo que es ahora su estatus como una de las pinturas más famosas.
A pesar de ser una de las grandes pinturas clásicas, no fue sino hasta su robo en 1911. La subsecuente búsqueda y su recuperación, así como el circo mediático que significó su pérdida, fue una de las razones que llevó a la Mona Lisa a tener el mítico estatus que ahora posee.
Lo que más obsesiona a las personas admiradoras de esta obra de arte del renacimiento es el misterio que rodea el retrato.
Tómate un momento y trata de observar este obra de arte detenidamente y realmente ponte a pensar sobre la ilustración del retrato:
¿Quién es la mujer del retrato? ¿Qué trata de expresar? ¿Está feliz o triste? ¿Qué piensas que significa el panorama? ¿Cómo se relaciona este panorama con el estado de ánimo de esta mujer? ¿Qué puede estar pensando en ese momento?
En conclusión, hay tanto que se puede decir y especular sobre esta obra de arte de la pintura, sobre la composición y el uso de las luces y las sombras, sobre la mujer desconocida, que fascina a la gente de todo el mundo.
Fuente: Wikimedia commons
2. El Grito
Las pinturas más famosas se hacen notorias por lo que transmiten sentimentalmente. ¿Alguna vez has sentido un terror apabullante, una desesperación existencial que no puedes explicar?
El Grito de Edvard Munch quizá sea de las obras de arte más famosas que expresen este sentimiento de manera tan brutal y apabullante.
Imagina un atardecer que a primera vista se ve hermoso y de repente, esos tenues colores de rojo y naranja parecen un infierno, como las llamas, y este fuego envuelve a los seres vivos en un grito infinito. Justamente, fue lo que pensó Munch al idear esta pintura clásica.
El nombre original de esta obra de arte es “El Grito de la Naturaleza”, es decir, un grito tan natural como la misma tierra en la que caminamos.
Envuelto en una vorágine de colores tortuosos y el rostro boquiabierto mismo del ser humano que parece más una momia, esta es una de las imágenes de pinturas famosas que más ha perdurado en el colectivo popular.
Tal como la historia de la Mona Lisa, la historia de El Grito también puede apreciarse a través de la historia cultural del mundo occidental.
Aquí vamos con una particularidad sobre esta obra artística (un dato curioso que nadie pidió, pero igual lo comentamos): El Grito fue una inspiración directa de lo que sería la máscara del antagonista principal de las famosas películas de Scream. ¿Sabías esto?
Según lo que mencionó el director sobre esta pintura clásica, se trata de "una referencia clásica al horror puro de algunas partes del siglo XX, o tal vez solo de la existencia humana”.
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3. El Nacimiento de Venus
De las pinturas más famosas del mundo, pintado por Sandro Botticelli, tenemos El Nacimiento de Venus. Una representación gráfica de la mitología griega y una de las mejores obras de arte del renacimiento, esta pintura fue pintada en la década de 1480.
Curiosamente, a pesar del nombre de esta pintura clásica, no muestra exactamente el momento de su nacimiento, sino a Venus llegando a la orilla del mar, un momento inmediatamente después de haber nacido. A su izquierda se encuentra el dios del viento, Céfiro, y a su derecha, una personificación de las Horas de la primavera.
Lo que resalta en esta obra de arte, es el tamaño y la inmensidad de su panorama, así como la particular figura de la misma Venus, desnuda y asomando sus curvas en cada parte de su cuerpo.
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4. La Guernica
Seguramente has escuchado el nombre de esta pintura clásica, entre los tantos nombres de pinturas famosas, y es que esta es la más famosa entre las obras de arte de Picasso.
Quizá la pintura clásica más anti-bélica jamás concebida, esta monumental obra de arte es un retrato del absurdo y el terror de la guerra.
Siguiendo los pasos de lo que conocemos como cubismo analítico, La Guernica, pintada en 1937, es una de las pinturas clásicas que mejor demuestra el dolor fragmentado, caótico, terrorífico e incomprensible que causa la guerra y la destrucción.
Usando los ángulos más disonantes, la total falta de imagen tridimensional, la explanada de esta obra de arte nos muestra todo: una madre llorando desolada por su hijo muerto, un toro sorprendido, hombres sorprendidos, extremidades perdidas, y un caos total oprimente y doloroso.
Con relación a una obra de arte como lo fue el Guernica, no podíamos dejar de mencionar una pequeña curiosidad al respecto. ¿Te diste cuenta que las figuras principales que aparecen en la pintura son mujeres? La madre que llora con su bebé recién fallecido, y la que sostiene una lámpara, con los brazos extendidos hacia arriba (representando o simbolizando lo que vendría a ser la esperanza).
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5. La noche estrellada
Esta es una de las pinturas más famosas de Van Gogh, y quizá la más reconocida de todo su repertorio.
Una noche mágica y fantástica que se mezcla con remolinos y trazos extraños, un pueblo a la distancia que es tan impresionante como la misma noche, y un monumento a las luces y el movimiento, que evocan en esta pintura clásica tanto la quietud de la noche como su esplendor.
Un maestro del color como lo fue Vincent Van Gogh creó esta obra de arte cerca del final de su carrera (lamentablemente, corta) y representa lo que sería la vista desde su ventana en donde residía, el sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence.
¿Otro dato curioso sobre esta pintura clásica de Van Gogh? Esta no fue la primera Noche estrellada que realizaría el autor. En 1888 (un año antes de la que conocemos hoy en día), este pintor realizó la Noche estrellada original, conocida en la actualidad como La noche estrellada sobre el Ródano.
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6. La persistencia de la memoria
Seguramente has tenido sueños extraños y, seguramente, has tenido problemas en recordar algunas cosas de tu pasado. Todo esto se debe no solo a la misma manera en que recordamos los seres humanos, sino al paso del tiempo.
Y entre todas las pinturas clásicas, esta obra de Salvador Dalí de 1931, quizá sea el más claro ejemplo de lo extraño que es recordar y soñar.
En esta pintura famosa vemos un campo desolado, un reloj siendo comido por hormigas, un horizonte que no parece llegar a ningún lado, un árbol muerto, y los relojes marcando horas que no tienen sentido, derritiéndose en medio de la irracionalidad.
¿No te recuerdan este tipo de pinturas clásicas a algún sueño que hayas tenido? ¿O a alguna forma de ver el mundo? Si eso te pasa con esta pintura, es porque es una de las grandes pinturas clásicas del mundo.
Ya que estamos cargados de datos curiosos de las grandes obras de arte de la historia, vamos con uno más. ¿Sabías que es posible que Dalí estuviera alucinando al momento de realizar esta obra? Eso explicaría muchas cosas, ¿no?
Sacamos a la luz esta observación porque el artista tenía una técnica particular, conocida como el "método paranoico-crítico". Mediante este procedimiento, Dalí intentaba acceder a un estado de alucinaciones psicóticas autoinducidas, con la intención de realizar sus pinturas clásicas particulares. O, como él las consideraba, “fotografías oníricas pintadas a mano”.
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7. La gran ola de Kanagawa
Una de las imágenes de pinturas famosas que existen en Japón, esta obra clásica nos muestra la sutileza y belleza del arte japonés. En la distancia podemos ver el Monte Fuji, uno de los símbolos geográficos más importantes de esta nación, y el poder de las olas y el agua parece sumergirlo todo.
A pesar de esto, el color y la impresión de esta obra de arte, nos invita más a ver el poder y la fuerza que existe en la naturaleza, más que temer ante ella.
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8. El jardín de las Delicias
Una de las pinturas clásicas en tríptico que tiene más vida en sí mismo que la vida humana de muchas personas.
Este es el tipo de obras de arte históricas que muestran una sociedad, un mundo vivido, aún si es fantástico. Un mundo vivaz y extraño, lleno de dolor y placeres. Tan lleno de objetos, personas, animales, naturaleza, y simplemente, vida, que el movimiento parece existir desde el momento que pones los ojos en él.
Viendo este mundo, ¿no te parece que es real? ¿No te parece que esta obra de arte tiene vida más allá de sus mismos trazos? Una infinidad de personas se asombran aquí, donde vemos un mundo, o quizá varios mundos, donde todo puede suceder.
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9. La libertad guiando al pueblo
¿Pensarías tú que el momento cúlmine de una sociedad es cuando finalmente se juntan y derrocan a aquellos que los oprimen? Esta es una de las tantas pinturas clásicas que muestran este deseo, este anhelo por seguir adelante sin importar lo que pase.
La lucha por la libertad es algo con lo que todos nos sentimos identificados, y esta es una de las pinturas más famosas que nos muestran en su totalidad lo que significa luchar por tus ideales y no rendirte, siempre adelante.
Esta es una obra artística, realizada por el artista francés, Eugéne Delacroix, y fue realizada durante el apogeo de la Revolución Francesa, logrando capturar el espíritu de sublevación del pueblo francés.
Vamos con otro fun fact, que te encanta tanto como a nosotros: la mujer que aparece en esta pintura clásica lleva por nombre Marianne, siendo la representación física de la República Francesa.
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10. La joven de la Perla
Junto con la Mona Lisa, este es posiblemente el retrato más famoso en la historia de las grandes pinturas clásicas. Pintada por Johaness Vermeer, es considerada la obra de arte más hermosa de los Países Bajos y asombra por su delicadeza y por la belleza de la mujer que ahí se retrata.
Esta pintura clásica sigue los elementos del tronie, una técnica que más que retratar, se encargaba de darle expresiones y emociones a las personas que se dibujaban. Y de alguna forma, puedes darte cuenta de esto.
La joven de la Perla no se encuentra posando como era común, sino que parece tener una expresión: curiosidad, interés, un pequeño secreto o quizá recordó algo que la va a hacer sonreír. ¿Recuerdas haberte sentido alguna vez como se siente ella?
¿Quieres otro dato curioso, esta vez sobre la Joven de la Perla? La obra de arte del holandés Vermeer es conocida comunmente como la Mona Lisa del norte. Esto ocurre en parte por la expresión cautivadora de la persona del retrato, al igual que ocurre en la famosa obra de Leonardo Da Vinci. Además, el misterio rodea a ambas pinturas clásicas.
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11. Las Meninas
En este post no puede faltar una pintura clásica del gran artista Diego Velázquez, ni más ni menos que el pintor de cámara del rey Felipe IV. Sus retratos son su santo y seña, ya que el pintor los dotaba de una gran expresividad, consiguiendo capturar la personalidad y la esencia misma de los retratados.
Si hablamos de su obra de arte más emblemática, tenemos que hacer mención de ésta: Las Meninas es mundialmente aclamada por la complejidad de su diseño. La protagonista del retrato es la infanta Margarita Teresa, quien se encuentra acompañada de sus damas de compañía, un guardaespaldas, una chaperona, un chambelán y... ¡El propio autor!
Como dato curioso de esta pintura clásica, debemos destacar dos personas extra, que hacen una especie de cameo en el retrato. Se tratan de los reyes, Felipe IV de España y Mariana de Austria, quienes se ven encima de la cabeza de la infanta, siendo como un retrato de ellos en la pintura.
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12. La Balsa de la Medusa
En esta pintura, creada por el artista Théodore Géricault caracterizó lo que fue el movimiento del arte romántico, que se preocupó por capturar y representar la sublimidad, tanto de la naturaleza como del individuo.
En este caso, La Balsa de la Medusa evidencia lo que sería un naufragio histórico, ocurrido en la costa de lo que hoy conocemos como Mauritania, en donde los marinos tuvieron que enfrentar a condiciones realmente complicadas para encontrar algún lugar que sirviera de refugio.
Si hablamos del romanticismo francés, no podemos dejar de mencionar esta obra, que cuenta con una alta dosis de dramatismo.
¿Lo curioso de esta obra de arte? Que la famosa Balsa de la Medusa es realmente enorme: mide aproximadamente 4.91 por 7.16 metros. Pero se queda diminuta, si la comparamos con su versión real, la cual llegó a medir unos 7 por 20 metros.
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13. Almuerzo sobre hierba
Un clásico de clásicos, y que destacamos por una razón muy especial. La obra de arte de Almuerzo sobre la hierba, realizada por el pintor Édouard Manet en 1863, sirve como un puente entre los que conocemos en la actualidad como el realismo y el impresionismo, gracias a lo que vendría a ser un enfoque más moderno de lo que son el estilo y la temática.
La obra habla por sí sola, ¿no es así? Dos hombres, elegantemente vestidos, en un picnic junto a una mujer desnuda, en lo que representa una clara inspiración a los desnudos femeninos de las pinturas clásicas, pero ubicándolo en un contexto más contemporáneo.
Como referencia, podemos destacar que los dos individuos que aparecen en la pintura eran familiares de Manet. Uno es su hermano, Eugène Manet, mientras que el otro es el que sería su futuro cuñado, ni más ni menos que el escultor holandés Ferdinand Leenhoff.
Por su parte, la mujer que aparece desnuda es Victorine-Louise Meurent, quien era una especie de musa, bastante popular entre los pintores parisinos de aquella época. Incluso la apodaban “La Crevette” (el camarón), debido a lo que sería su pelo rojo y la tez sonrosada.
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14. Baile en el Moulin de la Galette
Una de las obras artísticas más celebradas del pintor Pierre-Auguste Renoir, ya que significa una de las representaciones más fieles de lo que sería la etapa conocida como la Belle Époque de Francia.
Esta es una obra impresionista, dibujada al aire libre, en la que se retratan la vida y el ocio durante esta época tan representativa de la historia francesa.
La curiosidad dentro de esta obra son los retratados. Las personas que aparecen en la obra eran académicos y artistas, que eran muy cercanos al pintor. Renoir les pidió que se reunieran con él para poder realizar la pintura.
Fuente: Wikimedia commons
Como podrás ver, todas estas pinturas clásicas son unas verdaderas obras de arte. Creaciones nacidas del fruto de la creatividad de sus autores, algunas con mensajes sociales y otras, simplemente, contienen sus emociones más profundas.
Al final, lo realmente importante es lo que ellos han logrado hacer sentir a través de sus obras. ¡El arte es vida y hay que vivirlo!
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¡Hasta pronto!