¿Alguna vez te has preguntado si tienes características de una persona agresiva? Irritabilidad y cambios de humor repentinos, responder a gritos cuando pierdes la paciencia y otras actitudes similares son rasgos de agresividad que se manifiestan en diferentes situaciones.
Si te preocupa que en algún momento puedas ser víctima de tus impulsos y terminar diciendo o haciendo algo de lo que te arrepientas, te invitamos a leer este artículo hasta el final.
En este post aclaramos todas tus dudas respecto a las características de una persona agresiva, te ayudamos a reconocerlas en tu persona y, además, te explicamos cómo trabajar en cambiar tu personalidad en positivo.
¿Qué es la agresividad?
La agresividad es una respuesta evolutiva normal hacia las amenazas y el miedo: todas las criaturas reaccionan de forma más o menos agresiva cuando sienten que están en peligro.
En el caso de los seres humanos, la agresividad también es una respuesta al miedo, la inseguridad y el peligro: puede ser ante una amenaza física, ante una posible pérdida, o incluso como una forma de canalizar la frustración. Estas reacciones podrían sucedernos a todos en determinado momento, sin importar el tipo de personalidad que tengamos.
¿Cuál es la diferencia entre una personalidad agresiva y una pasivo-agresiva?
Ahora bien, es importante diferenciar la personalidad agresiva, de las características de una persona pasivo-agresiva.
Aunque parecen conceptos similares, la personalidad agresiva casi siempre se deriva de una mala gestión de la ira y la frustración. Mientras que la personalidad pasivo-agresiva está relacionada con un trastorno propiamente dicho de la personalidad: el llamado Trastorno pasivo-agresivo.
Para explicarlo de forma sencilla, nuestra profesora Ariana González, en su curso de gestión y trabajo con personas difíciles, menciona lo siguiente:
“Las personas agresivas son fáciles de reconocer, pues su mal carácter es notorio. Sin embargo, las personas con personalidad pasivo agresiva son más difíciles de identificar, porque pueden parecer alegres, cuando en realidad por dentro no lo están.”
Según un artículo de la BBC sobre cómo tratar a un pasivo agresivo ''mucha gente muestra un comportamiento levemente pasivo-agresivo de vez en cuando", ante lo cual debemos actuar de manera asertiva, pero amable.
Podemos definir que cuando existen problemas en la gestión de la agresividad, es cuando estamos ante una personalidad agresiva. Pero, en específico, ¿cuáles son las características de una persona agresiva?
A continuación, te mostramos cómo saber si una persona es agresiva, y si tú entras dentro de esa categoría.
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¿Cuáles son características de una persona agresiva?
Sin dudas, la agresividad es uno de los rasgos de la personalidad menos deseables. Pero claro, ¿cómo detectar la presencia de este rasgo?
Descubre a continuación, las características de una personalidad agresiva.
1. Eres controlador/a en tus relaciones
Las personas con personalidad agresiva suelen ser posesivas y controladoras en sus relaciones más significativas, siempre son problemáticas. Estas actitudes no solo se presentan en familiares cercanos, sino también en nuestras parejas.
Si con frecuencia quieres controlar las decisiones y rutinas de tu pareja, saber dónde está, o mostrarte celoso/a ante el menor indicio de inseguridad, puede que tengas problemas de agresividad.
Adicional al rasgo de ser controlador, se encuentra la tendencia a manipular. Y, ojo, manipular no es lo mismo que persuadir. Pues esta última es una característica que te permite conseguir tus objetivos sin hacer daño a otras personas.
2. Te cuesta ganar discusiones y convencer en reuniones
Una de las características de una persona agresiva en la comunicación más distintiva es su actitud durante reuniones, discusiones y ponencias. Como no suelen tolerar bien que se les lleve la contraria, y presentan dificultad para expresarse sin sonar impositivos y dominantes, les cuesta que sus ideas sean aceptadas en ámbitos laborales, familiares y de pareja.
En estos últimos ambientes, puede que ganen algunas discusiones, pero a base de intimidación y no de lógica.
3. Ves las bromas como una ofensa
Otra de las características de una persona agresiva es el tomarse bromas y otras interacciones no serias, como algo personal. En esos casos, las personas se preguntan por qué una persona se vuelve agresiva cuando solo se está bromeando con ellas.
Pero lo cierto es que la forma en que esos individuos perciben las acciones del resto, hace que piensen que estas se realizan con mala intención o con motivos ocultos, ya sea de burla o humillación.
4. Te cuesta pedir perdón
A todos (o casi todos) nos cuesta admitir que nos hemos equivocado, sobre todo cuando lo que se cuestiona es una creencia o convicción enraizada en nuestra personalidad. Pero, cuando nos equivocamos, es lógico pedir perdón.
Sin embargo, a una personalidad agresiva le costará pedir perdón sinceramente, y esto lo dejarán bien claro en el tono de voz y la actitud asumida a la hora de disculparse. Esto sucede porque una persona con tendencia a la agresividad sentirá que, si se disculpa una vez, tendrá que hacerlo con mucha frecuencia, lo cual será simplemente muy difícil de aceptar para ella.
5. Se te dificulta mantener a tus amistades
La personalidad agresiva se relaciona con reacciones como el rencor y los cambios drásticos de humor. Sumadas a la reticencia a pedir perdón, claramente no serán actitudes bien toleradas por el resto de personas, que se alejarán de este tipo de individuo temperamental.
Como ves, no existen en realidad características físicas de una persona agresiva que la definan como tal. Así que, en lugar de mirarte al espejo, mejor haz una introspección y pregúntate si esos rasgos de la personalidad agresiva son parte de tu personalidad
¿Cómo transformar tu personalidad agresiva?
Ahora que ya sabes las características de una persona agresiva, si te reconoces en esa descripción, te proponemos una serie de actitudes y acciones que pueden ayudarte a transformar tu personalidad para mejor.
1. Aprende a gestionar tu ira, no a acumularla
La ira y frustración acumulada son características de una persona agresiva que se hacen necesarias gestionar de una mejor forma para que luego no produzca un estallido que traiga terribles consecuencias en el ámbito personal o laboral.
En lugar de canalizar la ira con agresividad, puedes transformar esa energía en creatividad y expresarla de forma artística. Por ejemplo, puedes tomar algún curso de arte o manualidades, según sean tus intereses.
2. Controla el estrés y trabaja en la relajación
Si notas que el estrés y la tensión son detonantes de tu agresividad, intenta buscar formas de aliviarla. Puedes utilizar estos ejercicios para aliviar el estrés y la ansiedad en casa que te proponemos, o practicar algún deporte, yoga o mindfulness.
3. Exprésate de forma asertiva, no confrontativa
Cuando detectes que hay una situación en la que puedas reaccionar de forma agresiva, detente un momento: piensa antes de hablar, y luego, cuando las tensiones bajen por ambas partes del problema, exprésate de forma asertiva, evitando cualquier tipo de confrontación.
Si tienes dudas respecto a cómo lograr una proyección asertiva, te dejamos este excelente curso de habilidades emocionales para la vida.
4. Evalúa si tu reacción está justificada
Antes de reaccionar de una forma que podrías lamentar, teniendo en cuenta las características de una persona agresiva, pregúntate si no estás reaccionando de forma desmedida. Por ejemplo, cuando te enfadas, y ofendes al chofer de en frente durante un embotellamiento, esta actitud puede desencadenar en un enfrentamiento más directo. Confrontación que puedes evitar si mantienes la calma.
Detente a pensar en cada situación a la que te enfrentes, y en la que sientas que responderás a la defensiva, evalúa si realmente la otra persona merece tu agresividad.
5. Aléjate de situaciones y personas irritantes
Es muy probable que seas más propenso/a a mostrarte más agresivo/a ante personas que, por sus características, produzcan esa reacción en ti: son las temidas personas tóxicas. Esto también puede suceder en situaciones que crean tensión y estrés, tales como embotellamientos, colas, discusiones amistosas, entre otras.
Aunque no podrás evadir siempre a esas personas y situaciones, trata de evitar confrontaciones con ellas.
6. No temas pedir ayuda
Para terminar, no dudes en pedir ayuda a un terapeuta si sientes que te cuesta controlar de forma efectiva tu ira.
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¿Reconoces en ti mismo/a las características de una persona agresiva? ¿Te sientes vulnerable ante situaciones estresantes? Si es así, esperamos que nuestros consejos te ayuden a manejar tus emociones y actitudes con el objetivo de canalizar toda esa energía de manera positiva.
Para concluir, si no eres tú quien tiene un problema de agresividad, pero necesitas lidiar con este tipo de personas en el trabajo, te invitamos a conocer los cursos online de recursos humanos. Encontrarás una excelente guía para mejorar la comunicación con todo tipo de personalidades.