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Transformación cultural

La cultura ágil es una de las mejores herramientas que pueden utilizar las empresas para promover la colaboración y la cooperación dentro de los entornos laborales. Este enfoque reduce la burocracia asociada a los procesos empresariales, y permite que las empresas obtengan un mayor desempeño.

En la actualidad, son muchas las compañías que han dado un giro de 180 grados en relación a la tecnología que utilizan para desarrollar sus negocios. Asimismo, la aplicación de las metodologías ágiles, como el método Scrum, está mejorando la ejecución de los procesos empresariales, a la vez que favorece el desarrollo de una mejor experiencia para los clientes.

Además, los equipos de trabajo que se desarrollan en una cultura ágil de trabajo se sienten más comprometidos con los proyectos de los que son parte y, en consecuencia, ofrecen mejores resultados y un nivel de desempeño más alto.

¿Qué es la cultura ágil?

El concepto de cultura ágil hace referencia a un modelo de gestión empresarial en el que se utilizan estrategias para optimizar las estructuras, los procesos y las formas en que los equipos de trabajo llevan a cabo sus tareas.

Aunque se trata de un concepto que se desarrolló en torno al mundo del software y la tecnología, empresas de diferentes industrias se esfuerzan por llevar a cabo una transformación en sus modelos de gestión y construir una cultura ágil.

En resumen, podemos decir que se trata de una mentalidad y un tipo de conducta que transforma la forma en la que operan las empresas, y que sirve para obtener mejores resultados. Precisamente por esto, cuando se implementa, lo más importante es el cambio en la forma en la que las personas trabajan e interactúan con sus equipos de trabajo.

La idea de tener una cultura ágil es desarrollar empresas que sean más flexibles, resilientes y con un mayor nivel de adaptación al cambio. En el mundo empresarial la cultura ágil está asociada a altos niveles de calidad, incrementos en la productividad, y mejoras en la rentabilidad.

Como se señala en Forbes, una empresa ágil implica el aprovechamiento al máximo de los desarrollos digitales para elevar la participación de las personas y mejorar la oferta de valor de los negocios.

Por lo tanto, una cultura ágil implica que los equipos de trabajo adoptan metodologías ágiles que les permite entregar resultados en el menor tiempo posible y trabajar de manera colaborativa.

A nivel organizacional, el desarrollo de una cultura ágil de trabajo significa cambiar por completo la concepción tradicional del flujo de asignación y distribución de tareas. Tal es el caso de la construcción de equipos autónomos de alto rendimiento, quienes tienen más flexibilidad para tomar decisiones relacionadas a los proyectos en los que trabajan.

Personas investigan qué es cultura ágil

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¿Cómo construir una cultura ágil?

Existe mucha bibliografía sobre la cultura ágil o agile culture, sin embargo, la mayoría de las organizaciones experimenta problemas al momento de llevar a cabo la transición de una cultura de trabajo tradicional a cultura ágil.

Entender los conceptos clave y saber cuál es el propósito de tener una cultura organizacional ágil es uno de los factores más importantes, ya que sin ello las empresas no obtendrán los resultados que esperan.

Ándrea Castañeda, profesora del curso Herramientas Agile para gestión de equipos, explica por qué es tan importante definir con precisión qué es la cultura ágil, sobre todo, si se desea realizar un cambio profundo dentro de una organización:

Si bien en los últimos años la agilidad ha tenido un despegue muy importante y ha ganado mucha popularidad, mal entendida, puede generar problemas. Por lo tanto, es sumamente importante comprender que Agile no es hacer las cosas más rápido, tampoco tiene que ver con no llenar documentación o llenar nuestros espacios de trabajo con sticky notes.

La agilidad y la cultura ágil es un mindset que va más allá de eso, pues se trata de buscar la mejora continua, la adaptación al cambio, la entrega de valor y la retroalimentación constante”.

Aunque entender qué es la cultura ágil y reconocer los pasos que se deben seguir para implementarla en una empresa puede resultar algo complicado, todo puede ser más sencillo si se parte de una buena base.

Siguiendo a Mckinsey y su investigación en relación al cambio a una cultura ágil, se puede pensar en cuatro puntos clave para su construcción.

1. Definir los puntos de partida y llegada

Como en todo cambio que quiera llevarse adelante, es relevante comprender cuál es la cultura actual de la empresa. Porque, al contar con un panorama claro sobre el escenario desde el que se parte, se puede pensar en la definición de metas o puntos de llegada.

De esta forma, se pueden plantear los puntos clave que se quieren transformar, además de los puntos de llegada que consolidan el resultado que se plantea obtener con el cambio en la cultura organizacional. Asimismo, se pueden desglosar cuáles son los cambios de mindset que se persiguen en cada oportunidad.

Por ejemplo, si se detecta que uno de los puntos a transformar en la cultura vigente es el de la individualidad, el punto de transformación al que se puede llegar es el del trabajo en equipo.

Entonces, siguiendo el ejemplo anterior, se pasa de la priorización de las propias de las tareas propias, a una actitud de participación y colaboración entre todas las personas del equipo.

2. Hacer del cambio algo personal

Una buena práctica para lograr que el cambio a una cultura ágil sea algo que interpele a las personas, es involucrar a los equipos de trabajo en la construcción del concepto de cultura ágil. También se puede incentivar la participación, solicitando opiniones sobre las cosas que creen que deberían mejorarse para agilizar los procesos y obtener mejores resultados.

La escucha activa es importante en la transición de una concepción del trabajo individual a una de colaboración, y requiere de programas de capacitación corporativa. La idea es brindarle a todas las personas la oportunidad de obtener los conocimientos y habilidades que necesitan para insertarse dentro de un modelo de trabajo con cultura ágil.

metodologias agiles

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3. Realizar cambios en la cultura de la empresa

Para llevar adelante los cambios estructurales que se necesitan para tener una cultura ágil, es fundamental redefinir cada uno de los aspectos que componen la cultura corporativa de una organización. Esto implica repensar los valores, enfoques, y modos de llevar a cabo el trabajo.

No se trata de una tarea sencilla, sin embargo, los líderes de las empresas se deben esforzar por llevarla a cabo. Es importante que la fuerza de trabajo y los entornos laborales sean aptos para generar el cambio en los procesos empresariales, y obtener los beneficios asociados al desarrollo de una cultura ágil.

En los ejemplos que resalta McKinsey para hablar de la cultura organizacional ágil, se menciona que elementos que son aparentemente irrelevantes, como la disposición de las oficinas, tienen efectos sobre la forma en la que se realiza el trabajo dentro de una empresa. La idea es eliminar todas las barreras u obstáculos que perjudiquen el trabajo en equipo.

Lo mismo sucede con los entornos de trabajo digitales, en el que las herramientas de trabajo colaborativo juegan un papel sumamente importante. Las organizaciones deben invertir en herramientas digitales para aumentar la productividad de sus colaboradores, bien sea que trabajen bajo el modelo de trabajo remoto, híbrido o presencial.

4. Monitorear los cambios y aprender de los errores

La supervisión y el análisis de los resultados que se obtienen forman parte del desarrollo de una cultura ágil. La evaluación de los cambios y el impacto que estos tienen en los niveles de productividad y rentabilidad de las empresas es un factor esencial en las transformaciones ágiles.

La idea es descifrar cuáles son los cambios que se han obtenido en el rendimiento de los equipos de trabajo después de implementar los cambios. Hay que ver en qué áreas el paso de una cultura tradicional a cultura ágil ha sido de beneficio para las organizaciones, y qué aspectos se pueden mejorar para obtener mejores resultados.

En este sentido, es necesario que se definan cuáles son las métricas que se van a monitorear para entender el impacto del cambio. La mayoría de las empresas se concentra en medir cómo la implementación de una cultura organizacional ágil afecta los niveles de productividad, employee engagement y retención de talento.

transformacion agil

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¿Qué son las metodologías ágiles?

Todas las organizaciones que están llevando a cabo procesos de innovación y transformación digital hacen uso de las metodologías ágiles. Pero ¿cuáles son estas metodologías?, ¿qué relevancia tienen dentro de un entorno de cultura ágil?

En resumen, podemos decir que son con metodologías ágiles se hace referencia a las herramientas y procedimientos que se utilizan dentro de una compañía para adaptar el trabajo a una visión de cultura ágil. Es decir, con estas metodologías se pueden ejecutar proyectos teniendo en cuenta valores como la rapidez, la flexibilidad y la adaptación al cambio.

Más adelante profundizaremos un poco más y te explicaremos cuáles son las metodologías ágiles que suelen utilizar la mayoría de las empresas.

¿Cuáles son las características de las metodologías ágiles?

Las metodologías ágiles tienen algunas características que nos permiten diferenciarlas de otras, y conocerlas es sumamente importante. Para ayudarte a entender cuáles son los aspectos que más se destacan en las metodologías que se utilizan dentro de una cultura ágil, te mencionaremos algunos puntos clave.

  • Están vinculadas a la transformación digital y la optimización de recursos.
  • Son ideales para aquellos modelos de negocio donde se trabaja en varios proyectos en simultáneo y, por lo tanto, se requiere de un cierto grado de flexibilidad.
  • El trabajo es colaborativo.
  • Se potencian habilidades para la resolución de problemas, se priorizan las tareas, y se tiene una visión abierta al cambio.
  • Desde esta perspectiva, se considera al cliente como parte esencial de los procesos.
  • La simplicidad es uno de sus valores centrales.

propuesta de valor del empleado

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¿Cuáles son las ventajas y desventajas de las metodologías ágiles?

Es importante tener en cuenta que, como todo, las metodologías ágiles también tienen sus ventajas y desventajas. Conócelas para analizar si es lo que tu equipo de trabajo necesita:

Ventajas de las metodologías ágiles:

  • La incorporación del cliente al flujo de trabajo hace que se trabaje sobre su feedback de forma más rápida.
  • Se detecta con mayor velocidad cuáles son las necesidades del cliente.
  • No hay demoras en la entrega de respuestas, soluciones y resultados.
  • Se desarrolla el potencial de cada persona en un equipo de trabajo, sobre todo, porque hay claridad respecto a las tareas y metas que debe cumplir.
  • La flexibilidad en las estructuras de los proyectos permite que los equipos desempeñen su labor con motivación y entusiasmo.
  • Se reducen los costos, porque se identifican los errores con mayor rapidéz y se toman medidas para evitarlos.

Desventajas de las metodologías ágiles:

  • Se puede perder información importante.
  • Si el equipo no desarrolla sus habilidades blandas, puede complicarse la comunicación.
  • El desconocimiento sobre la aplicación de las metodologías ágiles puede conducir a un descontrol en el alcance de los proyectos, por ejemplo.

Por todo esto es que el entrenamiento personalizado sobre estas metodologías cobra un papel importante al pensar en cómo construir una cultura ágil.

mejorar productividad

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¿Cuáles son los tipos de metodologías ágiles?

Los equipos de trabajo pueden utilizar diferentes metodologías ágiles para mejorar su productividad y obtener mejores resultados. En este punto te hablaremos de algunas de ellas.

Cuando termines de leer este apartado, estarás preparado para empezar a implementar algunas de estas metodologías y orientar tu organización hacia un cambio de visión empresarial.

1. Scrum

Scrum es una de las metodologías ágiles más conocidas y utilizadas en los negocios. Se trata de un marco de trabajo que se puede aplicar en casi cualquier departamento. Generalmente, se reconoce por la ejecución de tareas en sprints, lo que permite mejorar los proyectos en un período de tiempo muy corto.

Esta metodología es una gran forma de promover e incentivar a las personas para que se organicen y busquen constantemente una forma de mejorar su trabajo. Lo que la caracteriza es que las tareas complejas y de gran tamaño se dividen en otras más pequeñas. A su vez, se contempla el hecho de que los procesos y metas pueden cambiar a medida que pasa el tiempo.

Así, los equipos maximizan su productividad en la menor cantidad de tiempo posible. La planificación y la transparencia se vuelven las mejores herramientas con las que cuentan las personas que trabajan bajo el método Scrum.

Si quieres que las personas de tu empresa dejen de posponer sus proyectos, el marco de trabajo Scrum es una excelente solución.

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2. Kanban

Otra de las metodologías ágiles de las que tenemos que hablar es la de Kanban. Se suele utilizar cuando los líderes de proyecto necesitan tener una visión más amplia sobre el estado de las tareas y saber cómo están avanzando los proyectos en los que se está trabajando.

Un ejemplo muy útil para entender cómo funciona este método dentro de una cultura ágil, lo podemos encontrar en el uso de herramientas como Trello o Jira, en las que se organizan las tareas en diferentes tableros para saber qué está pendiente, qué está en proceso, y qué se completó.

3. Programación Extrema

La metodología de Programación Extrema, también conocida como Extreme Programming, es de las más aplicadas en los proyectos de desarrollo de software. Esto, porque permite trabajar ágilmente con la retroalimentación del cliente al brindarle versiones parciales del producto que se está desarrollando.

Es decir, el test del cliente cobra un lugar central para este método, porque permite reducir costos, y gestionar el tiempo y otros recursos de una forma mucho más eficiente.

trabajo colaborativo

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Gracias a la cultura ágil, muchas empresas en todo el mundo están optimizando sus procesos, sobre todo, porque adoptan una visión de trabajo en la que lo más importante es realizar los trabajos de forma rápida, con cierto nivel de flexibilidad, y adaptándose a cualquier cambio que se pueda presentar.

Es importante que todas las personas que forman parte de una empresa entiendan con precisión de qué va la cultura organizacional ágil, y cuál es el papel que deben cumplir. Solo de esta manera se pueden obtener los beneficios y ventajas que están asociados a la implementación de esta visión empresarial.

Si llegaste hasta este punto ya tienes una idea más clara de qué es la cultura ágil, sin embargo, te recomendamos seguir profundizando en el tema y capacitarte para llevar a cabo los cambios que se necesitan dentro de tu organización. ¡Capacítate con nuestra Academia de Innovación y Transformación Digital!

¡Hasta pronto!