El diseño emocional es un concepto innovador que surge para ver más allá de lo racional en el diseño industrial, y enfocarnos en el factor humano de las personas para diseñar productos.
En el artículo de hoy, te contaremos qué es el diseño emocional y su metodología. También, te hablaremos sobre los niveles de diseño emocional y cómo aplicarlos en el diseño de productos. Finalmente, te enseñaremos cómo se relacionan el diseño emocional y la experiencia del usuario (UX). ¡No te lo pierdas! 🤩
Índice
- ¿Qué es diseño emocional?
- Metodología para el diseño emocional
- Objetivo del diseño emocional
- Niveles de diseño emocional
- Diseño emocional y la experiencia del usuario
¿Qué es diseño emocional?
El concepto de diseño emocional fue acuñado por el doctor en ciencias cognitivas, Donald Norman, en su libro “ Emotional Design; why we love (or hate) everyday things”. Se puede decir que el término es relativamente nuevo, ya que la obra de Norman fue publicada en el 2003.
En pocas palabras, el diseño emocional según Donald Norman se define como una rama del diseño que se dedica a los aspectos del diseño de productos para crear vínculos emocionales entre el usuario y el objeto, a través de la interacción sensorial. De esta manera, el diseño emocional busca construir una experiencia más placentera para los usuarios.
Asimismo, se puede decir que el diseño emocional es una metodología holística e interdisciplinaria, ya que abarca distintas disciplinas, como el Branding emocional y el Marketing emocional. Sin embargo, en este artículo haremos énfasis en el diseño industrial.
Imagen: Donald Norman ( medium.com)
Metodología para el diseño emocional
En su libro Para Una Teoría del Diseño, Luis Rodriguez Morales, nos dice que un diseñador industrial se encarga de configurar la forma de los productos para satisfacer necesidades. Estas necesidades pueden ser fisiológicas, sociales, emocionales, de seguridad, de reconocimiento y de autosuperación.
Las investigaciones que han estudiado el diseño de productos se han enfocado en desarrollar la importancia de los procesos cognitivos y las habilidades de los usuarios. Por esta razón, las personas dedicadas al diseño industrial están acostumbradas a apelar el lado cognitivo de las personas; es decir, solo los ve como seres racionales. Esta visión es errónea, porque despoja a los consumidores del factor humano y, por ende, no lo comprende en su totalidad.
Sin embargo, el diseño emocional se encarga de ver a los seres humanos como seres integrales, los cuales cuentan con una perspectiva racional y otra emocional. Asimismo, se ha visto que el papel emocional es muy importante para el desarrollo de la experiencia del usuario, ya que se ha visto que influyen directamente sobre los procesos cognitivos, como en la memoria, resolución de problemas, la percepción y el pensamiento.
Según Donald Norman, tomando en cuenta lo anterior, se puede asumir que la satisfacción de la experiencia del usuario está basada principalmente en el comportamiento emocional. Se consideran 3 criterios asociados al mismo: las emociones evocadas por el producto, el humor del usuario y los sentimientos previos asociados al producto. Los primeros dos se influencian mutuamente y el tercero se relaciona al valor otorgado según experiencias previas. Así es como se puede concluir que las emociones tienen consecuencias en la experiencia del usuario y la valorización del producto.
El diseño emocional es el método para evocar la conducta emocional a través de las características del producto. Esto se puede dar de forma implícita como explícita. No obstante, se considera que intentar provocar reacciones emocionales ante estímulos implícitos es más efectivo, ya que apela al inconsciente de las personas.
La manera implícita de evocar emociones a través del diseño industrial emocional es por medio de la estética de un producto. En fin, con esto nos referimos a que la presentación de un producto influirá en la valorización del mismo. Construímos nuestra percepción de un producto basado en las emociones que despierten. Esto quiere decir que, mientras más atractivo sea el producto, mejor valorización tendrá y será más probable que lo compremos y recomendemos.
Imagen: fancycrave1 from Pixabay
En su estudio sobre el placer que generan los productos en los consumidores, Patrick Jordan, experto en diseño emocional, determinó que existían 4 dimensiones.
En primer lugar, existe el placer físico, que también podemos llamar placer sensorial, ya que se obtiene por medio de la gratificación de los sentidos, como, por ejemplo, oler algo agradable o ver algo atractivo. Este es muy importante para el diseño emocional, pues el primer contacto del potencial cliente con el producto. Aquí necesitamos tener en cuenta desde el diseño del packaging hasta la estética general del producto. Un método para medir las emociones frente a estos estímulos es el Neuromarketing.
En segundo lugar, tenemos el placer psicológico, que se refiere al sentimiento de gratificación cuando se alcanza un logro. Por ejemplo, resolver un problema y llegar a una meta. En este caso, nos referimos a la usabilidad del producto. Con este término hablamos de la facilidad de uso del producto, es decir, su funcionalidad. La usabilidad es inherente al diseño del producto, pues es consecuencia directa del proceso de diseño de un producto.
En tercer lugar, hablamos del placer ideológico, que hace referencia a la satisfacción del deseo de nutrirse de información. Como, por ejemplo, aprender algo nuevo en una clase online, leer un libro o asistir a un museo. El diseño emocional, en este caso, se usa en relación al contenido en sí del producto; sin embargo, esta dimensión no es aplicable directamente a todos los productos.
Finalmente, pero no menos importante, existe el placer social, que proviene del estatus del producto o de la imagen que proyecta socialmente. Esto, por un lado, puede hacer referencia a la aceptación social como a la identificación con los valores que exterioriza a través del diseño del producto. Esto genera un sentido de pertenencia y participación en comunidad.
Imagen: Freepik
Objetivo del diseño emocional
Según Donald Norman, el objetivo del diseño emocional es potenciar el placer en nuestras vidas. El diseño emocional busca transformar el enfoque del diseño industrial. Antes, solo se buscaba diseñar productos intuitivos y funcionales; sin embargo, esta disciplina propone que el diseño de productos también necesita tomar en cuenta que se disfrute la experiencia del uso o, la conocida a su vez como, la experiencia del usuario (UX).
En otras palabras, el diseño emocional tiene como objetivo potenciar la experiencia de interacción entre el diseño del producto y el usuario, y el desarrollo de la percepción del mismo en relación a esta dinámica. Por esta razón, es importante comenzar el proceso por el análisis del usuario, tomando a las personas en cuenta como seres integrales, donde predomina el carácter emocional para la toma de decisiones de compra.
Niveles del diseño emocional
Si quieres que tu producto tenga éxito, el diseño emocional cuenta con tres niveles emocionales que busca satisfacer: Visceral, Conductual y Reflexivo.
Diseño emocional: Visceral
La fase visceral del diseño emocional se refiere a lo que percibimos inmediatamente ante la presencia del producto, es decir, la reacción sensorial ante el primer estímulo que nos transmite, como los colores, formas, simetría, peso, olor, contrastes, etc. Esto se puede relacionar con el placer físico, mencionado anteriormente.
Se puede decir que el nivel del diseño emocional más básico es el visceral, ya que se relaciona al concepto del instinto, y las emociones que evocan los estímulos. Asimismo, porque esta reacción no es necesariamente consciente; por el contrario, apela al subconsciente de las personas, que se encarga de dar el primer paso al interés por un producto.
En pocas palabras, podemos decir que la fase visceral apela al diseño emocional de la apariencia física y externa de un producto. Los usuarios relacionarán su gusto por la estética de un producto para su valoración, dejando de lado la funcionalidad y la calidad del producto. Esto quiere decir que, mientras más atractivo sea un producto, ellos consideran que es mejor.
Diseño emocional: Conductual
La segunda fase del diseño emocional es la conductual, que se refiere directamente al uso del producto, es decir, analizar qué tan funcional es, qué tan fácil de usar es, cómo nos sentimos al manipularlo y si cumple nuestras necesidades y expectativas como usuarios. Así como el anterior, este nivel de diseño emocional es inconsciente, pero cumple un rol clave en nuestra capacidad de toma de decisiones.
El diseño emocional del comportamiento se relaciona tanto con la facilidad de uso como con el placer del control sobre el producto y de una experiencia de usuario fluida. Esto quiere decir que, mientras más cómodo sea de usar un producto y menos interrupciones tenga la experiencia del usuario, tendremos mayor probabilidad de simpatizar con el mismo y tener una percepción positiva.
Diseño emocional: Reflexivo
Finalmente, tenemos el nivel del diseño emocional reflexivo, que habla el último paso que incluye en la toma decisiones para adquirir un producto. En este momento, analizaremos cómo usaremos el producto y consideraremos si comprarlo tendrá consecuencias a corto o largo plazo. A partir de esto, se puede asumir que esta fase ya involucra un proceso consciente, pues toma en cuenta un proceso activo e intencional de procesamiento de información.
Asimismo, en esta fase del diseño emocional, se involucran conceptos como la satisfacción personal, el autoestima, las emociones, los valores y la relación de la persona con su entorno y cómo esta le afecta. En otras palabras, el usuario realiza una evaluación subjetiva tomando en cuenta factores internos y externos sobre cómo se ajusta el producto a su vida.
El diseño emocional reflexivo se relaciona más al componente de placer social, ya que toma en cuenta el concepto del estatus y cómo las otras personas dentro del cuerpo social nos pueden percibir según el producto. Esto quiere decir que, si queremos que las personas nos vean de una forma en particular, debemos adquirir productos que transmitan esta idea del estatus.
Diseño emocional y la experiencia del usuario
Es pertinente definir qué es la experiencia del usuario (UX) antes de explicar su relación con el diseño emocional.
Las ISO son las normas que proponen un estándar internacional sobre la creación y diseño de productos y servicios. Estas son creadas por la International Organization for Standardization para facilitar el orden del comercio mundial. La norma ISO 9241-2010 propone una definición de experiencia del usuario:
“La experiencia de usuario son las percepciones y respuestas de una persona como resultado del uso o de la anticipación del uso de un producto, sistema o servicio. […] La experiencia de usuario incluye todas las emociones, creencias, preferencias, percepciones, respuestas físicas y fisiológicas, comportamientos y logros de los usuarios que ocurren antes, durante y después del uso”.
En palabras más sencillas, la experiencia del usuario es la experiencia de la interacción entre un sujeto y un producto en condiciones específicas. El diseño emocional busca incluir las emociones, expectativas y relación del entorno del consumidor en el diseño del producto para potenciar la UX.
El desafío del diseño emocional se concentra en mejorar la experiencia del usuario a través de la comprensión del mismo como un ser integral, analizando la experiencia desde el primer momento que los consumidores están en contacto con el producto.
El trabajo del diseño emocional va más allá de lo racional y trabaja en asociar emociones e ideas sociales al diseño del producto. De la misma forma, considerando los valores sociales e individuales, así como estudiando las preferencias y experiencias previas del público. Todo esto, tendrá consecuencias directas en la valoración del producto.
Por otro lado, se considera que el diseño emocional necesita conectar con los usuarios para guiar su experiencia. Esto se puede hacer a través de distintas herramientas como hacer un mapa de empatía.
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A continuación, te dejamos un video del pionero del diseño emocional, Don Norman, contándonos más sobre el término User Experience (UX).
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Esperamos que la información del artículo de hoy te haya ayudado a comprender qué es el diseño emocional y por qué es tan importante ver a los seres humanos como seres integrales para mejorar la experiencia de los usuarios.
Te deseamos lo mejor y esperamos ver que esta información te rinda frutos.
Muchas gracias por leernos. 🙌 Nos vemos en el siguiente artículo.