Es importante saber qué es la responsabilidad afectiva, sobre todo, si sientes que en tus relaciones no hay la comunicación ni un cuidado mutuo suficiente.
¿Eres de aquellas personas que sufren por no ser capaces de expresar lo que sienten? Es probable que esto se deba a la falta de responsabilidad afectiva, que es muy importante para un buen desenvolvimiento en las relaciones de pareja, amistad y familia.
Si buscas basar tus vínculos en el diálogo, el respeto, la empatía, el cuidado mutuo y en elegir un camino de aprendizaje, conocerás lo importante que es ser responsable afectivamente.
En este post te mostraremos qué implica la responsabilidad afectiva, de esa forma, te será más sencillo desarrollar y establecer vínculos sanos y honestos. También abordaremos su importancia y hablaremos de cómo este concepto ayuda a lidiar con las relaciones en la actualidad.
¿Qué significa responsabilidad afectiva?
La responsabilidad afectiva es una forma de entender las relaciones interpersonales que se basa en el cuidado de los sentimientos y emociones que nacen en el marco de una relación.
Según el portal Medium, se trata de ser consciente, emocionalmente, del impacto de tus acciones en los demás. Solo siendo responsable afectivamente es que podemos crear vínculos duraderos y, por supuesto, sanos. Para hablar de lo importante que es la responsabilidad afectiva hay que empezar por la empatía, que es más que ponerse en el lugar del otro.
Antes de profundizar en el concepto de responsabilidad afectiva, piensa en cómo esperas y quieres que las personas te traten en las diferentes relaciones en las que participas en tu vida; puede ser en una relación de pareja, en una amistad e incluso en la familia.
Con esta pregunta en mente, veamos qué es la responsabilidad afectiva con ayuda de la definición que propone el programa de televisión Diálogos en confianza del Canal Once del Instituto Politécnico Nacional de México:
“La responsabilidad afectiva es ser claros, respetuosos y empáticos con lo que pueda sentir el otro. [Aunque la responsabilidad afectiva no es exclusiva de las relaciones de pareja] En un vínculo amoroso no podemos ser egoístas y pensar solo en nuestro placer, lo más sano es establecer acuerdos que ambos respeten”.
Ahora, si analizamos qué es la responsabilidad afectiva con esta definición, sabremos por qué se complica tanto ser responsable afectivamente en las diferentes relaciones de la vida.
Vamos a ver qué aspectos implica ser responsable afectivamente.
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¿Qué implica la responsabilidad afectiva?
Lamentablemente, y hay que decirlo abiertamente, en muchas relaciones se asume que cualquier acción o expresión está bien, por lo que se olvida que habrán cosas que molestarán o lastimarán a otros. Básicamente, desestimamos que cualquier acción tendrá una consecuencia, por lo que la falta de responsabilidad afectiva es un factor que puede erosionar una relación.
En esencia, al preguntarnos sobre lo que es la responsabilidad afectiva, tenemos que entender algunos aspectos fundamentales:
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Entender que una relación va más allá de uno mismo: dejar el egoísmo a un lado y ser empáticos es fundamental. Hay otra persona involucrada, con sus virtudes y defectos, por lo que deberás aprender a lidiar, de la mejor forma posible, lo que representa compartir con otro ser.
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Todas las relaciones tienen conflictos: todos tenemos derecho a cometer errores. Pero algo esencial que debes comprender es que, siendo responsable afectivamente, debes asumir la responsabilidad de tus acciones, ser capaz de pedir perdón y también de perdonar al otro. Aunque este ciclo no debe ser interminable ya que, de ser así, podrías estar lidiando con lo que conocemos como personas tóxicas.
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Hacerse cargo de las emociones: básicamente, es entender que no puedes culpar al otro por lo que sientes. Hay que entender de dónde provienen esos sentimientos y lo que te quieren decir.
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¿Qué no es responsabilidad afectiva?
Como mencionamos anteriormente, hablando de qué es la responsabilidad afectiva, no solo se incluye a las relaciones de pareja. Cualquier tipo de vínculo puede verse afectado, como por ejemplo tus vínculos con:
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Familiares.
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Amigos.
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Compañeros de trabajo.
En el marco de este concepto, debemos también aclarar qué es y que no es la responsabilidad afectiva. Este concepto suele tergiversarse, por lo que es fundamental aclarar algunas cosas.
La responsabilidad afectiva es:
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Comunicar o manifestar nuestras expectativas y sentimientos sobre la relación.
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Establecer límites, de forma mutua, con la intención de mantener el respeto entre ambos.
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Cuidado mutuo.
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Comprender el peso de nuestras acciones y cómo inciden en la vida del otro.
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Mantener una buena comunicación. Especialmente si vamos a tratar algún tema que nos molesta.
Con esto en mente, debemos entender qué no es la responsabilidad afectiva. Así no incurrimos en errores (en la medida de lo posible), al momento de establecer vínculos con el otro.
La responsabilidad afectiva no es:
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Invalidar las emociones de la otra persona e impedir que las exprese.
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Ir más allá de los límites establecidos.
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Tener comportamientos que lleven al otro a ilusionarse con posibilidades, cuando nosotros no tenemos la intención de implicarnos.
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Creer que la otra persona debe adivinar lo que sentimos, necesitamos o pensamos.
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Mantener oculta información relevante, relacionada con nuestros sentimientos.
Si sientes que estás incurriendo en alguna de estas últimas acciones, es momento de una revisión y de replantearte la forma en la que estás llevando el vínculo con esa persona que quieres. Y, aunque la responsabilidad afectiva no sea algo que funciona de un día para otro, aplicarla constantemente en tu vida diaria te servirá para sostener mejores vínculos con los otros.
Algunas personas no suelen manifestar sus sentimientos y sus emociones, hasta que llega un punto en el que no soportan más y explotan; como resultado se generan conflictos y peleas. En ese sentido, resulta indispensable conocer cómo ser responsable afectivamente, por ello, ¡vamos al siguiente apartado!
¿Cómo ser responsable afectivamente?
Ahora que conoces qué es la responsabilidad afectiva, es momento de aprender a ponerla en práctica y disfrutar de relaciones basadas en la confianza, respeto y cuidado mutuo.
Para ser responsable afectivamente, debes esforzarte por mejorar algunas cosas en tu relación, por eso, te comentaremos cuáles son las señales que indican que en una pareja, una relación de amistad o un grupo familiar hay responsabilidad afectiva.
1. Comunicación asertiva
Ya lo mencionamos antes, sin embargo, hay que hacerlo de nuevo; la comunicación asertiva es uno de los elementos más importantes para ejercer la responsabilidad afectiva. Sabemos que hoy en día, es complicado expresar qué queremos, qué nos molesta, que sentimos, entre muchos otros aspectos; no obstante, hablar de manera directa, con claridad y honestidad, es la solución para prevenir y superar conflictos.
Si dominas las técnicas de comunicación asertiva más eficaces, no debes tener inconvenientes en expresarte con claridad ante cualquier situación.
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2. Establecimiento de acuerdos
Sin importar de qué relación se esté hablando, los acuerdos son la mejor forma de superar problemas y conflictos. En el caso de la responsabilidad afectiva en una relación de pareja, una forma de aplicarla es estableciendo qué está permitido y qué no mediante el diálogo.
Pensemos en una pareja en la que una parte no está de acuerdo ni se siente cómoda con las muestras de afecto en público, sin embargo, la otra parte continúa haciéndolo porque no sabe de esa incomodidad, pues su pareja nunca lo ha expresado.
En este caso, un ejemplo de responsabilidad afectiva sería que, al inicio de la relación las dos partes (o las partes que sean), se tomen el tiempo de dialogar para hablar de sus necesidades y establecer los acuerdos necesarios para llevar una relación lo más sana posible.
Si lo pensamos mejor, la responsabilidad afectiva se parece mucho a un proceso de negociación, en el que, por medio de la comunicación se llega a un acuerdo beneficioso para los involucrados.
Con todo esto, pretendemos enfatizar lo importante que es mantener la comunicación en los diferentes tipos de relaciones. Sin duda, el diálogo es la mejor forma de conocer qué es lo que otra persona necesita y de comunicar lo que nosotros queremos.
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3. Comprender que una relación consta de más de una persona
Como vimos, al conocer qué es la responsabilidad afectiva, en cualquier relación no debe haber lugar para el egoísmo, es decir, es necesario olvidar la idea de que uno mismo es lo que más importa y empezar a considerar a los demás. Al respecto, la psicoanalista Adriana Ortiz Barraza, en el programa Diálogos en confianza, explica:
“Efectivamente, la responsabilidad afectiva tiene que ver con la empatía, pero la empatía tiene que ver de fondo con romper tu narcisismo y entender que hay un otro”.
Por otra parte, nuestra profesora Maia Mazar, del curso de herramientas para el manejo de conflictos, explica que la empatía (la capacidad de ponerse en el lugar del otro) es una herramienta para solucionar inconvenientes:
“Cuando no podemos llegar a una solución, una técnica que es muy útil es pensar en qué es lo que le está pasando a la otra persona. Nosotros lo que podemos hacer, en ese caso, es pensar desde uno mismo qué es lo que nos está pasando y qué es lo que está pensando el otro”.
4. Tener claro que cualquier relación tendrá complicaciones
La responsabilidad afectiva implica comprometerse con las personas y entender que, inevitablemente, habrá momentos complicados y no por eso vamos a desaparecer.
Lo mejor es actuar con responsabilidad y afrontar esos problemas por medio de la comunicación y el establecimiento de acuerdos.
5. Considerar que cualquier acción tendrá una consecuencia
Este punto de la responsabilidad afectiva engloba todos los anteriores. Ten en mente que cualquier palabra y acción van a producir una reacción en la otra persona, por ello, es indispensable saber cómo ser empático y detenerse a pensar si lo que estamos haciendo afecta a otros.
No pienses que la responsabilidad afectiva implica actuar de manera perfecta, porque es imposible. Se trata de actuar y hablar con empatía y respeto, de establecer acuerdos (mediante el diálogo) con la finalidad de respetar a los demás y, en caso de equivocarse y provocar un conflicto, ser responsables y asumir las consecuencias.
El objetivo de la responsabilidad afectiva es no hacer sufrir a la otra persona e implica hacerse cargo de lo que podríamos ocasionar en los demás, ya sea familia, amistad o pareja.
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Importancia de la responsabilidad afectiva
Ahora que ya conoces qué es la responsabilidad afectiva y los puntos principales para asumir la responsabilidad afectiva en tus diferentes relaciones, el siguiente paso es conocer por qué es importante hablar y empezar a ejercer esta forma de actuar.
Principalmente, la responsabilidad afectiva nos ayudará afrontar y superar conflictos con otras personas, porque hay que tenerlo claro, los conflictos no van a dejar de existir; sin embargo, la responsabilidad afectiva busca que se solucionen y se superen.
En ese contexto, nuestra profesora Maia Mazar indica que el conflicto no es negativo, más bien, hay que verlo "como una oportunidad" para desarrollar habilidades para manejarlo.
Además, conocer qué es la responsabilidad afectiva te servirá para gestionar de mejor forma tus emociones y sentimientos. Poco a poco tu capacidad de asertividad y empatía irán en desarrollo, lo que te ayudará a tener una mayor estabilidad como persona.
Obviamente, no podemos asegurarte que ser responsable afectivamente te libre de dolores emocionales. Esta es una realidad que siempre está presente, pero, si sabes cómo tener responsabilidad afectiva, puedes manejar los problemas y las situaciones difíciles de una mejor manera.
De igual modo, la responsabilidad afectiva te permite ayudar a tus personas más cercanas, para que puedan lidiar con sus problemas y, así, acompañarlas de forma afectiva.
¿Entiendes lo importante que es la responsabilidad afectiva en todo tipo de relaciones? Convertirte en un mejor ser humano, más empático y comprensivo, ¿no es una buena meta a la cual querrías llegar?
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La responsabilidad afectiva en las relaciones actuales
Antes de terminar, una consulta: ¿realmente se está ejerciendo la responsabilidad afectiva en nuestra actualidad? En un mundo que ha avanzado tanto en cuestiones tecnológicas y científicas, ¿se podría decir que también se ha avanzado en cuestiones humanas e interpersonales?
Hablando exclusivamente del tema del amor y las relaciones de parejas, debemos decir que los temas de la monogamia y el matrimonio dominaron el imaginario colectivo durante mucho tiempo (al menos, en el pensamiento occidental tradicional). Sin embargo, con los cambios sufridos a nivel social, cultural e, inclusive, económico, encontramos que se ha transformado por completo la forma en la que las personas establecen sus vínculos.
Veamos en qué aspectos incide la responsabilidad afectiva en la actualidad:
1. Lidiar con el “¿qué somos?”
Actualmente, existen formas como las "relaciones casuales" o "relaciones abiertas", que han sido asumidas como nuevas maneras de relacionarnos entre sí, siendo una alternativa válida a las relaciones de pareja tradicionales. Ojo, sabemos que siempre han existido, solo que ahora estas variantes buscan ser comprendidas, por lo que se ha planteado la necesidad de reflexionar sobre ellas.
Y aquí es donde entra lo que es la responsabilidad afectiva. Esta concepción, como ya sabemos, sirve para que te plantees que todo vínculo conlleva implicaciones para las personas involucradas, sin importar el nombre que le demos o el tiempo que permanezcamos sosteniendo esa relación.
Por esta razón, independientemente del "título" que hayan decidido darle a su relación, lo más importante es que ambos estén de acuerdo en las bases de ese vínculo, sean conscientes de lo que quieren y mantengan una buena comunicación, sin incurrir en falsas promesas y engaños. Así podrás hacer funcionar cualquier tipo de nexo que establezcas con otros.
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2. El ghosting
Aunque no lo creas, existe una relación entre lo que es la responsabilidad afectiva y el ghosting. Sin embargo, lo que vincula a ambos términos es que son completamente opuestos.
Como mencionamos anteriormente, el avance de las nuevas tecnologías han traído beneficios a muchas personas. Pero, inevitablemente, cambiaron la forma de comunicarnos, ofreciéndonos múltiples posibilidades. Y en este contexto es que surge el ghosting, la finalización de una relación afectiva, de forma unilateral (sin necesidad de avisar u ofrecer explicaciones).
La persona que está dispuesta a romper el vínculo lo hace solo para evitar afrontar la ruptura, por lo que decide bloquear cualquier tipo de contacto con su pareja. Esta situación solo refleja una falta de comunicación y de cuidado por la otra persona, sin tomar en consideración los sentimientos del otro, creyendo que con solo desaparecer romperá cualquier clase de vínculo.
Las bases de lo que es la responsabilidad afectiva contradicen esta práctica. Se trata de poder lidiar con la ruptura de una forma sincera en la que, a pesar de que pueda ser doloroso para el otro, se comunica con mucho respeto el deseo de terminar con la relación.
3. La romantización del vínculo
Si algo hemos aprendido, en los últimos tiempos, es que el amor no solo está en los vínculos heterosexuales y monogámicos. Hay miles de formas de querer a otros que van más allá del cuento de la "media naranja", por lo que saber qué es la responsabilidad afectiva se hace imprescindible para comprender la dinámica de las relaciones actuales.
El amor romántico, como idea, suena muy bien. Sin embargo, es necesario abandonar esta idea y dejar de idealizar a la otra persona como ese ser humano que resolverá todos nuestros problemas afectivos, ya que solo estarás cargando a esta figura con expectativas.
Los vínculos afectivos y amorosos no implican el hecho de estar en deuda con otra persona, ni siquiera esperar que se comporte de la forma que tu quieres. Esa persona es un ser independiente, con sus virtudes y defectos, por lo que solo entendiendo esto y manteniendo una base de respeto y comunicación, podrás sostener una relación sana.
No se trata de esperar que el otro haga "lo que tú esperas de él". Se trata de querer y aceptar al otro como es y, aunque no se puede garantizar el amor eterno o "para toda la vida", sí podrás mantener un vínculo sano, en el que se asuman responsabilidades y compromisos por el respeto de las emociones (propias y ajenas).
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Libros para aprender más sobre la responsabilidad afectiva
Una de las mejores maneras de aprender qué es la responsabilidad afectiva y entender las implicaciones que tiene para una persona y sus relaciones interpersonales, es consultando la bibliografía especializada en el tema.
Por eso, en esta parte te queremos compartir una pequeña selección de libros en los que se habla sobre la responsabilidad efectiva. Además, con ellos podrás conocer con mayor profundidad algunos ejemplos de responsabilidad afectiva en pareja, y descubrirás cuáles son las claves para tener una relación en la que la comunicación, la honestidad, y el respeto mutuo sean lo principal.
Estos no son los únicos libros con los que puedes aprender cómo tener responsabilidad afectiva, sin embargo, son los mejores con los que puedes empezar, y seguramente te serán de mucha ayuda para cambiar las cosas y empezar a relacionarte con las personas que quieres de una forma más amorosa, respetuosa y responsable.
Fuente: Unsplash
Que sea amor del bueno: por qué la responsabilidad afectiva es clave en tus relaciones
Este libro sobre responsabilidad afectiva explica, de una forma muy detallada, cómo empezar a desarrollar relaciones en las que el amor sea “del bueno”, es decir, relaciones en las que las personas con las que compartes se preocupen por lo que piensas y sientes.
Este libro fue escrito por Marta Martínez Novoa, y como dice su subtítulo, te ayudará a saber por qué la responsabilidad afectiva es fundamental en tus relaciones de pareja, de amistad, o con tus familiares.
La autora de este libro parte de que para que una relación sea justa y las personas involucradas se sientan bien, es importante construir unas buenas bases en las que la responsabilidad afectiva sea lo principal.
De igual manera, la idea del libro es que aprendas a identificar las señales que te indican que una persona no está siendo responsable afectivamente contigo, que descubras cómo lidiar con la falta de responsabilidad afectiva, y que, en general, desarrolles las herramientas necesarias para tener relaciones en las que el amor sea realmente amor.
Fuente: El Corte Inglés
Me quiero, te quiero: una guía para desarrollar relaciones sanas
Tener relaciones sanas puede llegar a ser complicado, especialmente, porque no sabemos establecer límites de respeto, y porque la falta de responsabilidad afectiva es un problema muy extendido en nuestra sociedad.
Tener una guía para desarrollar relaciones sanas y tener responsabilidad afectiva es más que necesario, y este libro de María Esclapez pretende cumplir con esa tarea. Si quieres aprender cómo tener responsabilidad afectiva, este es uno de los libros que deberías tener en tu biblioteca.
La idea principal de Esclapez es que puedas identificar las relaciones que te hacen daño, que conozcas qué es la responsabilidad afectiva, y que puedes desarrollar tu autoestima para establecer tus propios límites y empezar a tener relaciones con las que te sientas a gusto.
Este libro, a partir de experiencias de su autora, te dará ejemplos de responsabilidad efectiva, y te dará herramientas para que sepas qué hacer en los momentos en los que te sientes vulnerable dentro de una relación.
Fuente: Amazon
El pequeño libro del amor
Puede parecer ambicioso escribir un libro en el que se hable de cómo funciona el amor, y de cómo desarrollar la responsabilidad afectiva para mejorar las relaciones de una persona. Sin embargo, este libro cumple con ese propósito y es una buena referencia para quienes desean aprender desde qué es la responsabilidad afectiva hasta cómo aplicar el concepto dentro de una relación.
Se trata de un libro que escribió Ángel Rielo con el propósito de explicar algunos conceptos relacionados al amor. Incluso, este autor habla del concepto del amor, de los diferentes tipos de amor que existen, y del vínculo que existe entre la responsabilidad afectiva y las relaciones entre las personas.
Asimismo, Rielo recomienda una serie de herramientas muy útiles para quienes desean aprender cómo tener responsabilidad afectiva y cómo tener relaciones sanas. Esta obra también es ideal para quienes desean construir una relación de pareja que supere las barreras del amor romántico, especialmente, porque tiene algunos consejos con los que se pueden evitar los problemas más comunes de las relaciones poliamorosas, por ejemplo.
Fuente: Amazon
El contrato amoroso: herramientas para mujeres que negocian en la pareja
Cuando hablamos sobre qué es la responsabilidad afectiva, hablamos que una de las herramientas más importantes para desarrollarla en una relación es la comunicación, sin embargo, no todos saben cómo comunicarse de forma asertiva.
Coral Herrera Gómez, entiende este problema, y es por ello que escribe este libro, con el propósito de dotar a las mujeres de herramientas para comunicarse y negociar acuerdos justos dentro de una relación de pareja.
La idea, al igual que con los otros libros sobre responsabilidad afectiva que hemos comentado, es que desarrolles tus conocimientos y habilidades para relacionarte con los demás, y que puedas construir relaciones en las que la igualdad, el respeto y el amor sean los pilares principales.
El libro tiene varios ejemplos de responsabilidad afectiva, y algunos ejercicios con los que puedes empezar a desarrollar una mejor relación contigo, con tu pareja, con tus amigos, y con tu familia.
Fuente: Amazon
Cuestión de límites
Si ya sabes qué significa la responsabilidad afectiva, entiendes que la mejor manera de tener una relación en la que se respete lo que piensas y lo que sientes es establecer límites. Cuando no permites que una persona te trate de forma injusta, y aclaras qué esperas de una relación, las otras personas pueden actuar de una forma más consciente.
Nedra Glover Tawwab, la autora de este libro, explica cuáles son las consecuencias de no establecer límites y de mantener una relación con una persona que se caracteriza por la falta de responsabilidad afectiva. Además, enseña algunas técnicas con las que se puede desarrollar el autoestima y se puede aprender a establecer límites saludables en las relaciones.
Si no solo quieres saber qué es la responsabilidad afectiva, sino que quieres profundizar en el tema y entender cómo aplicar este concepto a tu vida, este libro te puede ayudar.
Fuente: Amazon
Manipulación afectiva
Por último, te queremos compartir una obra con la que puedes aprender cuáles son las características de una relación en la que existe una falta de responsabilidad afectiva. Este libro es ideal para las personas que sienten que han entrado en una etapa de vulnerabilidad dentro de una relación, y no saben cómo salir de ella.
La idea es que aprendas cuáles son algunos de los dogmas que se han establecido en torno al amor, y que descubras herramientas con las que puedes romperlos para tener relaciones sanas, cargadas de amor y de responsabilidad afectiva.
Fuente: Kobo
Algunas veces, para tener una relación en la que se cumplan con todos los preceptos de la responsabilidad afectiva, hay que saber establecer límites claros. Claro que esto no sucede la mayoría del tiempo, principalmente, porque no nos tomamos el tiempo necesario para aclarar las cosas y hablar de lo que es importante.
Pero ahora que entiendes qué es la responsabilidad afectiva, y que tienes algunos textos de apoyo para sustentar tus ideas, puedes empezar a marcar límites y construir relaciones en las que sientas que el amor y el respeto son lo principal.
Ahora que conoces qué es la responsabilidad afectiva, intenta ponerla en práctica en las diferentes relaciones en las que eres partícipe. Sabemos que no es nada sencillo, puesto que todas las relaciones implican dificultades y conflictos, los que valdrá la pena manejar y superar, si realmente tienes interés en una relación.
Ya cuentas con la ventaja de saber por qué es importante la responsabilidad afectiva pero, con el objetivo de que aprendas a afrontar conflictos al ejercer la responsabilidad afectiva, te invitamos a nuestros cursos de Estilo de vida, con los que serás capaz de gestionar cualquier tipo de conflicto de manera sana, eficiente y constructiva. ¡Te deseamos mucha suerte!