¿Alguna vez te ha pasado que estás navegando por tus redes sociales, encuentras un post que ataca tus creencias religiosas, políticas o morales, te indignas y, con un furioso movimiento del pulgar, pasas de largo sin leerlo?
Bueno, es posible que tu acción haya sido causada por lo que en psicología se conoce como sesgo de confirmación.
En la actualidad estamos rodeados por montones y montones de información, y nos pasamos la vida consumiéndola. Pero ¿te has puesto a pensar en por qué consumes sólo cierta información y no otra?
Acompáñanos a descubrir qué es el sesgo de confirmación, otros tipos de sesgos, y algunas formas de protegerse contra sus efectos.
¿Listo? ¡Empecemos!
Índice:
- ¿Qué es el sesgo de confirmación?
- Ejemplos de sesgo de confirmación
- ¿Qué es un sesgo cognitivo?
- ¿Qué es disonancia cognitiva?
- Riesgos del sesgo de confirmación
- ¿Qué hacer contra el sesgo de confirmación?
¿Qué es sesgo de confirmación?
El sesgo de confirmación, también llamado sesgo por confirmación o recolección selectiva de evidencia, consiste en nuestra tendencia a buscar, considerar, consumir y recordar sólo la información que concuerda con la que hemos recibido anteriormente.
Al mismo tiempo, en el sesgo de confirmación, ignoramos, desechamos u olvidamos la información que contradice esa información anterior.
Como seres humanos, expresamos la información que hemos recibido a lo largo de la vida como creencias o hipótesis.
Cuando actúa el sesgo de confirmación, buscamos información que confirme las creencias o hipótesis que forman parte segura de nuestro sistema de ideas. A la vez, desechamos y consideramos falsa la información que contradiga nuestras creencias.
Estudio del sesgo de confirmación
Aunque a lo largo de la historia se ha tomado nota de sus efectos, la primera persona que identificó el sesgo de confirmación fue el psicólogo inglés Peter Wason.
En una serie de estudios, Wason pidió a los sujetos identificar la regla que ordenaba un grupo de números, dándoles como única pista que el grupo “2-4-6” cumplía con esa regla. Para identificar, los sujetos debían crear sus propias series de tres números.
Como resultado, los sujetos comenzaron a crear grupos de números según las reglas que ya conocían o intentaron probar reglas más complejas, como “secuencia de números separados por 2” o “el número del centro es la mitad de los dos laterales”.
Al final, la regla era muy sencilla, “números en secuencia creciente”. Una secuencia como “4-9-287” hubiera cumplido sin problemas la condición.
Lo que destacó Wason es que ningún sujeto hizo nada para encontrar una regla distinta a lo que ya pensaba, o “pensar fuera de la caja” como diríamos ahora.
Las pruebas de Wason iniciaron la investigación del sesgo por confirmación.
Ejemplos de sesgo de confirmación en la vida cotidiana
El sesgo de confirmación puede contribuir a reforzar muchos de nuestros prejuicios en muchos aspectos de nuestra vida. Aquí mencionamos unos cuantos ejemplos:
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En publicidad, se suele aprovechar la psicología del sesgo de confirmación para favorecer el consumo de un determinado producto o servicio. Un comercial puede usar estereotipos o clichés ya interiorizados por sus potenciales clientes para facilitar la recepción de su mensaje, transmitiéndolos a la vez que reforzándolos.
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En investigación científica, es posible que un investigador espere encontrar ciertas conclusiones al final de su trabajo basándose en investigaciones anteriores. Esto podría afectar su forma de procesar la información que obtiene, y llevarlo inadvertidamente a favorecer sólo la que concuerde con sus hallazgos previos.
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En el sistema de justicia, un juez o un jurado puede emitir una sentencia basado en prejuicios injustificados sobre un acusado. Se sabe, inclusive, que los integrantes de jurados muchas veces han decidido su veredicto en las primeras etapas del juicio (que suelen durar meses). Este es un caso flagrante de sesgo por confirmación.
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En política, es posible que un candidato incluya en su campaña mensajes o símbolos que refuercen ideas y creencias ya extendidas entre sus potenciales votantes. Esto tiene tres efectos: por un lado, refuerza las ideas preconcebidas de los votantes que ya lo favorecían, aumentando su intención de voto; por otro, hace más difícil que presten atención a otras propuestas; y finalmente, atrae nuevos votantes alcanzados por un mensaje que confirma lo que ya creen (muchas veces, sin importar si eso es correcto, justo, o siquiera cercano a la verdad).
¿Qué es un sesgo cognitivo?
El sesgo de confirmación forma parte de un grupo más grande de efectos psicológicos: los sesgos cognitivos.
Un sesgo cognitivo, por definición, son efectos psicológicos que causan que tu cerebro interprete la información que recibe de manera errónea. Se dice que un sesgo cognitivo tiene que ver con los atajos que usa nuestro cerebro para procesar la información (heurística), la influencia de la sociedad y nuestra propia emotividad.
Los sesgos cognitivos son los causantes de que, muchas veces, pensemos y actuemos de forma irracional.
Además del sesgo de confirmación de que estamos hablando, anotaremos otros tipos de sesgos cognitivos:
Sesgo de anclaje
La primera información que recibimos sobre algo determina nuestra opinión final sobre eso, menospreciando el resto de la evidencia.
Sesgo de correspondencia
Tendemos a atribuir mucha importancia a la personalidad y la “forma de ser” para explicar los actos de las personas, aunque estos también pueden ser influidos por el contexto y el entorno.
Sesgo de falso consenso
Este es uno de los ejemplos de sesgos cognitivos más extendidos. Creemos que lo que pensamos y hacemos es correcto “porque todo el mundo lo hace”, aunque no haya evidencia directa al respecto o el nivel de aceptación de algo no determine su validez.
Sesgo de status quo
Creemos que la situación actual en que nos encontramos es la mejor posible, y percibimos cualquier cambio en esa situación como una pérdida.
Sesgo de retrospectiva
Es uno de los tipos de sesgos cognitivos más elaborados. Los eventos pasados aparecen en nuestra memoria como lógicos y predecibles, debido al conocimiento que adquirimos después de que ocurren. Como resultado, nuestra memoria sobre ellos se distorsiona.
Sesgo de autoservicio
Nos atribuimos mayor control, y por lo tanto mayor responsabilidad, por nuestros éxitos que por nuestros fracasos. Es un buen ejemplo de sesgo cognitivo irracional.
De alguna forma, es entretenido repasar los tipos de sesgo que afectan a las personas, hasta que te das cuenta que todos estamos sujetos a ellos, incluido, naturalmente, tú.
¿Qué es disonancia cognitiva?
El sesgo de confimación juega un papel importante en uno de los fenómenos psicológicos más interesantes del ser humano, la disonancia cognitiva.
Esta disonancia se presenta cuando una persona tiene ideas, principios y valores contradictorios entre sí, y para solucionar el conflicto, intenta ajustarlos psicológicamente.
El primero en identificar la disonancia cognitiva fue el doctor Leon Festinger, en su libro Teoría de la Disonancia Cognitiva.
Experimentos en disonancia cognitiva
Festinger realizó una serie de experimentos para comprobar su teoría de la disonancia cognitiva.
Después de asignar a un estudiante tareas muy aburridas para realizar durante una hora, le pidió como favor que dijera al siguiente participante que la tarea había sido divertida. A algunos les ofreció un dólar por el favor, y a otros veinte dólares. El siguiente participante, en realidad un ayudante oculto, escucharía y tomaría nota de los esfuerzos del primero por describir la tarea aburrida como divertida.
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Festinger observó que los participantes con un dólar eran los que hacían más esfuerzos en presentar la tarea aburrida como divertida. Entendió que, al recibir menos pago, su disonancia entre tarea aburrida y divertida era mucho mayor, y por lo tanto, debían hacer más esfuerzos por racionalizar la situación. Por el contrario, los que recibieron veinte dólares tuvieron una recompensa que de alguna forma redujo su disonancia.
Para que se dé la disonancia cognitiva, según Festinger, deben estar presentes dos características:
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La contradicción entre las ideas y/o los valores debe ser psicológicamente incómoda, es decir, que motive al individuo a buscar activamente la forma de reducirla, para así recuperar el equilibrio.
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El individuo, además de ajustar su nueva forma de pensar, evita la información que refuerce la contradicción anterior, y busca aquella que la refuerce. Ese es el papel del sesgo de confirmación.
La disonancia cognitiva de Festinger posteriormente llevaría a la identificación del sesgo de confirmación, y se convertiría en uno de los mayores hallazgos de la psicología moderna.
Sus efectos para cambiar la percepción de las personas sobre lo bueno y lo malo han quedado demostrados repetidamente, a veces, con consecuencias trágicas.
Riesgos del sesgo de confirmación
Al ser una forma errónea de procesar información sobre nuestro entorno, el sesgo de confirmación en psicología encierra ciertos riesgos, algunos evidentes y otros no tanto:
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Problemas de comunicación. Si cultivamos la predisposición a retener en nuestra mente solo lo que nos complace, los demás tendrán graves problemas en comunicarse con nosotros. Un buen ejemplo de sesgo de confirmación en la vida cotidiana es el entorno laboral, donde podría ejemplificarse con la actitud de un jefe al que “solo le interesa escuchar buenas noticias”. Esto ignora que un feedback negativo es una poderosa herramienta de mejora para el equipo de trabajo.
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Pobreza intelectual. Al recibir únicamente información que confirme lo que creemos, naturalmente quedamos en ignorancia sobre las cosas que no creemos (o más frecuentemente, que no queremos creer). Es parecido a comer todos los días la misma receta; nuestra capacidad de apreciar los conceptos e ideas nuevas queda poco a poco muy reducida. Esto puede ser problemático en entornos donde la capacitación es permanente, como empleos de alto rendimiento o universidades.
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Manipulación psicológica. Como decíamos en el ejemplo de política, si alguien desea algo de nosotros y nuestro sesgo de confirmación es lo suficientemente grande, no tendrá más que comunicarnos sus ideas encajándolas con aquellas que ya creemos. Al habernos confirmado lo que ya creemos, obtendrá lo que pida de nosotros. Esto puede ir desde comprar su marca de cerveza hasta votar por un partido extremista.
¿Qué hacer contra el sesgo de confirmación?
Entonces, ¿es imposible procesar la información correctamente? Desde luego que no. Aprender a interpretar la información que recibes te ayudará a reducir tu sesgo de confirmación.
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Varía tus fuentes de información. Comer una sola receta todos los días es aburrido. Procura siempre escuchar dos, o más, aspectos diferentes de la misma cuestión, por diferentes medios. Con eso tendrás más elementos de juicio y podrás formarte una opinión informada sobre cualquier asunto.
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Toma distancia de la información que consumes. Procura que tus emociones no sean lo primero que tengas en cuenta al procesar la información que consumes. En lugar de ello, examina esa información: de dónde viene, quién la emite, si se apoya en fuentes confiables y si su objetivo es aclarar una verdad o únicamente convencerte. Esto no solo te ayudará a reducir tu sesgo de confirmación, sino otros sesgos cognitivos. Y recuerda que debes controlar tus emociones, no ignorarlas.
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Presta más atención a las opiniones distintas a la tuya. Enriquece tu experiencia humana con puntos de vista diferentes al tuyo. Intercambia ideas con los que piensan distinto a ti, pidiendo respeto y estando también dispuesto a otorgarlo.
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Tómate tu tiempo para analizar la información. Los medios de comunicación actuales tienden a favorecer el consumo rápido de información, lo que genera multitud de sesgos cognitivos. Comprende que muchas veces, llegar a una conclusión correcta toma tiempo y reflexión. Mientras más importante el asunto (religión, política, relaciones, familia, sociedad), más importante es el tiempo.
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No tengas temor de expresar tu opinión, si lo haces de la forma correcta. Si aprendes a expresar tu opinión de forma civilizada, aprenderás a esperar lo mismo de los demás, y podrás generar un intercambio de ideas que resultará beneficioso para todas las partes.
No cabe duda que vivimos en tiempos en que la información aparece por todas partes. Comprender el sesgo de confirmación te ayudará entender mejor todo ese caudal de información, y enriquecerá tu caudal emocional e intelectual. Tus opiniones serán más informadas y podrás prepararte para actuar de acuerdo a ellas de forma más positiva.