Después de ponerle tanto amor, pasión y sazón a nuestro plato, antes de terminarlo en 5 minutos, ¿no es bonito hacerle una sesión de fotos? Una que nos recuerde lo mucho que vamos mejorando en nuestras recetas al punto que las volvemos nuestras.
Además, si queremos sacar una foto a nuestra comida, luego podemos compartirla con todos en nuestras redes sociales. ¿Aprovechamos la tecnología de nuestros smartphones? Para sacar nuestro food styling escondido, te compartimos algunos consejos de fotografía gastronómica que debes tomar en cuenta para inmortalizar tus platos.
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La luz, tu aliada
Sea luz natural o artificial, es importante. La luz natural te ayudará a darle naturalidad a tu fotografía, puede provenir de una ventana o cualquier espacio en donde entre la luz del exterior. Aprovecha en utilizar esta entrada de luz para generar una sombra que te ayude a darle volumen a tus fotos de comida, definitivamente esta es mi tipo de iluminación favorita.
Si de lo contrario, no cuentas con una entrada de luz o hiciste un platillo de noche, entonces utiliza un flash, puede ser de otro celular o una linterna, intenta colocando una tela blanca encima para que no sea tan dura o rebota la luz con la pared. Seguro esta luz adicional te ayudará a quitar la sombra que genera el foco normal.
Posición de la cámara
El ángulo en el que tomes la foto, ayuda mucho a verlo más atractivo y por supuesto, exquisito. A mi me gusta mucho tomar mis fotos de manera cenital, es decir desde arriba, para que se vea a totalidad. Y si tengo más de un plato, me gusta aún más, porque se puede notar de qué manera ha sido servido y alguno que otro elemento de decoración extra.
Si no eres fan de los cenitales, funciona muy bien la opción lateral, ayuda a que se realce todo lo que compone y que se note más a detalle. No te limites a experimentar con los ángulos y con esto, en la profundidad de campo.
Enfoca lo que quieres ver
Cuando hablo de la profundidad de campo, también me refiero al enfoque, porque su objetivo es que sea nítido al frente y borroso atrás. Recuerda que el protagonista es el plato, si hubiera algunos que otros elementos, que no son importantes, estos pueden ir atrás y un poco desenfocados. ¿Lo intentas?
Por ejemplo, si tenemos una gran hamburguesa, definitivamente tenemos que tomar la foto de manera lateral porque los elementos importantes están ahí. Y si en el entorno hay salsas, bebidas u otras cosas que puedan distraer, aprovechemos el desenfoque para darle mayor profundidad a la foto.
El fondo, la base del protagonista
La base en la que esté el plato es importantísimo, es increíble la atmósfera y calidad que le puede dar a tu foto. Mi sugerencia es que se utilice un fondo neutral, esto ayudará a que la mirada caiga más en el plato que en el fondo.
Intenta que lo que haya de fondo, sea que estés en una toma lateral o cenital, mantenga un orden y limpieza. ¡Más aún si tu estilo es minimalista!
Cuenta una historia
Con el fondo, también viene una historia. Todo lo que hayas vivido durante la preparación, puede ser incluído en tus fotos. Todos los elementos que se hayan usado, como los utensilios y el plato que elijas para servir, son importantes y ayudan a que cuentes lo que experimentaste dentro de la cocina.
Foto de: Our Food Stories
Dale un estilo a tu fotografía, junta todos estos elementos y disfruta del proceso. La cocina y la fotografía son artes que se pueden juntar, te ayudan a formar algo precioso que puedes compartir pero, también, te estimula recordar todo lo que viviste en la preparación.
Si deseas profundizar en la fotografía de alimentos , aquí te dejo una oportunidad.
¡Manos a la obra!