En el entorno empresarial actual, el liderazgo ético se ha convertido en una piedra angular para las organizaciones que buscan no solo la rentabilidad, sino también un impacto positivo en sus equipos.
Este tipo de liderazgo, que enfatiza la integridad, la equidad y la responsabilidad, es esencial para promover valores sólidos en una empresa. El liderazgo ético cambia los parámetros en los que interactúan líderes y colaboradores si se gestiona correctamente.
En este artículo, explicaremos la definición, importancia, ventajas y estrategias para desarrollar el liderazgo ético en el ámbito profesional, particularmente en la gestión de equipos numerosos.
¿Qué es el liderazgo ético?
El liderazgo ético se define como la práctica de influir en las personas a través de principios y valores morales sólidos. Este enfoque no solo busca alcanzar los objetivos organizacionales, sino también hacerlo de una manera que refleje altos estándares morales.
Según autores como Emiliano Morales, el liderazgo ético responde a “un compromiso moral conscientemente sostenido, con uno mismo y con los demás”. Además, el escritor del libro “Liderazgo ético” señala que esta práctica es un desafío en nuestro tiempo, pues considera que para guiar a las personas bajo este enfoque hay que partir del ejemplo personal.
Los líderes éticos toman decisiones basadas en la honestidad, la justicia y el respeto por los derechos de todos los individuos.
Características del liderazgo ético
En su artículo para el blog BBVA Openmind, Joanne B. Ciulla, directora del Instituto para el Liderazgo Ético de la Rutgers Business School de Newark, señala que un líder ético cumple con las siguientes características:
- Capacidad para verse en perspectiva a sí mismos y al mundo.
- Comprensión profunda de las personas.
- Imaginación moral para idear formas éticas de solucionar problemas.
Para la experta, un buen líder, que se maneja en base al liderazgo ético, es aquel “que hace lo que debe debidamente y por las debidas razones”. Destaca a los profesionales que se alejan de métodos indebidos para lograr buenos fines; por ello, podríamos decir que este estilo de gestión se alinea también con el liderazgo humano.
¿Cuál es la importancia del liderazgo ético?
El liderazgo ético requiere de mucha voluntad y compromiso, pues pretende alejar a los líderes de la popular creencia “el fin justifica los medios”. Aunque puede parecer complicado actuar desde esta perspectiva la mayoría del tiempo, los resultados son muy positivos.
Por ello, la importancia del liderazgo ético en las organizaciones no puede subestimarse. Estos son algunos de los aspectos clave que destacan de su aplicación:
- Construcción de confianza: los líderes que generan confianza entre sus empleados y otras partes interesadas, son capaces de crear un ambiente donde la comunicación abierta y la transparencia sean la norma.
- Mejora de la reputación: una organización conocida por su liderazgo ético atrae talento, clientes e inversores que valoran la integridad y la responsabilidad social.
- Cultura organizacional positiva: los líderes éticos fomentan una cultura organizacional que promueve el bienestar de los empleados, la colaboración y el respeto mutuo. Esto fomenta al mismo tiempo el trabajo en equipo, lo cual ayuda a que, aunque la empresa sea grande, los colaboradores se sientan unidos.
¿Cuáles son las principales ventajas del liderazgo ético?
Implementar un liderazgo ético ofrece numerosas ventajas para las empresas grandes, especialmente cuando gestionan equipos numerosos:
- Mayor compromiso de los empleados: los empleados se sienten más comprometidos y motivados cuando trabajan en un entorno que valora la ética y la justicia.
- Reducción de riesgos legales: las decisiones basadas en principios éticos reducen el riesgo de acciones legales y sanciones, protegiendo a la empresa de posibles escándalos y litigios.
- Fomento de la innovación: un ambiente ético y respetuoso permite que los empleados se sientan seguros para compartir ideas y contribuir a la innovación.
Como puedes ver, desarrollar el liderazgo ético profesional es muy positivo para los colaboradores y para los propios líderes. Por un lado, el equipo se sentirá más cómodo y a gusto en su ambiente de trabajo. Por otro lado, los líderes resguardan la imagen de la empresa y la hacen más atractiva hacia el exterior.
Con nuestra guía para realizar una capacitación de liderazgo, descubrirás cómo implementar un conjunto de pasos clave para hacer un programa de formación que te ayude a crear líderes éticos en la nueva era del trabajo.
¿Cuáles son las estrategias para desarrollar el liderazgo ético en empresas grandes?
Desarrollar el liderazgo ético en empresas grandes para gestionar equipos numerosos requiere de un enfoque estratégico y sistemático, sobre todo si tenemos en cuenta que los valores de los líderes influyen considerablemente en la cultura organizacional.
En las siguientes líneas, describiremos algunas de las principales estrategias para fomentar el liderazgo ético en tu empresa:
1. Programa capacitaciones en ética
Es fundamental implementar programas de capacitación en ética empresarial para todos los niveles de la organización. Esto incluye talleres, seminarios y cursos en línea que refuercen los principios éticos y su aplicación práctica.
En ese sentido, es recomendable contratar una plataforma de desarrollo de talentos que pueda ofrecerte recursos y herramientas de calidad para ello. Esto con el objetivo de armar un plan de aprendizaje enfocado en desarrollar un estilo de liderazgo ético.
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2. Establece un estándar de comportamiento
Para UNICEF, “entre mayor sea el poder, mayor es la responsabilidad del líder. Por lo tanto, los líderes a todo nivel tienen la responsabilidad de crear un ambiente ético y de actuar como modelos a seguir para los demás”.
Se sugiere destacar la importancia de tomar decisiones en base a la ética. De este modo, los líderes podrán demostrar comportamientos moralmente correctos en todas sus interacciones con los empleados y sus pares. Esto establece un estándar de conducta para todos y promueve el liderazgo ético.
3. Crea un código de conducta
Desarrollar y comunicar un código de conducta claro y accesible que detalle las expectativas éticas y las políticas de la empresa también es crucial. Este código debe ser revisado y actualizado regularmente.
Además, establecer las acciones a tomar para las personas que no actúen desde los parámetros del liderazgo ético. Las sanciones por actuar de forma incorrecta, sobre todo en contra de otra persona, ayudarán a regular los comportamientos indebidos.
4. Incorpora mecanismos de reporte
Otra forma de poner en práctica el liderazgo ético es establecer canales confidenciales y seguros para que los empleados puedan reportar comportamientos no éticos sin temor a represalias.
Algunas formas de reporte incluyen líneas telefónicas de denuncia o sistemas de reporte en línea. También puedes habilitar un formulario anónimo que los colaboradores puedan completar con información de lo ocurrido.
5. Practica la evaluación y reconocimiento en temas de ética
Por último, se recomienda incluir la ética como un criterio en las evaluaciones de desempeño para identificar si están incorporando esta filosofía en su día a día. También es una buena forma de saber qué les hace falta para convertirse en líderes éticos.
Ahora bien, si tu equipo demuestra un comportamiento ético ejemplar, es necesario destacar esa conducta. El plan de reconocimiento de tu empresa debe estar enfocado también en este tipo de acciones para promover el liderazgo y la ética en conjunto.
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El liderazgo ético es esencial para crear una cultura organizacional robusta y sostenible, especialmente en empresas grandes que gestionan equipos numerosos. Al priorizar la ética y la integridad, las organizaciones no solo mejoran su reputación y desempeño, sino que también aseguran un ambiente de trabajo donde los valores sólidos y la justicia prevalecen.
Al implementar estrategias efectivas para desarrollar el liderazgo ético, las organizaciones estarán un paso más cerca de un futuro empresarial responsable, que les permita cosechar un éxito responsable con todos sus grupos de interés.