¿Piensas que los cactus y suculentas son dos plantas diferentes? ¿Has notado alguna vez las similitudes entre estos tipos de plantas?
La decoración con cactus y suculentas se ha puesto de moda en los últimos años. Y es que no sólo quedan muy lindas en las casas, sino que además el cuidado de cactus y suculentas es mínimo.
Pero lo cierto es que muchas veces se habla erróneamente de suculentas, crasas y cactus, pues se piensan como si fueran lo mismo.
Si tú tampoco conoces las diferencias, entonces sigue leyendo. ¡Te sorprenderá saber lo que tenemos para contarte sobre cactus y suculentas!
¿Qué son las suculentas?
Paquita Romano, profesora del curso online curso online de Jardinería casera, nos explica qué son las suculentas:
“Las suculentas son aquellas plantas que almacenan agua en sus hojas y tallos. Esta condición les permite sobrevivir en climas muy secos. Son plantas rústicas y de bajo mantenimiento”.
Entonces, llegó el momento de descubrir la verdad: no podríamos establecer diferencias entre cactus y suculentas, porque los cactus forman parte de la familia de suculentas. ¡¿QUÉ?!
Así es, hay diferentes grupos de suculentas y los cactus son uno de ellos, como así también las crasas, el aloe vera y la famosa planta de serpiente.
Imagen: Canva
La sucumanía es una realidad: cada día hay más fanáticos de las suculentas. Son plantas nobles y muy adaptables, que saben aprovechar muy bien sus propios recursos de agua, y, por lo tanto, necesitan muy poco riego. Incluso, hay cactus y suculentas con flores que alegran cualquier ambiente.
¿Qué son los cactus?
Según el portal Ecología Hoy, los cactus son un tipo de suculentas, capaces de almacenar grandes cantidades de agua en su cuerpo. Existen distintos tipos de cactus, pero en su mayoría son plantas con espinas, las cuales se formaron cómo método de defensa contra animales.
También conocidas como cactáceas, estas plantas suculentas soportan muy bien la sequía, aunque esto no quiere decir que no necesiten agua. La frecuencia de riego de los cactus puede ser de hasta una vez al mes durante los meses fríos.
Además, necesitan mucha iluminación, incluso algunos cactus toleran muy bien el sol directo.
Imagen: Canva
Características de los cactus
Los cactus y las suculentas en general comparten muchos aspectos en común, como el hecho de almacenar agua y de necesitar mucha luminosidad. Sin embargo, hay algunas características que son propias de la familia de los cactus. Te las contamos a continuación:
-
Los cactus tienen tallos y raíces espinosas.
-
Son ideales para aquellas personas que, por falta de tiempo, no pueden dedicarle muchos cuidados.
-
Los cactus tienen aréolas, zonas del tallo en las que suelen crecer espinas agudas y rígidas.
-
Algunas cactáceas no tienen espinas, pero tienen pelos o barbas afiladas llamadas gloquidios en las aréolas.
-
Los cactus son capaces de absorber la radiación de los dispositivos electrónicos.
-
Muchos cactus necesitan el sol directo (¡algo que no está recomendado entre los cuidados de las suculentas en general!)
-
Las flores de los cactus suelen ser grandes y llamativas, y se presentan aisladas.
Imagen: Canva
Tipos de cactus
Te sorprenderá saber cuántos tipos de cactus, y suculentas en general, existen en el mundo. Te nombraremos los géneros de cactus más conocidos, ¡elige tus favoritos!
Ariocarpus
Si hablamos de cactus y suculentas, estas plantas son de las que más prestan a la confusión, ya que pertenecen a la clasificación de cactus, a pesar de tener una estética muy singular.
La ariocarpus es una categoría de cactus pequeños, con tallo en forma de estrella y con enormes tubérculos. Este tipo de cactus posee aréolas con espinas muy pequeños y alcanzan un diámetro y una altura máximos de 30 centímetros.
Las flores del cactus de tipo ariocarpus surgen del centro de las plantas, y miden unos 4 o 5 centímetros de diámetro. Son uno de los géneros botánicos más populares entre los coleccionistas de cactus y suculentas.
Imagen: Canva
Euphorbia lactea
También conocido como cardón o planta candelabro, este cactus puede llegar a superar los 5 metros de altura. Esta especie procede del altiplano del norte de Argentina, Chile y parte de Bolivia.
Este cactus espinoso necesita recibir sol directo, por lo tanto es perfecto como planta de exteriores. Su cuerpo es de color verde con numerosas espinas muy variables en forma y color. Producen flores blancas y grandes, de hasta 12 cm, que se abren al atardecer.
Imagen: Canva
Mammillaria Crinita
Esta familia de cactus tiene picos puntiagudos que cubren su exterior. Son originarias de México, pero también se han encontrado en algunas áreas de Estados Unidos. El género mammillaria abarca más de 250 especies de cactus y suculentas.
Su tamaño suele rondar entre los 2 a 25 cm de diámetro, pudiendo incluso llegar a los 50 metros de altura. Los cactus Mammillaria se caracterizan por tener una estructura de espinas, que nace desde la base de la planta y cubre una gran parte de su superficie.
Según el portal Cactus y Suculentas, estos cactus disponen de grandes reservas de savia y tienen un metabolismo particular, llamado metabolismo del ácido crasuláceo, que se activa durante la noche, absorbiendo el gas carbónico y restaurando el oxígeno.
Imagen: Canva
Echinocactus grusonii
También llamado bola de cactus, este tipo de cactus puede crecer entre uno y dos pies de altura, pero con una forma que se asemeja a un globo. Sin embargo, ten mucho cuidado, pues su exterior está completamente recubierto de espinas.
Por otro lado, la bola de cactus produce pequeñas flores de color amarillo que suelen crecer en grupos. ¡Seguro la habrás visto en muchos jardines con otros cactus y suculentas!
Imagen: Canva
Carnegiea gigantea
Este género de cactus también es conocido como saguaro, y tiene la forma con la que habitualmente identificas a un cactus. En México, el saguaro está principalmente amenazado por los cambios en el uso de la tierra para la cría de ganado, y en Estados Unidos está siendo desplazado por la urbanización.
Este tipo de cactus con espinas necesita recibir pleno sol, por lo que no es apto para interiores, a menos que se planten en ambientes muy soleados. Y no te emociones por verlo crecer: esta planta sin flores tarda unos 30 años para llegar al metro de altura.
Si te gustan los cactus, el saguaro tiene que estar presente en tu patio. Pero cuidado: debes controlar que tenga un espacio con buen drenaje. Investiga sobre arquitectura del paisaje y crea un jardín de ensueño con cactus y suculentas.
Imagen: Canva
Thelocactus bicolor
Es un cactus con flores de crecimiento lento. El tallo es simple y raramente ramificado desde la base, cuyas tonalidades son verdes y a veces amarillentas o grisáceas. Puede llegar a medir entre 8 y 20 cm de altura.
El thelocactus bicolor debe estar ubicado en un lugar donde reciba sol directo, a diferencia de otros cactus y suculentas que sólo toleran media sombra.
Imagen: Canva
Disocactus speciosus
¡Amamos los cactus colgantes! Y esta planta es una de ella. También conocido como Santamaría, este cactus desarrolla tallos de hasta 1 metro de largo y flores de 8 a 13 cm de diámetro de color escarlata.
Requiere los mismos cuidados que otros cactus y suculentas, aunque puede resistir sol directo. ¡No soporta temperaturas bajas! Así que es ideal para climas más bien calurosos.
Imagen: Canva
Y así, ¡podríamos seguir nombrando cactus durante horas! Imagínate que, según el portal Verdecora, hay más de 15 géneros distintos de cactus, y existen más de 8.000 especies distintas de suculentas.
Diferencias entre cactus y otros tipos de suculentas
Como dijimos anteriormente, hay distintos tipos de suculentas, y cada una tiene características muy distintivas. Pero la principal diferencia entre cactus y suculentas son las areolas de los cactus, de las cuales brotan tricomas o pelillos y espinas.
A continuación, te contaremos brevemente acerca de otras diferencias que también se pueden encontrar entre los cactus y los otros tipos de suculentas conocidas.
Diferencias entre crasas y cactus
Para que se comprenda aún mejor la relación entre cactus y suculentas, es necesario que hablemos de las diferencias entre crasas y cactus.
Dado que ambas son plantas suculentas, las crasas también almacenan el agua. Pero, a diferencia de los cactus, lo hacen en sus hojas, y, según el riego, se dilatan en mayor o menor medida.
Por su parte, las espinas de los cactus fueron originalmente sus hojas, por lo que es en el tronco donde guardan sus reservas de agua.
Imagen: Canva
Diferencias entre agaves y cactus
La principal diferencia entre los cactus y los agaves es el follaje de estas últimas, que no sólo se distinguen de forma visual, sino también por los usos de cada planta.
Los agaves son fuente de bebidas como el tequila y el mezcal, y sus grandes hojas han sido utilizadas para construir techos. Además, su fibra, el henequén, también sirve para alimentar ganado, sin dejar de lado que también son plantas decorativas.
Por su parte, los cactus son apreciados por sus frutos: las tunas y pitahayas, y por sus nopales, que también sirven para alimentar al ganado y proveerles agua. Pero su uso más representativo es el decorativo, ya que pueden adaptarse a casi cualquier ambiente y combinarse con otros cactus y suculentas.
Imagen: Agave - Canva
Diferencias entre aloe vera y cactus
La planta de aloe vera pertenece a la familia Xanthorrhoeaceae y los cactus, como dijimos anteriormente, a la Cactaceae. La diferencia principal entre ambos es que el aloe vera contiene en su interior una especie de gel, que se usa en muchísimos ámbitos: desde planta medicinal para curación de heridas y quemaduras, hasta como ingrediente en batidos saludables.
Los cactus y el aloe vera pueden permanecer en zonas desérticas con poca agua, y ambos tienen espinas, aunque las espinas del aloe vera no son del mismo tipo que las del cactus.
Imagen: Aloe vera - Canva
Ahora que ya conoces todo sobre este tipo de plantas, ¿que esperas para empezar a crear tu jardín de cactus y suculentas, usando diferentes combinaciones de colores y formas?
Y si quieres avanzar un nivel en conocimientos de decoración con plantas y flores, ¿qué tal si revisas este curso de Floristería: crea arreglos florales para eventos?
¡Nos leemos en el próximo artículo!