Un análisis de riesgos de una empresa puede ser visto como un procedimiento innecesario para algunos o precavido para otros. Lo cierto es que realizar este tipo de investigación será eficaz para sacarte de grandes apuros si la aplicas de forma efectiva en el momento indicado.
El camino del emprendimiento requiere de entusiasmo y valentía, pero también de una serie de consideraciones para que el negocio pueda prosperar. Aunque diversos factores pueden impedir el crecimiento de una empresa, un correcto análisis de riesgos puede ayudarte a prevenirlos.
Como bien menciona el profesor José María Robles, docente del curso online de Project Management: evaluación de proyectos, "el éxito o el fracaso de cualquier proyecto depende, en gran medida, de su nivel de evaluación". Así que un estudio a tiempo puede ahorrarte muchos problemas luego.
Tanto la competencia como el propio mercado generan escenarios adversos que necesitas anticipar. Realizar un análisis de riesgo te ayudará a contar con planes de resguardo y medidas para reducir o mitigar cualquier posible inconveniente en tus proyectos.
En este post, te enseñamos qué es un análisis de riesgos en una empresa y los tipos de estudios que pueden realizarse. Asimismo, verás cómo hacer una investigación de diversos tipos de riesgo para reconocer las adversidades que podrían afectar tus operaciones. ¡Acompáñanos!
¿Qué son los análisis de riesgos?
Los análisis de riesgos de una empresa consisten en una serie de técnicas y evaluaciones, de carácter cualitativo y cuantitativo, que ayudan a encontrar riesgos de distinta naturaleza para una compañía. Gracias a su función, este estudio es una herramienta muy apreciada por los directivos de cualquier empresa.
Los análisis de riesgo se remontan a muchas décadas atrás y han sido empleados en áreas como las siguientes:
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La aeronáutica
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La industria química y petroquímica
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El campo nuclear
Con el tiempo, la identificación de riesgos y los análisis al respecto pasaron a influir en la toma de decisiones de todo tipo de empresas, siendo hoy casi indispensables. Como bien menciona el medio Forbes, "para conocer y anticiparse a la incertidumbre es recomendable contar con un marco de trabajo, que permita implementar y coordinar los planes de acción que logren la mayor eficiencia en el aprovechamiento de esfuerzos y sinergias".
Por esta razón, es importante disponer de un plan de respaldo para reducir y mitigar cualquier posibilidad de fracaso de tu proyecto.
Vertientes de los análisis de riesgo
Si algo debes saber sobre los análisis de riesgos de una empresa es que sus variables no necesariamente deben ser exactas y concretas. Un proyecto puede sufrir el riesgo de no generar los resultados esperados por factores que quizá no sean medibles o contrastables.
Hay varias clases de vertientes que debes tomar en consideración sobre los análisis de riesgos de una empresa.
Análisis cualitativo
Este tipo de análisis de riesgos se utiliza en la toma de decisiones de proyectos empresariales. Los métodos cualitativos parten, básicamente, de la experiencia e intuición de los emprendedores.
El análisis cualitativo de riesgos es aplicable cuando el nivel de amenaza es muy bajo, por lo que no vale la pena emplear demasiado tiempo y energías para un estudio más profundo. También sirven para casos en que los datos numéricos no aportan mucho para el análisis más global que se busca.
Dentro de los métodos cualitativos encontramos ejemplos como los siguientes:
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El brainstorming
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El cuestionario
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Las entrevistas estructuradas
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La evaluación para grupos multidisciplinarios
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El juicio de especialistas y expertos (técnica Delphi)
Análisis semi-cuantitativo
Dentro de estos análisis de riesgos de una empresa, encontrarás clasificaciones de palabras como "alto", "medio" o "bajo", así como también términos más detallados sobre probabilidades y consecuencias.
Dichas clasificaciones se basan en una escala confeccionada para medir los niveles de riesgo, que tiene que ser muy precisa para no sobreestimar o subestimar los riesgos, tanto los del entorno como los propios.
Análisis cuantitativo
Existen muchas diferencias entre el método cualitativo y el cuantitativo. Principalmente, la opción cuantitativa permite asignar valores de probabilidad a los riesgos que identificas. Aquí se incluyen métodos como, por ejemplo:
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El análisis de probabilidad
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El análisis de consecuencias
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La simulación computacional
Si hablamos del análisis cuantitativo de riesgos, encontramos métodos matemáticos más exactos y precisos que los anteriores. Sin embargo, este tipo de análisis requiere personal, tiempo y, en ocasiones, inversiones financieras para poder ejecutarse como corresponde.
Tipos de análisis de riesgos
No existe una sola forma de control de riesgos. En realidad, una buena práctica es la de combinar diferentes técnicas de acuerdo al tipo de proyecto en el que te encuentres. Unas pueden ser más acordes a tu negocio que otras, pero vale la pena conocer bien las principales.
1. What if
El análisis del what if (¿qué pasaría si...?) es muy sencillo de entender y aplicar. Además, suele estar entre los primeros pasos para reconocer los principales riesgos de un negocio.
Una buena práctica del what if consiste en programar reuniones entre funcionarios o colaboradores que conozcan a fondo el rubro de la empresa. En el primero de estos encuentros, se puede realizar una lluvia de ideas en la que surjan diversos casos hipotéticos sobre cosas que salgan mal. Por ejemplo:
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¿Y si la energía se corta por un día entero?
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¿Y la máquina "X" falla?
Ya en siguientes reuniones, los expertos podrán ahondar en la identificación de riesgos y preparar medidas apropiadas para esas primeras preguntas. Se ahondará en las causas, consecuencias y recomendaciones al respecto.
2. Análisis preliminar de riesgos (APR)
Este tipo de análisis de riesgos de una empresa ayuda a encontrar amenazas potenciales en un proyecto que recién está gestándose. Aquí se deben identificar todas las actividades que conforman un proyecto o el flujo del mismo, para reconocer los potenciales problemas que puedan surgir en cada etapa.
Luego, la información tiene que ser vaciada en una tabla de registro. Puedes distribuir la data bajo los siguientes pasos:
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Escribe en una columna los riesgos que se identificaron.
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En otra, añade las posibles causas únicas.
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En la tercera, enlista las consecuencias
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En la columna final estarán las categorías de riesgo según la gravedad, la frecuencia, o los criterios de clasificación que se consideren.
Entre más posible sea un riesgo, o más impactantes sean sus repercusiones, mayor será la atención que se le debe dar.
Una clasificación más general, pero útil, sería la de dividirlos en los siguientes puntos:
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Menores
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Moderados
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Serios
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Catastróficos
Fuente: Pexels
3. Los 5 porqués
Aquí se busca encontrar la raíz de algún problema específico, procurando descartar las respuestas menos concretas. Esta metodología para el análisis de riesgos debe realizarse en grupo y respetando el siguiente orden:
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Primero, se plantea el problema.
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Luego, se formulan las preguntas.
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Finalmente, partiendo de las respuestas, se encuentran las causas raíz.
Aunque el nombre de la técnica lo sugiera, no resulta indispensable restringir el análisis a cinco preguntas. Pueden ser más de acuerdo a la complejidad de cada potencial problema.
Partamos de un hipotético problema en el que tienes clientes enfurecidos porque sus entregas no están llegando a tiempo. En ese caso, tienes las 5 posibles preguntas, con hipotéticas respuestas que ayuden a desarrollar el método.
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¿Por qué se están demorando las entregas? Porque la mercancía está retenida en la bodega.
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¿Por qué la mercancía está retenida en la bodega? Porque los camiones están tardando en salir.
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¿Por qué los camiones están tardando en salir? Porque el trabajador está demorando en cargarlos.
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¿Por qué el trabajador demora tanto en cagarlos? Porque una sola persona tiene que cargar muchos camiones al mismo tiempo.
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¿Por qué el trabajador tiene que cargar tantos camiones al mismo tiempo? Porque faltan ayudantes en la bodega.
Causa del problema: falta de funcionarios en la bodega. En este caso, se trata de los riesgos internos de una empresa.
4. FMEA (Failure Mode and Effective Analysis)
Esta metodología parte de una técnica de ingeniería pensada para la NASA, pero que luego sería empleada dentro de distintas industrias. Esta implica identificar, clasificar y eliminar las fallas de los proyectos antes de que estas se presenten.
Se empieza por identificar posibles fallas y efectos. Luego, se crea una clasificación de los mismos que parta de una puntuación basada en tres criterios:
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Frecuencia.
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Gravedad.
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Detección.
Basándote en estos tres puntos, puedes armar una fórmula en la que determines qué fallas son más o menos graves. Las más graves deberán ser atendidas primero.
5. Checklist
Puede describirse como una 'medida para las medidas'. Su función es confirmar que todas las medidas preventivas que estableciste se estén cumpliendo.
Aquí debes hacer una lista con todos los riesgos que se identificaron en tu organización, junto a sus respectivas medidas de prevención. Junto a cada ítem, debe verse una casilla con las tareas que se cumplieron y las que aún no se realizan.
Esta parte de los análisis de riesgos es muy importante, además de resultar bastante sencilla. Puede servir en cualquier escenario para facilitar la toma de decisiones.
6. Método Montecarlo
Dentro de la metodología para el análisis de riesgos de una empresa, está el popular Método Montecarlo, que se caracteriza por lo siguiente:
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Su amplia visión para mostrar posibles escenarios
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La simpleza de su aplicación
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Fácil de adaptar a las mencionadas simulaciones por computadora
El método Montecarlo consiste en realizar un número elevado de iteraciones (asignaciones de valores de forma aleatoria), de modo que la muestra disponible de resultados sea lo suficientemente amplia como para representar la realidad. No obstante, antes de aplicarlo, asegúrate de haber hecho un detallado análisis cuantitativo de riesgos.
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¿Cómo realizar un análisis de riesgo?
El procedimiento para determinar un análisis de riesgos de una empresa no suele seguir siempre el mismo patrón. Como te mencionamos anteriormente, existen diversos métodos que pueden ser utilizados en función del tipo de estudio que requieras.
Sin embargo, este tipo de investigación requiere seguir una estructura determinada, para considerar un análisis de riesgos de una empresa. A continuación, te presentamos una secuencia de fases que puedes encontrar en la gran mayoría de métodos que consideramos de esta lista.
1. Define el alcance de tu análisis de riesgo
Este es el paso inicial de cualquier análisis de riesgos en una empresa. Si quieres diseñar el análisis de riesgo de una empresa, lo primero que debes saber es el alcance que tendrá tu estudio.
Para hacer una delimitación adecuada del área que estudiarás, puedes comenzar planteándote estas interrogantes:
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¿Qué puntos se tocarán en la investigación?
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¿Cuáles serán las áreas estratégicas en las que se debe mejorar?
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¿Qué departamentos, sistemas o procesos se tratarán durante el estudio?
Además, harías bien en reconocer cuáles son los activos que mantienen relación con el departamento, sistema o proceso que sea tu objeto de estudio. Este punto no es muy complejo, pues te basta con una hoja de cálculo para agrupar este tipo de cuestiones.
Independientemente de cuál sea tu modelo de negocio, una vez que delimites el alcance que tendrá tu estudio, tendrás el panorama ideal para comenzar a realizar tu investigación.
2. Identifica los riesgos que amenazan el proyecto
Como bien menciona el portal Economipedia, una de las cosas más importantes de los riesgos empresariales es identificar aquellos posibles problemas a los que puede exponerse la compañía. Si no tienes en cuenta cuáles son las amenazas potenciales que se ciernen sobre tu proyecto, existe una gran probabilidad de que este naufrague antes de empezar.
Pueden existir numerosas amenazas para un mismo proyecto, por lo que debes mantener una perspectiva práctica si deseas que tu análisis de riesgos de una empresa sea exitoso. Para reconocer cuáles son los factores que pueden afectar tu operación, puedes comenzar haciendo un brainstorming con las personas que forman parte del proyecto que vas a emprender (o quienes estuvieron involucrados, de una u otra forma).
La idea de esta acción es que se enumeren los riesgos que se presentan usualmente, buscando abarcar desde lo más simple hasta lo más complejo. Independientemente de que sean eventos aleatorios o situaciones puntuales, todo debe fluir durante la reunión con tus colaboradores.
Algunos posibles riesgos que debes tomar en consideración son los siguientes:
Riesgos del mercado
Considera la zona en la que se mueve tu negocio, tanto literal como figuradamente. Aquí entran factores como:
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La inseguridad de la calle en la que operas.
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Los potenciales competidores que puedan surgir si tu producto no satisface la demanda.
Todo esto puede influir, incluso, en la alteración del precio de tu producto y sus utilidades.
Riesgos de proveedores
¿Tienes una buena relación con tus proveedores? ¿Has pensado en cuánto dependes de ellos? Es un aspecto que debes tener muy presente en tu análisis de riesgos de una empresa, ya que, para que logres mover tu negocio en un clima de confianza, todo debe estar bien con tus proveedores.
Si no quieres que se vean afectados aspectos como los canales de distribución de tus productos, debes mantener una buena relación con tus proveedores.
Riesgos de la competencia
Plantéate qué tan competitivas son otras marcas que funcionen en tu rubro y dentro de la locación en la que trabajas. Analiza qué tan complicado resulta la disputa con ellos y cuánto terreno pueden ganar de acuerdo a sus cualidades.
Debes pensar en posibles escenarios que impliquen a una competencia más fuerte que tu empresa, y en cómo los afrontarías.
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3. Categoriza los riesgos
¿Ya conoces qué inconvenientes se reflejarán en tu análisis de riesgos? Perfecto, pero aún te falta camino por recorrer para realizar un estudio óptimo y afín a los intereses de tu empresa.
Con la lista de riesgos identificados, deberás dividirlos. Para realizar esta categorización, puedes hacerla en temáticas como las siguientes:
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Según la etapa del proyecto en cuestión.
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Según quién sea la persona responsable o encargada del proyecto.
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Según si las amenazas son internas o externas.
En función del análisis de riesgos de una empresa que decidas realizar, puedes utilizar diferentes categorías, debido a que es posible que no siempre recurras a los mismos tipo de actividades y categorizaciones.
4. Realiza la calificación de cada uno de los riesgos
Este punto es sencillo: dale un valor a cada uno de los riesgos de impacto. ¿Qué queremos decir con esto? Que debes concederle un valor en una escala de tu consideración (del 1 al 5, por ejemplo), además de determinar el porcentaje de posibilidades que existe para que ocurra cada riesgo.
En esta parte de tu análisis de riesgos de una empresa, es cuando imaginas las probabilidades de que ocurran las acciones que buscas prevenir. Por ese motivo, es fundamental que te asesores con otras personas, pues su opinión te será de gran utilidad para determinar (con el mayor grado de exactitud posible) si es posible que un evento suceda o no.
Los porcentajes y las cifras te ayudarán a determinar a cuáles riesgos debes prestarles mayor atención. Para calcular cualquier posible riesgo, puedes utilizar criterios cuantitativos y cualitativos.
5. Piensa en posibles soluciones a los riesgos
Lo más natural es que, ante cualquier posibilidad, siempre tengas a la mano un plan B en caso de que se desencadene uno de los eventos que previste en el análisis de riesgos de tu empresa. Y, tranquilo, que esta alternativa no debe ser perfecta e idealista, sino realista.
Si ya identificaste tus activos, serás capaz de reconocer sus vulnerabilidades: saber con qué clases de medidas de seguridad cuenta el activo, y descubrir qué tan expuesto se encuentra y cómo puedes reforzar los mecanismos de seguridad que lo atañen.
La idea es estar lo más preparado posible ante una eventualidad. Por ejemplo, imagina que cuentes con un proveedor importante, el cual no puede cumplir con su parte y tampoco tienes la posibilidad de contratar a otro porque no tienes el tiempo suficiente. En este caso puntual, ¿cuál sería tu reacción?
En este ejemplo, una solución sensata es la de adelantar alguna otra etapa, pausar la actual y así, le darías la oportunidad a tu proveedor de que se ponga al día y cumpla con lo que había prometido.
6. Calcula los riesgos nuevamente
Una vez que hayas cumplido con el análisis de riesgos de una empresa, tienes la opción de emitir un nuevo cálculo. Con el procedimiento anterior, ya tienes una visión más realista de tu proyecto y de las amenazas que pueden afectar e impactar en él.
Con tu análisis de riesgo realizado, tienes varias opciones para lidiar con los posibles contratiempos que puedan surgir. Algunas de las estrategias más utilizadas para lidiar con los riesgos son las siguientes:
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Transferencia de riesgo a un tercero: un claro ejemplo de este riesgo es la contratación de algún seguro que cubra cualquier daño a terceros, generados por fuga de información, por ejemplo.
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Eliminar el riesgo: aquí podríamos poner de ejemplo la eliminación del WiFi de cortesía para los clientes (en caso de ser estrictamente necesario).
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Asumir el riesgo: por supuesto, siempre de forma justificada. Aquí hacemos alusión a la instalación de algún mecanismo o equipo importante, que la empresa esté en condiciones de asumir.
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Implementar medidas para reducir el impacto: la contratación de un servicio con acceso a internet, que sirva como respaldo para acceder a servicios en la nube, en caso de que caiga la línea principal.
Fuente: Pexels
Luego de aprender estos conceptos y buenas prácticas sobre la administración de riesgos empresariales, contarás con una visión mucho más amplia sobre la realidad que te rodea y podrás aumentar las probabilidades de éxito de tu negocio. Y si necesitas herramientas de apoyo, te presentamos nuestra plantilla de análisis de riesgos, con la que podrás identificar a tiempo los contratiempos que surjan en tu empresa.
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¡Nos vemos!