Hoy en día el código de vestimenta forma parte importante de la presentación de una marca, empresa o persona. Aquello que se creó para cubrir el cuerpo humano, actualmente habla más de nosotros de lo que las propias palabras pueden decir. Incluso, es nuestra primera presentación ante clientes, jefes o socios comerciales. 

Sabemos que la vida no es superficial y no buscamos caer en ello. Sin embargo, sabemos que hay un lenguaje corporal previo a las palabras que genera diferentes interpretaciones sobre nosotros. El objetivo de un buen código de vestimenta no es lucir más guapo. En realidad, se trata de la habilidad de transmitir sin palabras quiénes somos.

Muchas veces, el código de vestimenta laboral es impuesto por el directorio de la empresa, pero, muchas otras, nosotros decidimos qué usar para presentarnos ante jefes, colegas y compañeros de trabajo. Si eres de los que cada mañana pasa horas buscando el atuendo correcto para ir al trabajo o si estás aburrido de utilizar siempre los mismos colores y texturas, los siguientes tips de vestimenta de trabajo te servirán para destacarte. 

También, descubrirás cómo se han ido transformando los códigos de vestimenta empresariales con el pasar del tiempo y con la llegada de líderes jóvenes a grandes organizaciones que revolucionan las formas de interacción entre empleados, jefes y clientes. Así, tendrás un panorama amplio y dinámico que te servirá para ir a la oficina con total seguridad sobre tu imagen personal.

Nuevos códigos de vestimenta para nuevos líderes 

En el siglo pasado quedaron las jerarquías estrictas que los jefes tenían respecto a sus empleados y en ello el código de vestimenta ha influido en gran manera. Ahora, los nuevos códigos de vestimenta se acercan a nuevos estilos de liderazgo, marcados por relaciones más igualitarias entre todos los integrantes de una compañía. 

En definitiva, los códigos de vestimenta en el trabajo se han relajado y ahora todo el personal disfruta de una mayor libertad en cuanto al tipo de vestimenta que pueden llevar, sin dejar de estar vestido acorde al puesto. Referentes de la moda como la revista estadounidense Vogue, llaman a este nuevo estilo de moda como “business casual”.

Tan solo hay que echar un vistazo al estilo de vestir de grandes emprendedores a nivel internacional como Elon Musk o Michael Zuckerberg para comprobar cómo son los nuevos líderes empresariales y su código de vestimenta menos serio y más cercano con el que usan sus empleados. Con outfits clásicos y desestructurados, los nuevos líderes buscan dar una imagen de frescura y equidad en la compañía. Se trata de la moda que está triunfando para los trabajos de oficina en la actualidad y en todo el mundo.

Fuente: Pinterest

Al igual que el recordado líder de Apple, Steve Jobs y su eterno suéter negro de cuello alto que incorporó como código de vestimenta en la década de los 90’, Michael Zuckerberg, dueño de Facebook, hizo público ya en 2014 su básico armario de camisetas. En aquel momento, justificaba: “no voy a desperdiciar mi atención en tomar decisiones frívolas”, en torno al interés que le brinda a una política de vestimenta empresarial. 

“La razón por la que sólo uso camisetas grises, y quiero aclarar que tengo varias camisetas grises iguales, es que hay muchas investigaciones que muestran que tomar decisiones pequeñas, incluso las relacionadas a qué ponerte en las mañanas, o qué desayunar, pueden cansarte”, decía Zuckerberg durante un vivo en Facebook. Incluso, el líder de Facebook comparó su filosofía sobre el código de vestimenta con Obama y Jobs. 

Del mismo modo, empleados de oficina de todos los rangos se están dejando seducir por este estilo en el que desde el CEO hasta el de más bajo rango de la oficina parecen indistinguibles por su forma de vestir. Atrás quedaron los ejecutivos de traje y corbata que exigían políticas del código de vestimenta empresarial. 

Si, como nosotros, ves que las cosas están cambiando y no quieres quedarte atrás. Si tu empresa es una de las que apuesta por bajar el nivel de seriedad en el vestir, te conviene aprender de qué hablamos cuando hablamos de “business casual” como el nuevo código de vestimenta en el trabajo. 

Fuente: Facebook de Mark Zuckenberg

La tendencia del “Business Casual” 

A pesar de que muchas empresas continúan imponiendo un código de vestimenta en el reglamento interno del trabajo, el “business formal” ya es cuestión del pasado. El traje y corbata para caballeros y chaqueta con falda para mujeres está siendo reemplazado por un código de vestimenta menos encorsetado, más versátil e, incluso, más cómodo.  

Lo cierto es que cada vez son más las compañías que se deciden por el “business casual”, sobre todo en empresas del ámbito de las tecnologías, el diseño y la innovación. Si bien no hay un protocolo estricto sobre el código de vestimenta, suelen marcar qué se puede llevar puesto y qué no, siempre dentro de la gran variedad de opciones que el business casual permite.

Americanas, polos, vaqueros o pantalones cargo y calzado más informal son algunas de las prendas consecuencia de la relajación del código de vestimenta empresarial. ¡Alerta! no se trata de estar vestido de entrecasa, así que nada de llevar prendas como bermudas, zapatillas deportivas, gorras, chaquetas informales o sandalias de playa. Ten presente que, por muy moderna que sea la oficina, hay ciertas prendas que no se deben llevar al puesto de trabajo donde nos relacionamos con jefes, compañeros o clientes. 

Ahora que ya sabes que no es necesario vestir de traje y corbata para ir elegante al trabajo, puede ser el momento perfecto para plantear una relajación del código de vestimenta en tu empresa o negocio. Además, nunca debes perder de vista que la comunicación no verbal empieza con lo corporal, por lo que puedes estar diciendo muchas cosas al momento de elegir tu outfit.  

Elegir tu outfit según los lineamientos de la empresa

El mismo dicho lo asegura: “como te ven, te tratan”. Y son muchas las empresas cuyo fin es proyectar una serie de valores que las representen como marca o imagen corporativa. Sin embargo, y pese a que haya algunos lineamientos de lo que no se debe vestir para ir a la oficina, el código de vestimenta actualmente es muy abierto y puede prestarse a confusión. 

Primero debes analizar si hay un código de vestimenta ya impuesto en la compañía. Si bien no existe una norma válida para todos los casos y cada empresa decide cuál es teniendo en cuenta aspectos como el sector, el tamaño de la compañía, el número de trabajadores o el tipo de clientes a los que se dirige, hay algunas reglas básicas que debe incluir tu código de vestimenta para el trabajo:

• Adáptate a la cultura de tu empresa. Si te incorporas a una empresa y conoces a alguien que trabaje allí, pregúntale previamente cómo viste la gente o consulta directamente con el departamento de Recursos Humanos si existe un código de vestimenta. Te servirá realizar este ejercicio durante la entrevista de trabajo. 
• No escatimes en la ropa. Ten en cuenta que pasas la mayor parte del día en el trabajo y debes sentirte cómodo. Si cuentas con más de un outfit, podrás tener un gran márgen para combinar tus prendas y siempre parecerás renovado. 
• Dale protagonismo a los zapatos. Podemos ir adecuadamente vestidos, pero si los zapatos están desgastados o son incómodos, el aspecto general será desaliñado. ¡Compra los mejores zapatos que permita tu presupuesto y asegúrate de que siempre estén cuidados y limpios!
• Los complementos también cuentan. Los complementos son importantes tanto para los hombres como para las mujeres, así que intenta hacerte con accesorios útiles y de alta calidad como un buen bolígrafo, una funda de portátil o un maletín. En el caso de las joyas, intenta que sean discretas para no distraer la atención.

De más está decir que un buen código de vestimenta va acompañado de una higiene adecuada y otros aspectos de la presentación personal, como por ejemplo asistir con la ropa limpia y con un hair styling ordenado. Así también es importante el buen uso del lenguaje corporal para transmitir una imagen positiva. 

La psicología del color y el concepto de ti mismo

Y si de transmitir buena imagen empresarial con nuestro código de vestimenta hablamos, debemos empezar por uno mismo. Tal como lo asegura María Paula Alonso, profesora del curso online de Motivación y eficiencia personal, “la imagen que tengas de tí depende de la forma en la que te has interpretado”. 

“Las etiquetas a nosotros mismos son mencionadas como una gran barrera en la comunicación. Para llegar a cualquier lugar, tendremos que valorar, apreciar y descubrir a quien se lava los dientes con nuestro cepillo de dientes todos los días, quien se pone nuestros zapatos”. 

¿Quién eres y qué quieres decir de ti en el trabajo? Esta será la pregunta que debes hacerte para definir el código de vestimenta que más libre y cómodo te siente. Claro, siempre teniendo en cuenta los lineamientos generales de la compañía para la que trabajas y las diferentes situaciones que vivirás en el horario laboral. 

Fuente: Pinterest

Según un estudio publicado en Journal of Personality and Social Psychology, la mayoría de las personas presta tanta atención al código de vestimenta como consecuencia de la influencia que tiene la forma de vestir con la identidad social percibida y señalada. Se trata de la famosa psicología del color, en la que se vinculan los colores con respuestas emocionales. 

¡Usa los colores a tu favor! Si estás interesado en imponer una determinada imagen, debes saber que elegir los colores según la situación en el trabajo es obligatorio. Si se tendrá, por ejemplo, una importante negociación, lo ideal es que vistas con tonos azules y blancos ya que brindan confianza y transparencia. Recuerda también que los tonos muy vivos como rojos deben evitarse, ya que denotan agresividad y actitud dominante. 

Ahora que ya tienes las herramientas para armar tu propio código de vestimenta y destacarte en tu ámbito laboral, te invitamos a darle un vistazo a nuestros cursos online de Liderazgo, con los que podrás complementar tu imagen personal. Además, puedes descargarte gratis este ebook con una guía completa para plantear tus metas tanto profesionales como personales.