¿Los buenos hábitos se aprenden en casa? Desde mi autoanálisis he comprobado la estrecha relación que tiene el desorden, costumbres y hábitos alimenticios con mi sistema familiar. Tampoco voy a negar que aquí he vivido momentos de estrés y esto va asociado a la falta en la gestión de responsabilidades. 

Entonces, si como familia somos un ente crucial de influencia para el auto bienestar y cumplimiento de nuestros propósitos, ¿cómo fomentamos la productividad en casa? Me he prometido mejorar y quiero trasladarte parte de mis aprendizajes en el trabajo a este núcleo tan importante. ¡Probemos!

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¡Ya son las 7!

Nuestra productividad convive mejor de día. Levantarnos más temprano ayuda a no prolongar horarios de trabajo ya establecidos y a no cruzar nuestras responsabilidades con las dosis necesarias de ocio, que habitualmente suceden por las noches.

Las listas sirven, en serio

Necesitamos estructura de Lunes a Viernes. Organicemos las actividades que queremos hacer, puedes tener una pizarra en un espacio común para revisarlo siempre, o compartir en un formato digital con los miembros de tu familia.

Ante todo seamos realistas

Es importante ser sinceros al momento de calcular el tiempo que nos tomará cumplir cada tarea. Sumemos todo y analicemos si nuestra propuesta es afrontable con el bienestar psicológico que necesitamos. ¿Habrá tiempo para el descanso? ¿Tendremos espacio para imprevistos? Si en nuestra fórmula salen jornadas enormes, prioricemos.

Eligiendo a los expertos

Nadie lava mejor los platos que yo, y mi papá, que es el amo y señor de la escoba lo sabe. Por eso, organicemos las tareas domésticas considerando las destrezas de cada uno.
Pensemos en la eficiencia que estamos logrando con ello, nuestra carga de deberes no aumenta si trabajamos en equipo y nadie termina mas cansado que el otro al final del día. Una distribución de tareas óptima y concentrada en el que puede llevar mejor el liderazgo de la tarea. ¿Cómo te parece?

Cada espacio tiene un nombre

Por algo la cocina y el dormitorio se llaman así. Destinen un lugar en casa para el trabajo y evitemos mezclarlo con actividades que no corresponden, como desayunar en tu escritorio y tener videollamadas en el comedor. Así, minimizamos distracciones y despedimos de a pocos la procrastinación.

Juntos crecemos mejor

Vivimos tan enfocados en sobrevivir a la rutina y cumplir con las fechas, que no dedicamos un momento para salir de nuestra cueva laboral a compartir con otros. Probar una actividad nueva y en conjunto ayuda a despejar la mente, y además,  ¡alimenta nuestra creatividad!

Pon a prueba las habilidades de los miembros de tu familia con estos juegos caseros

En Crehana queremos impulsar esa innovación y la de tus pares, por eso ahora está disponible la membresía familiar, para que el aprendizaje de todos no se detenga en casa. Puedes obtener más información aquí.

Espero que este tiempo sea aprovechado al máximo, aplicando estos consejos. Como familia, somos un agente de cambio importante para promover la productividad, estamos en días clave para lograr nuevas cosas juntos. ¡Sigamos adelante!