Mientras el trabajo flexible ve crecer su importancia en el mundo laboral, se enfrenta a una serie de mitos sobre su funcionamiento y efectividad. Se dicen muchas cosas sobre los modelos de trabajo flexible, y no todas son buenas, pero no todas son verdad.
¿Has escuchado frases como: con el trabajo flexible los empleados rinden menos, o, el trabajo flexible hace que la gente no se comprometa como lo hacen en la oficina? Porque yo lo he escuchado varias veces. Y parecen ser frases que nacen más desde la intuición, que desde los hechos.
En el artículo de hoy vamos a ver qué es en realidad el trabajo flexible, y vamos a repasar algunos mitos que giran en torno a él. Nuestro propósito es que, al terminar de leer esta nota, sepas qué es verdad y qué no en torno al trabajo flexible.
¡Vamos a verlo!
¿Qué es el trabajo flexible?
El trabajo flexible, también conocido como trabajo remoto o híbrido, tiene mucho que ver con las nuevas condiciones laborales a lo largo y ancho del mundo. Se refiere a la posibilidad de realizar las actividades del trabajo desde el hogar.
Las responsabilidades de fuerza de trabajo flexible son prácticamente las mismas que se tenían en la oficina, y la relación entre los líderes y los empleados se rige por las mismas reglas que un entorno presencial.
En sus inicios, el trabajo flexible era exclusivo de desarrolladores de nuevas tecnologías y áreas especializadas, pero a medida que pasó el tiempo, se fueron expandiendo las labores que pueden ser realizadas de esta manera. Los departamentos de marketing, Recursos Humanos, finanzas o soporte, pueden tener empleados que trabajen de manera remota.
Sin embargo, el trabajo flexible no termina en el trabajo a distancia. También se relaciona con construir un ambiente de trabajo flexible y adaptable, y no solamente con un horario flexible de trabajo. La flexibilidad laboral también tiene que ver con el abandono de las estructuras rígidas del siglo XX y con la aparición de muchos y diferentes tipos de acuerdos, contratos y relaciones de trabajo.
No solo la opción de trabajar desde casa, sino los puestos compartidos, los retiros progresivos, las ausencias prolongadas, los ajustes de horario sin reducción de salario, los programas de beneficios, todo ellos también tienen que ver con el trabajo flexible. Hablar de flexibilidad de trabajo va más allá de los tiempos flexibles y de home office.
Mitos sobre el trabajo flexible
Se ha demostrado que los esquemas de trabajo flexible generan beneficios para las empresas y aumentan el bienestar de los empleados. Sin embargo, aún nos encontramos con una serie de prejuicios contra el trabajo flexible que no están fundamentados. Ahora, vamos a revisarlos y te diremos la verdad sobre ellos.
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1. El trabajo flexible disminuye la productividad
Probablemente este sea el mito más dicho sobre el trabajo flexible. Pero los números dicen lo contrario. Todas las encuestas sobre productividad en contextos de trabajo remoto señalan un aumento considerable.
Son muchas las razones por las que esto sucede. Las modalidades del trabajo flexible le otorgan al empleado la posibilidad de organizar sus propios tiempos, dentro de límites esclarecidos. Esto genera bienestar y felicidad, porque el uso del tiempo a partir de la propia responsabilidad hace que las personas lo aprovechen y lo disfruten más.
Algunos jefes se quejan, porque con el trabajo flexible, la distracción en el hogar es mucha, pero los líderes que están constantemente encima de sus empleados en la oficina tampoco son un seguro de gran productividad. Los resultados llegan cuando los objetivos se comunican con claridad, cada integrante sabe sus responsabilidades y se trabaja desde el compromiso.
De igual manera, los empleados tienen que ser evaluados por la calidad de su trabajo, por la eficiencia con la que lo realizan, y por su capacidad de lograr los objetivos. Y eso vale tanto lo mismo, ya sea que cumplan los colaboradores un horario de trabajo flexible u ocho horas seguidas en una oficina.
Un estudio del prestigioso medio Gartner, demuestra que el 82% de las compañías líderes en el mundo planean permitir que sus empleados trabajen de manera remota parte de su tiempo, aún cuando se termine la necesidad sanitaria del trabajo remoto. Y no creemos que las grandes empresas del mundo alentaran el trabajo flexible si realmente disminuyera la productividad.
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2. El trabajo flexible es una cuestión de Recursos Humanos
A veces. hemos visto a jefes que creen que diagramar un modelo de trabajo flexible es algo que compete a R.R.H.H., porque solo tiene que ver con la satisfacción de los empleados.
Esto no es cierto, pues todas las áreas deben involucrarse en el planeamiento del trabajo flexible. Ofrecer variantes en cuanto a tiempo, lugar y tarea para los colaboradores, permitirá la atracción de talento remoto específico, con alto desempeño y potencial para generar ventaja competitiva.
Un 83% de las empresas del Top 100 de Fortune ofrecen posibilidades de trabajo flexible, y a la vez, la flexibilidad laboral es una de las 3 razones importantes que tienen los candidatos altamente capacitados al elegir un empleador.
Por lo tanto, concebir y poner en funcionamiento esquemas de trabajo flexible, productivos y eficaces, no es una responsabilidad de Recursos Humanos solamente. Tiene que trabajarse en conjunto con los demás departamentos de una empresa, para lograr el máximo beneficio comercial de estas posibilidades laborales.
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3. El trabajo flexible es un modelo individual que atenta contra la colaboración
El líder del equipo es quien debe mantener fluida la comunicación grupal, tanto en paradigmas presenciales como en momentos de trabajo flexible. También es posible la combinación del trabajo remoto con reuniones presenciales mensuales en forma de plenario.
Pensar que no hay relación entre los colaboradores por el hecho de estar en lugares diferentes, es no ver el cuadro completo de las necesidades del trabajo flexible. Mientras que es cierto que no hay espacios de esparcimiento como en la oficina, también es cierto que hay muchas vías de comunicación y que los trabajadores suelen estar en contacto y ayudándose entre ellos.
Atacar la flexibilidad laboral es no atacar el corazón del asunto, puesto que si existen problemas de comunicación en un equipo de trabajo, no es culpa del trabajo a distancia ni se soluciona simplemente con presencialidad. Las ventajas de un horario flexible en el trabajo, no atentan contra la posibilidad de reuniones constantes y compromiso continuo.
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4. Los líderes no están preparados para fomentar el trabajo flexible
Una verdad a medias. Son muchísimas las variables para considerar al implementar esquemas de trabajo flexible. La cultura organizacional, la naturaleza del labor, los diversos niveles de objetivos que la implementación busca conseguir, son solo algunas de ellas.
En todas las variantes que se generan a partir del trabajo flexible, los líderes juegan un rol crítico, pues tienen que promover y modelar un cultura flexible, que le otorgue a los colaboradores las dosis justas de responsabilidades y libertades para que se motiven y trabajen de manera lo más eficiente posible.
Motivar a un equipo de trabajo remoto requiere líderes capacitados para ejercer su liderazgo de manera híbrida, y es cierto que no todos los líderes actuales lo están. Allí nos encontramos con una responsabilidad compartida, tanto del líder de formarse, como de la empresa de capacitar a sus responsables para lograr los mejores resultados en un contexto de trabajo flexible.
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5. El trabajo flexible requiere equipamiento y soporte tecnológico
Otra verdad de media asta. Por un lado, la mayoría de trabajadores que realizan jornadas de trabajo flexible usan computadoras básicas, ya sean de escritorio o portátiles.
Por otro lado, es cierto que se precisa un software específico, o una conexión a internet veloz y segura. Son ítems que las empresas deben considerar como inversión y no como un gasto. Es algo que deben tener en cuenta si quieren mejorar el proceso de los equipos de trabajo híbridos. Debe verse como inversión en el trabajo flexible, de la misma manera que son vistos los egresos que genera la manutención de la oficina.
Para los empleados, es recomendable tener una silla ergonómica y un escritorio correspondiente para tener la espalda derecha y los hombros alineados. Ejercer tu labor de manera remota en un contexto de trabajo flexible, puede ser algo exigente para el cuerpo: ejercítate con nuestro handbook de pausas activas para el home office y lleva tu día a día de manera saludable.
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6. El trabajo flexible daña la cultura de la compañía
Las organizaciones refuerzan su cultura y su visión mediante actividades presenciales que tienen que ver con la construcción de equipo y la transmisión de sus valores. Muchos CEOs creen que el trabajo flexible no puede sostener la cultura organizacional como lo hace la presencialidad.
Según el reconocido portal Fortune, la cultura centrada en la oficina puede generar más exclusión que inclusión, relegando a los individuos con menor acceso a las redes informales de protección y promoción laboral, como por ejemplo, las mujeres de color. En este sentido, el trabajo flexible presenta el desafío de desarrollar la cultura de la organización por otras vías.
Entonces vemos que las exigencias y necesidades que se generan a partir de la implementación de modelos de trabajo flexible, también son una gran oportunidad para construir una cultura híbrida fuerte, íntegra e inclusiva.
7. El trabajo flexible atenta contra la conexión
Por más irónico que suene, hay personas que levantan este cartel contra las modalidades híbridas de trabajo. Hay que diferenciar la conectividad online con la conexión personal. Es evidente que el trabajo flexible eleva su potencial en tiempos en los que la tecnología permite que las personas se conecten en cualquier momento del día en prácticamente cualquier lugar.
Pero el hecho de que los colegas no se crucen en el desayunador calentando el café, no significa que no puedan conectar entre ellos. El desarrollo del trabajo flexible también implica la planificación de momentos de distensión online y fortalecimiento de los vínculos grupales.
Existen juegos colectivos, jornadas de visualizaciones compartidas, y muchísimas opciones más, que pueden contribuir a la cohesión personal en jornadas de trabajo flexible. La socialización laboral online es un campo inexplorado, y justamente por eso, presenta un horizonte infinito donde, por ahora, todo se puede poner a prueba. ¡Anímate a proponer ideas nuevas, porque el único límite es tu imaginación!
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Esto es todo por hoy. Los mitos son simplemente eso, frases que llegan desde el prejuicio y no tienen sustento en los hechos y las lecturas objetivas. Existen para ser puestos a prueba, evaluados y combatidos. El trabajo flexible genera muchos más beneficios que perjuicios. ¿Tiene contras? Claro que los tiene, como todo en este mundo, pero allí se debe apuntar los esfuerzos para minimizarlas, y maximizar las ventajas.
Ahora ya sabes cómo responder si te encuentras con alguna de estas frases. Estás listo para defender el trabajo flexible frente a quienes despotrican contra él sin reconocer los beneficios. ¿Se te ocurren otros mitos que deban ser rebatidos?
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¡Hasta la próxima