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Transformación digital

¿Eres de los que prefiere Coca-Cola sobre Pepsi?  Probablemente tus autos favoritos son los Alfa Romeo por encima de Ferrari. ¿Y cuál es la razón detrás de esto? Probablemente pienses “Coca-Cola sabe mejor” o “Alfa Romeo tiene unas vestiduras increíbles” tal vez sea cierto, pero en definitiva las estrategias de estas marcas han hecho un gran trabajo. ¿Quieres saber cómo funciona? Entonces lee hasta el final.

¿Cómo funciona el branding?

Todos los negocios tienen una marca, sin importar si alguien lo planeo con gran cuidado o si un emprendedor tuvo la idea de vender las gelatinas que hace su tía sin sentarse a pensar en una estrategia.

Ahora ¿por qué estamos aquí intentando descifrar lo que es el branding y no viendo una serie? Bueno, es sencillo. Darle a tu marca el empuje correcto puede traerte grandes beneficios. Si, estamos diciendo que vas a continuar comercializando el mismo producto o servicio, pero que tendrás muchos más clientes interesados. ¿Ves cómo sí es importante?

No hay branding sin marca

Ya que tú y yo estamos en el mismo canal, vayamos a lo importante. ¿Qué es una marca? ¿es tu packaging favorito? ¿es esa campaña publicitaria que no podías dejar de mirar? ¿es el logo de perrito que te mata de ternura? Todos estos elementos, sin duda, están relacionados. Pero en realidad una marca es percepción, percepción de los consumidores.

Aquí viene lo bueno (redobles de tambores) si logras saber a quien quieres llegar podrás estudiar cuáles son sus gustos, aficiones e intereses y de este modo podrás crear distintas formas para conectar con estas personas. Esto va desde los colores, la manera en la que les hablas o las dinámicas que creas en redes sociales.

 

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Lo más importante de las marcas son las personas, porque son ellas quienes tienen el control, quienes la manejan. En este caso no son solo los consumidores, también participan los empleados de la empresa e incluso si un influencer habla de tu marca también está dándole un nuevo giro. Por todo esto la marca es algo muy importante (probablemente lo más importante) y hay que cuidar y procurar que todo lo que se comunique sea para construirla, protegerla y generar expectativas interesantes que, por supuesto, se puedan satisfacer.

 

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El papel de las emociones

Branding es crear una ilusión a través de expectativas que concluya con experiencias de marca relevantes. Ojo, es importante satisfacer esas expectativas creadas de modo que los consumidores vuelvan a ti. De otra forma, terminarán por irse con otra marca.

Generar las emociones correctas puede sonar difícil de alcanzar, pero la forma más natural es integrarlas en los mensajes que se comunican. Llámese propósito, promesa o personalidad de la marca. Por fuerza lo que sea que ofrezcas, cualquier producto o servicio tendrá que tener una dimensión emocional. No se vende un viaje para transportarte de un lugar a otro se vende estatus y comodidad; tampoco vendes comida saludable, sino bienestar.

 

 

Arma tu estrategia de branding

Antes de comenzar a comunicar emociones de manera aislada, es preferible hacerse una serie de preguntas y definir la manera en la que todos van a proceder (incluyendo los empleados de tu compañía).

Razón

Primero ponte a pensar por qué a alguien debería importarle lo que tienes para decir, qué tienes de nuevo que alguien puede preferir por encima de todo lo demás que ya encontramos allá afuera. Con este primer paso también podrás ir mapeando cuál es el público al que te diriges. Sabemos que quisieras llegar al mundo entero, pero lo cierto es que las emociones siempre implican agradar a unos y menos a otros. Pero no te preocupes, usa esto a tu favor.

 

¿Sabes cómo se relacionan branding y diseño?

 

Encuentra las relaciones precisas

Ya hemos hablado de las emociones, pero el paso que sigue son las relaciones. No nos referimos a las relaciones entre personas, sino entre conceptos y emociones. Aquí están en juego un conjunto de creencias. Piensa en tu marca como una persona, piensa incluso en cómo luciría ¿qué ropa viste? ¿qué cosas le agradan? y luego hazle saber a los demás quién es esa persona.

¿Qué vendes?

Probablemente antes de leer todo lo anterior creíste que lo primero era estar cierto de qué vendes sea un producto o servicio. Ahora, plantéatelo en el orden inverso, haz primero las dos preguntas anteriores y termina con esta.

Sin duda el branding requiere de trabajo intelectual y mecánico, pero vale la pena prestarle atención y no pasará mucho antes de que veas los resultados.