Llega el fin de semana y con ello un tiempo para cuidar de ti misma y de consentirte con mascarillas faciales, porque qué mejor forma de darte cariño, que con unas mascarillas faciales, que limpien tu piel y te hagan sentir una cutis sedosa.
El cuidado de la piel es toda una rutina, a la que se le han ido agregando pasos a lo largo de los años, pero que desde hace varios milenios hace parte de nuestro diario vivir, sobre todo para las mujeres, quienes siempre han tenido una obligación cultural más marcada que la de los hombres de lucir siempre jóvenes y bellas.
Las mascarillas faciales se pueden rastrear hasta la época de Cleopatra, quien se bañaba en leche de burra y se hidrataba la piel con miel combinada con leche, o utilizaba el barro del río Nilo como mascarilla facial.
Ahora, la leche ha salido mucho del repertorio, la miel aún se utiliza en algunas mascarillas faciales caseras, y el barro todavía es considerado un gran ingrediente para limpiar el cutis, pero sin duda, las mascarillas faciales ahora son más importantes que nunca en el cuidado de la piel y para consentirte en un día libre.
Historia de las mascarillas faciales
Como veníamos diciendo, según lo narra el blog Biomelisa en su artículo sobre historia de la cosmética natural, los egipcios son los que se encontraban más avanzados en cuanto a productos para la belleza se refiere, sobre todo, en productos para el cuidado de la piel. Más allá de lo que utilizaban para la limpieza facial, también tenían maquillaje hecho con henna, cremas antiarrugas o exfoliantes, y se depilaban la piel con ceras hechas con miel y limón, mientras que las mascarillas faciales se obtenían del barro del río Nilo.
Foto tomada de Pixabay
En la India, también se trabajaba en el cuidado de la piel y hace unos cinco mil años se registró en esta sociedad la fabricación de mascarillas faciales y corporales llamadas ‘ubtan’, que estaban comúnmente producidas con cúrcuma y harina de garbanzo.
De hecho, las ‘ubtan’ siguen siendo utilizadas en la India, sobre todo para eventos especiales. Las mascarillas faciales de este país se considera que ayudan a mejorar la piel reseca y eliminar las toxinas.
Más adelante, fueron los árabes en la edad media, los que trajeron las mascarillas faciales y corporales de arcilla de rassoul y se empezó a ofrecer otro tipo de cuidados de la piel, como los saunas o los baños exfoliantes hechos con jabón negro.
El lejano oriente tampoco se quedó atrás con sus métodos de cuidado facial, aunque en la época antigua es más reconocida por sus productos para la belleza, como los típicos polvos de arroz chinos o los labiales creados a partir de pétalos triturados, que utilizaban las geishas.
En la actualidad, los países asiáticos, como Corea, tienen rutinas de cuidado para la piel muy populares, entre las que se incluyen el uso de mascarillas faciales, hechas, por ejemplo, con carbón, que se pueden conseguir sin problema en algún supermercado.
Ese es otro de los grandes cambios,además de los ingredientes, que ha traído el paso de los años a las mascarillas faciales: ahora este tipo de productos para cuidado de la piel se puede conseguir en cualquier supermercado. Puedes hacer mascarillas caseras, pero también comprar una mascarilla facial en el super y disfrutar del producto.
Además, la producción a gran escala de mascarillas faciales, ha hecho que haya más variedad de mascarillas faciales y que sean pensadas para tipos de piel específicos, lo que hace que ya no haya una ‘mascarilla facial estándar’, como posiblemente pasaba antes.
Foto tomada de Pixabay
Tipos de mascarillas faciales
1. Mascarillas de arcilla
Este tipo de mascarillas faciales son perfectas para piel grasosa, en las que ejercen un verdadero efecto de limpieza, primero que todo, porque la arcilla absorbe el exceso de grasa y la suciedad que hay en la piel, adhiriéndose a los residuos moleculares, lo que permite que al retirar la mascarilla facial, sientas una piel suave y lisa.
Segundo, la arcilla es oclusiva, lo que significa que tiene el poder de ‘cerrar la piel al aire’ y protegerla durante más tiempo, permitiendo, en el proceso, que la piel obtenga un depósito de agua y recupere su color rosado.
La misma función tienen las mascarillas faciales de cera, las cuales vienen en unas pastillas sólidas que se deben fundir para poder aplicar el producto con una brocha sobre la piel.
2. Mascarilla en crema
Ideal para piel normal a seca, la mascarilla en crema es la más conocida de todas. Este tipo de mascarillas faciales, que tienen una textura ligera y untuosa, fácil de esparcir, se caracterizan por tener una gran cantidad de nutrientes.
La mascarilla facial en crema suele ser rica en aceites e hidratantes, lo que hace que penetre profundamente en la piel y reponga las células que quizá están un poco secas, bien sea por el tipo de piel que tengas o por el clima de la zona en la que vives , que genera que la piel se reseque con facilidad.
3. Mascarilla de gel
La mascarilla facial de gel es ideal para las pieles secas y sensibles.Son un tipo de mascarillas coloidales, ideales para hidratar la piel y, si tienen entre sus componentes colágenos y antioxidantes, sirven para hacer que la piel se recupere de los daños que sufrió por el sol o la contaminación.
Las mascarillas faciales de gel han tenido un gran auge en los últimos tiempos y se han preferido sobre las mascarillas de arcilla, porque son más fáciles de utilizar. No obstante, este tipo de mascarillas no tiene el poder de limpieza que poseen las mascarillas de arcilla, aunque no deja de ser una mala opción para un viernes por la noche.
4. Mascarilla exfoliante
Sin importar el tipo de piel que se tenga, esta mascarilla facial ayudará a mantener la piel saludable, porque mediante el uso de este tipo de mascarilla, se logra eliminar las células muertas de la piel y erradicar la suciedad más profunda de los poros.
Además de estas, que son las más conocidas, hay una amplia gama de mascarillas faciales, ideales para cualquier gusto, como lo recapitulan María Teresa Álvarez en su artículo ‘Mascarillas faciales’ de la página web de la revista mexicana ‘Cosmetología’, texto en el que además comenta los beneficios del uso de las mascarillas, como son: un aumento en la circulación de los capilares sanguíneos y de la humedad en la piel.
Las mascarillas faciales que cita y nos recuerda Álvarez en su texto son: las mascarillas de tela, las peel off (que han tenido un incremento en su reconocimiento y su uso), las bubble magic (ideal para limpiar las impurezas de la piel) y las que faltan por llegar de la mano de la tecnología.
Otra mascarilla que se ha puesto de moda es la mascarilla de ojos, un parche en gel creado exclusivamente para esta zona de la cara que busca aliviar las ojeras y refrescar esa zona del rostro, en la que suele reflejarse con bastante facilidad el cansancio o la mala alimentación.
Foto tomada de Pixabay
Más que solo la mascarillas faciales
Me gustaría poder decir que solo con el uso de mascarillas faciales, podrías quitar todos los otros pasos de tu rutina de cuidado para la piel, pero la verdad es que se necesita que cumplas con todos los pasos, desde la rutina de limpieza diaria, la alimentación balanceada, buenas horas de sueño y el ejercicio.
Además, se recomienda que las mascarillas faciales se apliquen solo una o dos veces a la semana, por lo que no es algo que te deberías poner todos los días, mientras que la limpieza facial en tu rutina de cuidado de la piel sí debe ser diaria y hasta nocturna.
Recuerda que, por lo menos en las mujeres, desde los 25 años las células dejan de poder recuperarse tan rápido como cuando eras una adolescente, entonces procura cuidar tu piel mientras aún tiene sus habilidades biológicas intactas para ayudarte en el proceso
Si quedaste con dudas sobre el proceso para tener una rutina de cuidado para la piel adecuada sin importar la edad, te invitamos a que expandas tu conocimiento inscribiéndote a nuestro curso de Skincare online y le des a tu piel esa vida extra que se merece, siguiendo tres esenciales: la limpieza, la hidratación y la protección.
El curso es dictado por la cosmetóloga e instagramer brasileña Kathy Pimpa, quien recuerda que “cada piel es un mundo” y comparte con su público sus siete tips para tener una piel sana todo el tiempo:
- Beber por lo menos dos litros de agua todos los días para mantener la piel hidratada.
- Limpiar la piel tanto de día como de noche, para sacar todas las impurezas y residuos.
- Utilizar productos correctos para tu tipo de necesidad de DPE.
- Tener siempre las manos limpias antes de aplicar un producto.
- Lavar muy bien las almohadas y sábanas, ya que ahí se acumulan bacterias y hongos.
- Consultar periódicamente a un dermatólogo.
- Usar diariamente, durante los 365 días del año, el protector solar, aunque se esté dentro de la casa.
Esperamos que esta nota haya sido de gran ayuda para entender de dónde vienen y cómo funcionan las mascarillas faciales. Teniendo en cuenta los puntos anteriormente mencionados, podrás sorprender a tus amigas en su próxima noche de chicas, con estos datos súper curiosos.¡Sabemos que será increíble!
Además, te invitamos a revisar nuestra guía completa sobre el cuidado de la piel para que conserves una piel sana, limpia y duradera.
Para finalizar, te invitamos a inscribirte en nuestros cursos de estilo de vida con los que adquirirás nuevos conocimientos que le darán un giro único a tu rutina. ¡Nos vemos en la próxima!