Iniciemos con una pregunta: ¿qué tan importante es el cuidado de la piel en tu vida? Aunque no lo sepas, saber cómo cuidar la piel y hacer lo posible para que se mantenga sana, es una de las prácticas que deberías empezar a tener en cuenta para evitar complicaciones a largo plazo y para tener un aspecto de porcelana.
Si bien en un principio el cuidado de la piel era un tema con mayor presencia en el público femenino, cada vez son más las personas que deciden aprender cómo cuidar el rostro con el objetivo de llevar una piel impecable y prepararla para todas las adversidades. Por lo tanto, es el momento perfecto para retirarnos la venda de los ojos y aceptar que el cuidado de la piel es un tema que nos compete a todos, pues se trata de nuestro abrigo y de nuestra apariencia natural como seres humanos.
Pero, ¿cuáles son los cuidados más importantes de la piel? ¿Qué podemos hacer para mantener una piel sana? ¡No temas! Hemos escrito esta guía para contarte los secretos sobre el cuidado de la piel que tu dermatóloga no te ha dicho hasta ahora. Sabemos que, al finalizar de leer, habrás aprendido los mejores tips para proteger la piel que podrás empezar a aplicar hoy mismo para tener un hábito saludable y mantener tu piel impecable.
¿Comenzamos?
¿Cuáles son las funciones de la piel?
Dirige tu mirada hacia tus brazos. ¿Listo? Esa piel que ves en este momento, además de cubrir todos los componentes de tu organismo, es la encargada de la temperatura corporal de tu cuerpo. Tu piel está diseñada para protegerte de factores externos con el fin de poder conservar un aspecto sano.
Por lo tanto, es vital que antes de abordar los diferentes tips para el cuidado de la piel, primero conozcas cuáles son las funciones de nuestra capa protectora para que dimensiones su importancia y comiences a preocuparte por ella.
Veamos.
1. Proteger
Ya lo mencionamos brevemente en el anterior párrafo, pero una de las funciones de la piel más importantes que debes conocer de primera mano, consiste en protegernos de agentes externos que pueden afectar nuestro organismo.
Factores como el polvo, bacterias, residuos, agresiones químicas, tóxicas o microorganismos patógenos, son algunos de los tantos motivos por los que debes empezar a aplicar técnicas sobre el cuidado de la piel para que se mantenga sana y conservada. Asimismo, la piel ayuda a protegernos de los rayos ultravioletas del sol, que son altamente dañinos para la salud.
Sin embargo, ampliaremos este punto más adelante para que tengas un mayor conocimiento sobre el cuidado de la piel en relación a la luz solar, ¡así que no te despegues!
2. Regular
¿Cómo está el clima en tu ciudad en este momento? ¿Está haciendo un día frío o más bien cálido? Independientemente de tu respuesta, si sientes frío, calor o sientes que la temperatura de tu cuerpo está en su mejor condición, es gracias a una de las funciones más importantes de la piel humana: regular la temperatura.
La piel es la encargada de conservar el calor en temperaturas frías y de hacerte transpirar cuando tu cuerpo se calienta. Míralo desde esta perspectiva: el funcionamiento de tu piel es similar a la de un camaleón, pero a diferencia de poder adaptarse a condiciones físicas y cambiar su apariencia, puede regular su temperatura para adaptar al ser humano en base a circunstancias climáticas.
3. Equilibrar
Tu piel está en la capacidad de equilibrar diferentes fluidos para mantener a tu organismo hidratado. Este punto guarda una relación muy estrecha con el equilibrio hidroelectrolítico, un proceso que tiene la función de equilibrar la cantidad de agua, el nivel de ácido, transportar nutrientes a las células y eliminar desechos de las mismas para que tu cuerpo esté en buen estado.
¿Y cómo hacer para que tu equilibrio hidroelectrolítico esté en óptimas condiciones? Claramente, aplicando los tips sobre el cuidado de la piel que encontrarás en esta guía un poco más adelante.
4. Alertar
La piel es, quizás, uno de los medios de comunicación más evidentes que tenemos en nuestro cuerpo. Solo es cuestión de que nos pique un mosquito para que sepamos el lugar exacto de lo sucedido. O también es cuestión de exponernos 20 minutos bajo el sol para terminar como Don Cangrejo.
Así que una de las funciones de la piel más importantes, consiste en alertarnos sobre alguna circunstancia física, ya sean manchas, irritaciones, sarpullidos o enrojecimientos, pero también situaciones en nuestro rostro como espinillas, granos o puntos negros.
Por lo tanto, cuando ocurra este tipo de eventos inesperados, lo mejor es mantener la calma e informarte muy bien sobre las mejores técnicas del cuidado de la piel para que evites lastimarla y puedas tomar la decisión acertada.
Aunque, más adelante, abordaremos este punto con mayor detalle.
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¿Por qué la piel necesita protección?
Todos somos conscientes de la existencia de nuestra piel, pero no dimensionamos su importancia para el óptimo funcionamiento de nuestro organismo y para nuestro aspecto físico.
Es muy importante que pongas en práctica los cuidados de la piel apropiados para que evites consecuencias a corto, mediano o largo plazo, pues al tratarse de una capa tan sensible, es propensa a volverse seca o irritable.
Por lo tanto, al no poner mucha atención en los cuidados de la piel, no solamente puedes llegar a perjudicarla, incluso, de manera involuntaria, sino que también puede repercutir en aspectos aún más profundos, como la autoestima. Entonces, entender la importancia del cuidado de la piel hará que tu cuerpo esté sano y te sentirás a gusto con tu aspecto físico.
¿Cuáles son los tipos de piel que existen?
Si algo debes saber en esta guía sobre el cuidado de la piel, es que todos los rostros son diferentes y que existen diversos tipos de acuerdo a una gran variedad de factores. Por ello, es importante que identifiques el tipo de piel que tienes para que puedas tener claro qué tratamientos necesita tu rostro o cualquier otra zona de tu cuerpo.
1. Norma
Sabemos que “normal” es un término muy ambiguo. Sin embargo, cuando nos referimos al tipo de piel normal, hacemos referencia a una piel sana, sin brotes, heridas o algún tipo de protuberancia relevante.
Al mismo tiempo, este tipo de piel no es sensible a los cambios climáticos ni tiende a reaccionar de forma negativa a nuevos productos, por lo que es ideal para llevar un buen cuidado de la piel mediante diferentes tratamientos.
2. Grasa
Todos en algún momento de nuestra vida hemos tenido la piel grasa. Es una situación completamente normal que, incluso, nos puede llegar a avergonzar. Sin embargo, como bien lo dijimos en la introducción de esta guía, el cuidado de la piel es, hoy en día, un interés que se está llevando la atención de todos, así que, si la piel grasa es tu caso, debes hacer lo posible para evitarlo.
Primero, debes saber que tu piel produce grasa de manera natural para evitar la resequedad en la cara, pero cuando esa producción se vuelve excesiva, genera una apariencia más brillante de lo habitual.
Algunas de las causas de la piel grasa pueden ser:
- Una inadecuada limpieza facial
- Estrés
- Tabaco
- Malos hábitos de alimentación
No obstante, ten presente que puedes evitar la piel grasa lavando tu cara, al menos, dos veces al día utilizando jabones naturales, así como usando cremas hidratantes en las noches antes de acostarte.
3. Seca
Como su mismo nombre lo indica, este tipo de piel se caracteriza por tener un aspecto seco y algunas veces hasta lastimado. Existen diferentes motivos por los que una piel adquiera una apariencia seca, como pueden ser las bajas temperaturas, el calor, las exposiciones prolongadas de agua en la ducha o el uso incorrecto de productos para la cara.
Si este es tu caso, intenta hacer lo posible por adquirir un producto que aporte al cuidado de la piel, como pueden ser cremas hidratantes, humectantes o aceites naturales. Asimismo, evita los cambios de temperatura agresivos y, si vives en una ciudad de clima frío, asegúrate de cubrir tu rostro adecuadamente siempre que te expongas en exteriores.
4. Sensible
Este es el tipo de piel que, básicamente, te hace lucir como un tomate. Una piel sensible es vulnerable a muchísimos factores, así que, si este es tu escenario, el cuidado de la piel se vuelve una necesidad indispensable para luchar contra las adversidades.
Aquí es un requisito identificar qué situaciones son las que hacen que tu piel sea sensible, aunque es probable que ya las tengas identificadas. Por lo tanto, procura evitar dichos detonantes para que tu piel pueda conservar un aspecto sano y, del mismo modo, es importante que acudas a un dermatólogo para que te realice un chequeo y te sugiera los cuidados de la piel necesarios.
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¿Cuáles son los mejores consejos para el cuidado de la piel?
Ahora bien. Es el turno de entrar en materia y de abordar el punto central de esta guía. A continuación, te presentamos una lista de tips sobre el cuidado de la piel que puedes empezar a aplicar desde este momento para conservarla de manera saludable.
1. Cuídate del sol
Este es un primer punto muy importante, porque siempre que te encuentres en exteriores, estarás sujeto a exponerte a los rayos solares. Si bien el sol es una fuente rica de vitaminas y minerales para la piel, una prolongada exposición sin protección puede generar quemaduras, manchas o algunas otras lesiones importantes.
Por ende, cuando debas salir de casa caminando, ten en cuenta los siguientes puntos:
- Aplícate bloqueador solar
- Evita exponerte en horas con mayor intensidad de luz solar (11 a.m. - 4 p.m.)
- Lleva ropa que te proteja, ya sean camisas con mangas largas, pantalones largos o una gorra que te cubra el rostro
No veas al sol como un enemigo, sino como un factor al que debas ponerle cuidado. Recuerda que es posible disfrutar de actividades al aire libre y protegerse del sol simultáneamente.
2. Evita el tabaco
Todas las personas fumadoras saben lo dañino que es el cigarrillo y, aún siendo conscientes de ello, lo siguen consumiendo. Si fumas algún tipo de tabaco, con esta afirmación no queremos que te sientas juzgado, pero sí queremos hacerte caer en cuenta de que el cigarrillo es uno de los factores que más afectan la piel y, por supuesto, tu organismo.
Y no lo decimos nosotros, sino La Organización Panamericana de la Salud, quien en su artículo “ Más de 100 razones para dejar de fumar”, menciona lo siguiente sobre la relación entre el tabaco y el cuidado de la piel:
- El tabaco provoca arrugas en la piel, por lo que da apariencia de tener más edad. Además, genera un envejecimiento prematuro de la piel debido al desgaste de las proteínas que brindan elasticidad, la depleción de la vitamina A y la reducción del riego sanguíneo.
- Las arrugas son más visibles en torno a los labios y los ojos cuando se fuma. Además, el tabaco deja la piel seca y curtida.
- Fumar aumenta el riesgo de padecer psoriasis, una enfermedad inflamatoria que se manifiesta en forma de manchas rojizas, pruriginosas y exudativas que afectan a todo el cuerpo.
Por lo tanto, ¡evita el cigarrillo a toda costa! Es una de las prácticas que más afectan el cuidado de la piel.
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3. Trata a tu piel con suavidad
Este consejo sobre el cuidado de la piel consiste en que cada contacto que tengas con tu rostro, tus brazos o cualquier zona de tu cuerpo, lo hagas de un modo sutil y delicado.
Por ende, ten en cuenta las siguientes indicaciones:
- Si te bañas con agua caliente, ten en cuenta que una exposición prolongada a altas temperaturas, puede perjudicar los aceites naturales de tu cuerpo, sobre todo los de tu rostro. Por lo tanto, procura que la temperatura del agua esté tibia para evitar complicaciones a futuro.
- Si te sale alguna mancha o brote en la piel, no te frotes fuertemente ni te apliques productos que no conoces. Consulta a un experto acerca del procedimiento adecuado para evitar complicaciones.
- Haz lo posible por usar jabones naturales, pues sus componentes tendrán un impacto menos negativo en el cuidado de tu piel.
- Cuando laves tu cara, sécala con una toalla dando pequeños golpes contra las zonas húmedas para no lastimarlas.
- Si necesitas afeitarte o depilarte, hazlo con instrumentos de calidad que eviten causar irritaciones en la piel. Del mismo modo, aplícate alguna crema hidratante para que tu piel no resulte lastimada o maltratada.
4. Lleva una alimentación saludable
El consumo de alimentos altos en grasas o azúcares, pueden perjudicar notablemente la salud de la piel. Aunque no lo creas, la forma en la que te alimentas no solo se ve reflejada en tu condición física, sino también en la textura, en la composición y en el aspecto de tu cara.
Por ende, incrementar el consumo de alimentos saludables es un excelente aporte al cuidado de la piel y al cuidado de tu apariencia física. Con el correcto consumo de frutas, verduras y demás productos ricos en vitaminas, notarás que la piel de tu cara y las demás zonas de tu cuerpo, estarán en una condición óptima.
Así que, la próxima vez que vayas al supermercado, procura comprar una gran variedad de alimentos nutritivos para cuidar la piel, como zanahorias, espinacas, tomates, fríjoles y, si es posible, algunos pescados grasos, pues su componentes aportan considerablemente el fortalecimiento de los tejidos.
5. Intenta controlar el estrés
Muy fácil decirlo, lo sabemos. Sin embargo, tus emociones y tus sentimientos influyen de una forma muy importante en el cuidado de la piel, pues los episodios de ansiedad o los momentos de estrés, pueden afectar la salud, la condición y el aspecto de tu rostro.
De hecho, Cristina García Millán, dermatóloga de la Academia Española de Dermatología y del grupo Pedro Jaén, afirma que “el estrés hace que nuestra piel se vea más apagada y aumente la actividad de las metaloproteinasas, que son unas enzimas que degradan el colágeno, apareciendo más flacidez y arrugas. Igualmente, nos invita a forzar determinados gestos, lo que a la larga marcaría las arrugas de expresión sin darnos cuenta”.
En ese sentido, es importante que trates de mantener la calma en momentos donde las malas emociones se apoderen de tus situaciones. Para ello, te invitamos a descargar nuestra guía para liberar el estrés y la ansiedad que te dará una mano en este aspecto.
6. Bebe agua constantemente
¿Cuántos vasos de agua tomas actualmente durante el día? Si tu respuesta fueron más de 4, ¡estupendo! Estás aportando al cuidado de la piel. Pero si bebes 1 o 2 vasos de agua diarios, es importante que comiences a adquirir este hábito para contribuir a una piel sana y fortalecida.
El agua es uno de los componentes más importantes de nuestro cuerpo, por lo tanto, su aporte es vital para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro organismo. A su vez, uno de los tantos beneficios del agua para la piel, está en aportar la suficiente hidratación para mantenerla limpia y evitar que se torne reseca.
Para ello, puedes mantener un termo con agua cerca de tu zona de trabajo o estudio para que recuerdes consumirla con mayor frecuencia.
7. Realiza alguna actividad física
Hacer ejercicio es uno de los hábitos saludables que deberías empezar a implementar con mayor frecuencia en tu rutina, pues la actividad física, además de ser una excelente alternativa para mejorar tu calidad de vida, es una grandiosa manera de aportar al cuidado de la piel.
Con 30 minutos de ejercicio al día, es suficiente para liberar toxinas de tu cuerpo y mejorar la circulación sanguínea. De hecno, ¿sabías que el sudor tiene la capacidad de eliminar la suciedad de tu piel como los puntos negros o el acné? Ya no hay excusas para decirle “no” al ejercicio, pues además de deshacerte de esos granitos que te molestan tanto, estarás contribuyendo positivamente al cuidado de tu piel y te sentirás mucho mejor contigo mismo.
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¿Cuál es la mejor forma de limpiar la cara?
Cuando queremos aprender a limpiar nuestra cara, es probable que surjan algunas dudas sobre los pasos a seguir y los procedimientos necesarios para no lastimar nuestra piel en este proceso.
Sin embargo, estás a punto de descubrir uno de los pasos fundamentales que no pueden faltar en cualquier rutina de skincare y en tus buenas prácticas sobre el cuidado de la piel: una limpieza facial profunda.
Así que, te invitamos a seguir cada uno de los siguientes pasos y a que, esta noche, antes de irte dormir, realices una buena limpieza facial con los tips que ya te vamos a contar:
1. Lava tu cara
Empecemos por lo básico: ¿cómo lavarse la cara desde cero? En este primer punto, te recomendamos usar agua tibia para lavar tu rostro. Puedes utilizar el agua del grifo, pero si está muy fría, es mejor no hacerlo. Recuerda que las bajas o altas temperaturas son perjudiciales para el cuidado de la piel y pueden provocar alguna reacción inesperada sobre tu capa protectora.
Puedes acompañar el lavado de la cara con un jabón natural o, por lo menos, con un jabón sin componentes dañinos para tu piel. Revisa las indicaciones de uso de los jabones que tengas en tu casa y verifica cuál puedes usar para lavar tu cara. Asimismo, ten presente que debes usar una pequeña cantidad de jabón para realizar este proceso, así que ten cuidado con ello.
2. Hazte una exfoliación facial
Luego de haber aprendido cómo lavar la cara, el segundo paso en tu limpieza facial será aplicar un exfoliante en las zonas con mayor concentración de grasa, como la frente o los laterales de tu nariz.
Para ello, asegúrate de usar un producto que contenga microesferas que logren facilitar la limpieza. Además, ten en cuenta que debes aplicarte el exfoliante sobre la yema de tus dedos y realizar movimientos circulares de una forma muy suave en las zonas que identifiques.
Por último, lava tu cara con abundante agua y sécala con una toalla.
3. Extrae puntos negros
Ha llegado otro de los aspectos más importantes sobre el cuidado de la piel: la extracción de espinillas, granos o puntos negros.
Estos queridos visitantes suelen aparecer de la nada y pueden convertirse en un dolor de cabeza para muchas personas, pues si no se siguen los pasos necesarios sobre el cuidado de la piel en este aspecto, es probable que tu rostro termine lastimado.
Para luchar en contra de los granos o puntos negros,, asegúrate de lavar tu cara con abundante agua tibia para poder abrir los poros de la piel. Cuando lo hagas, envuelve una gasa esterilizada alrededor de tus dos dedos índices y procede a exprimir suavemente los puntos negros o espinillas que consideres.
Cuando termines, lava tu cara nuevamente.
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4. Aplica los principios activos
Luego de aprender cómo limpiar tu cara y de haber retirado la mayor cantidad de espinillas que pudieras, es el momento adecuado para que procedas a aplicarte uno o varios productos para el cuidado de la piel, que también pueden ser conocidos como principios activos.
¿A qué hace referencia este concepto? Quizás no lo hayas escuchado, pero los principios activos son productos específicamente elaborados para optimizar el cuidado de tu rostro.
Estuvimos conversando con Kathy Pimpa, profesora de nuestro curso online de Skincare: rutinas de cuidado para tu piel, quien nos amplió la definición sobre lo que son los principios activos:
“Los principios activos son ingredientes que tienen una acción específica en la piel y son responsables de que el cosmético cumpla la función para la que está elaborado. Se trata de los ingredientes más importantes del mundo de la cosmética”.
En ese sentido, la función de los principios activos consiste en renovar los tejidos de tu rostro, combatir las arrugas tempranas y potenciar la hidratación de tu cara. De hecho, puede que en este momento tengas alguna crema para ello, así como también es posible que no hayas escuchado sobre este término.
Sin embargo, aquí te compartimos una corta lista de los principios activos más eficaces:
- Colágeno
- Ácido Glicólico
- Antioxidantes
- Retinol
- Ácido Hialurónico
No obstante, antes de adquirir uno de los tantos productos que contienen principios activos en la actualidad, es fundamental que primero te informes sobre ellos y elijas el que mejor se adecúe a tu rostro. Por lo tanto, si quieres aprender mucho más sobre los principios activos, te invitamos a inscribirte al curso sobre rutinas de cuidado de la piel con Kathy Pimpa que te mencionamos líneas arriba.
5. Usa mascarillas
Por si no lo sabías, las mascarillas faciales son recursos muy importantes para el cuidado de la piel y el aspecto de tu cara. Están diseñadas para hidratar tu rostro o para repararlo en caso de que esté lastimado y son altamente efectivas para tener una apariencia limpia y sana.Aunque puedes encontrar una enorme variedad de opciones de mascarillas en los supermercados, también puedes elaborar las tuyas desde casa. Para ello, te invitamos a visitar nuestra guía sobre las mejores faciales naturales para tener una piel radiante.
6. Finaliza con un masaje
Cierra con broche de oro tu limpieza facial profunda con un masaje relajante que pueda darle a tu cara el descanso que se merece.
Para ello, puedes utilizar una crema humectante, tónicos faciales o aceites naturales y aplicarlos sobre las yemas de tus dedos para hacer movimientos circulares en cada una de las zonas de tu rostro. Ojito: si tienes algún grano que te esté doliendo en dicho momento o tengas alguna región lastimada, evita presionar muy fuerte cuando estés masajeando dicha zona.
Para concluir esta sección, recuerda que es importante comenzar a implementar buenas prácticas sobre el cuidado de la piel en tu vida, pues no solo garantizarás contar con una salud óptima en relación a tu apariencia, sino que también evitarás que el envejecimiento de la piel se lleve a cabo de una manera más acelerada.
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¿Cómo elegir productos para la cara?
Buscar productos para la piel en una farmacia o un supermercado puede ser algo agotador debido a la gran variedad de alternativas que tienes a tu disposición.
Sin embargo, para ayudarte con esta elección, a continuación te presentamos algunas recomendaciones para que sepas cómo elegir productos para el cuidado de la piel y no colapsar en el intento.
1. Identifica tu tipo de piel
¿Recuerdas que abordamos este punto durante las secciones iniciales de esta guía? Pues bien, para que puedas hacer una correcta elección sobre un producto para tu cara, es vital que primero sepas cómo está tu piel en este momento con el fin de seleccionar el tratamiento adecuado. Identifica si tienes una piel normal, grasa, seca o sensible.
De esta forma, podrás tomar decisiones mucho mejor fundamentadas en relación a los productos para tu cara y el cuidado de la piel.
2. Verifica los ingredientes
Al saber cuál es tu tipo de piel e identificar los componentes que te hacen daño o resultan favorables para tu rostro, lee detenidamente los ingredientes del producto para el cuidado de la piel de tu interés y asegúrate de que no contenga alguna sustancia que te pueda causar alguna alergia.
Asimismo, recuerda que el orden de los ingredientes de un producto, determina cuáles son los componentes que tienen mayor concentración en la sustancia, así que fíjate en la densidad de cada ingrediente e investiga si son o no perjudiciales para tu cara.
3. Chequea la etiqueta
En una etiqueta de un producto para el cuidado de la piel, es un requisito que existan diferentes apartados informativos que le brinden información a los usuarios sobre su uso. En dichas secciones, encontrarás cómo usar el producto, para quién está prohibido y qué hacer en caso de un evento inesperado.
Asimismo, fíjate que los productos para el cuidado piel no testeen en animales, pues se trata de una práctica inaudita que muchas empresas de cosméticos siguen aplicando en sus laboratorios.
Generalmente, podrás identificar si el producto es cruelty-free debido a que llevará el dibujo de un pequeño conejillo impreso en el empaque. Y si no lo tiene, te invitamos a revisar la lista de marcas que no testean en animales elaborada por la ONG Te Protejo.
4. No compres muchos productos a la vez
Si quieres empezar a implementar buenas prácticas sobre el cuidado de la piel, es importante que comiences experimentando con un par de productos básicos de acuerdo a las necesidades más importantes de tu rostro o de alguna otra zona de tu cuerpo.
No te dejes llevar por el impulso y evita comprar cremas, tónicos o tratamientos que no usarás durante un buen tiempo. Analiza cuáles son tus cuidados de la piel con mayor prioridad en este momento y adquiere los productos que puedan responder a ello.
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¡Listo! Esperamos que esta guía sea una gran motivación para que comiences a preocuparte por la salud de tu piel y logres adquirir buenos hábitos que te permitan permanecer saludable.
Recuerda que la piel es nuestra carta de presentación ante el mundo, así que procura hacer lo posible por mantenerla sana, limpia y duradera. Evitar los daños del sol, llevar una buena alimentación e hidratación, así como realizar actividad física, son algunos de los tips para cuidar la piel que no puedes dejar pasar de vista.
Para complementar lo aprendido en esta nota sobre cuidados de la piel, te invitamos a inscribirte en nuestros cursos de estilo de vida para que puedas mejorar la calidad de tus hábitos, potencies tu creatividad y alcances un estado de plenitud que te permita estar tranquilo.
¡Nos vemos pronto!